Yara dio ayer a conocer a sus técnicos su sistema de analíticas de suelos y cultivos Megalab, que ofrece servicios de interpretación y datos biométricos de análisis agrícola, en una jornada técnica que tuvo lugar en Córdoba.

La presentación estuvo a cargo de Javier Jovellar, responsable de Megalab en España, quien incidió en la importancia de conocer los factores nutricionales del suelo, tanto al inicio de la campaña como durante el crecimiento del cultivo. Además, unos resultados fiables y rapidez de respuesta en los análisis también son parte fundamental de una buena cosecha.

Por ello, Yara ofrece a sus agricultores Megalab, un servicio de análisis del suelo y las hojas, así como del agua, que aporta datos sobre fertilización a partir de los cuales desarrollar soluciones específicas para cada cultivo en cada zona. En total, Yara ha definido diez familias de cultivos que aglutinan 34 cultivos para poder analizar, donde se encuentra ahora también el olivar.

Entre los elementos que incluye el análisis, el principal es el nitrógeno, pero no sólo el total sino también el mineral, así como elementos secundarios como el azufre o microelementos como el zinc. Además, ofrece información para el manejo del cultivo como la capacidad de intercambio catiónico. Todos estos datos se incorporan a una base de datos histórica que cuenta con análisis de los últimos cuarenta años.

¿Cómo usar Megalab?

Aunque esta herramienta se desarrolló en 1990, ahora se presenta en un nuevo formato «más cómodo, práctico y fácil de usar», asegura Jovellar. De esta manera, el técnico de Yara hace entrega al agricultor de un kit con bolsas para guardar las muestras y un albarán para asegurar la trazabilidad de las mismas.

La toma de muestra debe ser representativa, de una profundidad adecuada y tomada en un momento concreto, y la cantidad de muestra debe oscilar los 300 gramos en el caso del análisis del suelo y 200 ó 250 en el caso del análisis foliar.

Posteriormente, estas muestras se recogen a domicilio y, en menos de tres días, están en los laboratorios de Reino Unido, donde se analizan. En un plazo de diez días, el agricultor recibirá por correo electrónico los resultados de sus análisis.

A partir de estos resultados, se elaboran recomendaciones nutricionales específicas para el cultivo con la interpretación de parámetros como la textura del suelo, la cantidad de materia orgánica, la relación entre carbono y nitrógeno, el pH, la conductividad eléctrica, la capacidad de intercambio catiónico y las bases de cambio.

Para finalizar la jornada, los técnicos pudieron hacer una práctica de un plan de abonado a partir de los parámetros que analiza Megalab y poder ver así los resultados de la herramienta para un cultivo de olivo.

Los precios de estos análisis oscilan entre los 50 y los 80 euros, dependiendo del tipo de análisis y los parámetros que se incluyan en el mismo. Además, hasta el 31 de julio, los agricultores que se dediquen a olivar podrán adquirir el kit por un precio de 30 euros. Desde Yara inciden en la importancia de la «inversión» en estos estudios para poder ofrecer una solución de nutrición completa.