Servicios transformación digital MB 900*96 14-24/11

I+D+i

Principales sistemas de formación en el olivar en seto

Principales sistemas de formación en el olivar en seto

En la actualidad, son dos los sistemas de formación mayoritarios en las plantaciones dispuestas en seto. El primero de ellos, consiste en una formación en eje central. El segundo es un sistema de formación en crecimiento libre. Ambos sistemas de formación junto con algunas de sus variantes, están siendo estudiados actualmente por el Ifapa. En este artículo se muestran los resultados preliminares de los ensayos realizados.

Daniel Pérez Mohedano y Ana Leyva Bollero. Centro IFAPA Alameda del Obispo. Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Junta de Andalucía.
Túnel de recolección en seto.

Foto 1. Túnel de recolección en seto.

En la última década del siglo anterior se inicia en España un nuevo modelo productivo en el olivar denominado superintensivo ba­sa­­do en la formación de un seto de olivos con unas dimensiones determinadas para poder ser cosechado por una máquina cabalgante, que realiza una recolección integral al derribar y recoger la aceituna.

Este modelo productivo supone un in­cremento considerable del número de olivos por hectárea con respecto al olivar intensivo en vaso libre, llegándose en algunos casos, a estar por encima de los 2.000 olivos/ha.

El sistema, además de conseguir los primeros años unas mayores producciones que el olivar en vaso al ser mayor el número de árboles por unidad de superficie, presenta también una serie de ventajas en la recolección al reducir su coste, prescindir casi por completo de mano de obra y ser más rápida que en olivar convencional.

Sin embargo, tiene una serie de inconvenientes como mayor inversión inicial, limitación de las variedades que se adaptan a este sistema (aunque cada vez son más, gracias a los programas de mejora genética), mayor necesidad de los inputs como tratamientos fitosanitarios, riego y fertilización y mayor riesgo de enfermedades.

Sistema de formación en eje.

Foto 2. Sistema de formación en eje.

Al realizarse la recolección mediante una máquina que envuelve al seto tanto en altura como lateralmente, el tamaño que éste se puede permitir, va a estar limitado por el del túnel de recolección de la misma (foto 1). Esto, unido a que el olivo es un árbol que produce fruto en el crecimiento del año anterior, hace que la poda sea una práctica de cultivo de gran importancia para garantizar producciones óptimas / aceptables el mayor tiempo posible en este sistema y mantener el tamaño del seto dentro de los límites que la cosechadora permite.

En la actualidad son dos los sistemas de formación mayoritarios en las plantaciones dispuestas en seto. El primero de ellos consiste en una formación en eje central, con una zona libre de brotaciones en la parte inferior del eje de unos 60 cm. El segundo de ellos, sistema de formación en crecimiento libre, coincide con el anterior en la zona inferior libre de brotaciones, permite un crecimiento libre de la copa con una serie despuntes destinados principalmente al control de la altura.

Ambos sistemas de formación junto con algunas de sus variantes, están siendo estudiados actualmente por el Ifapa, dentro del Proyecto Transforma Olivar, con un ensayo de campo para la variedad Arbequina, en el que se evalúan algunos parámetros de crecimiento vegetativo, dimensiones y de producción.

 

Sistema de formación en eje central

El sistema de formación en eje central fue el más empleado en las primeras plantaciones en seto. Para la formación del eje, se emplea un tutor, normalmente una ca­ña de bambú, de unos 2 m de altura, al que se va atando la guía principal a medida que la planta va creciendo (foto 2). Esta operación favorecerá el crecimiento de la yema terminal que hace de guía, frente a las yemas laterales que puedan ir desarrollándose, priorizándose de este modo el crecimiento en altura.

En la parte inferior, con el objeto de adaptarse a las exigencias de la máquina recolectora, se quitarán todas las brotaciones hasta una altura de unos 60 cm, coincidente en muchos casos con la altura del protector “antiroedores”, el cual si es opaco dificulta el desarrollo de estas brotaciones. El resto de brotaciones situadas por encima de esa altura irán formando un cono sobre el eje central (monocono).

 Sujección con tutor y cable en sistema de formación en eje central.

Foto 3. Sujección con tutor y cable en sistema de formación en eje central.

La caña de bambú es el tutor más empleado al proporcionar la rigidez suficiente, tener mayor facilidad de ser retirado posteriormente y no tener un precio elevado. En ocasiones, para conseguir una mejor alineación del seto se instala también una espaldera formada por un único alambre de acero galvanizado o cable de poliéster situado a una altura de 150-180 cm (foto 3), colocándose otro se­gundo en zonas con vientos constantes y fuertes, para una mayor sujeción.

El material de partida, para facilitar los trabajos posteriores, debería proceder de la propagación de una estaquilla semileñosa de olivo autoenraizada bajo nebulización formada a un eje y de algo más de 60 cm sin brotaciones por debajo de esa altura. La procedencia debe ser de un vivero autorizado y con certificación o garantía varietal y sanitaria del material vegetal.

Durante los primeros años, hasta que el cono formado alcance una altura próxima a los 2,5 metros, por encima de los 60 cm mencionados, la única acción a realizar es la atadura frecuente de la guía al tutor conforme se va produciendo el crecimiento de la misma.

 

Sistema de formación en crecimiento libre

El sistema de formación en crecimiento libre, a diferencia del anterior, se ha hecho más frecuente en los últimos años en las plantaciones en seto. Para la formación en crecimiento libre se emplea un tutor, normalmente una caña de bambú como en el caso anterior, pero esta vez de una altura no superior a 1 metro, realizándose las ataduras necesarias de una sola vez. Esto favorecerá el crecimiento libre sin ningún tipo de dominancia dirigida desde la altura de la última atadura, que estará situada entre la cruz del olivo (de 60 cm) y la altura del propio tutor (foto 4).

Sistema de formación en crecimiento libre, con pinzamiento a 1 metro.

Foto 4. Sistema de formación en crecimiento libre, con pinzamiento a 1 metro.

Este sistema busca por un lado una reducción de costes respecto al sistema de eje central, al requerir un tutor de poca altura y al importante ahorro de mano de obra que supone la no realización del entutorado progresivo a gran altura. Tam­bién pretende conseguir equilibrar el ce­rramiento del seto (crecimiento en an­chura) con la altura del mismo.

Este equilibrio entre la altura y la anchura de la copa requiere una serie de intervenciones (principalmente en altura), para compensar la mayor tendencia natural del olivo al crecimiento en altura. Esta tendencia será más o menos acusada según la variedad utilizada, siendo por tanto más interesantes para este caso las variedades de porte llorón.

Las intervenciones realizadas, pinzamientos con tijera o despuntes mecánicos mediante cuchillas o hilo, según el caso, podrán realizarse en distintas fases del crecimiento y a diferentes frecuencias. Estas podas formarán una estructura productiva sin ramas dominantes y con mayor desarrollo de las brotaciones laterales.

Olivo pinzado en vivero con relación altura/anchura <1

Foto 5. Olivo pinzado en vivero con relación altura/anchura <1.

En algunos casos, se opta por unos primeros pinzamientos en el propio vivero, con una planta de unos escasos 60 cm, lo que provoca una pérdida de la dominancia apical y unas brotaciones laterales en las yemas situadas por debajo del corte. En estos casos la reducción de la relación altura/anchura de la copa es tal que pue­de incluso ser inferior a 1 (foto 5).

En otros casos, se retrasa el primer pinzamiento hasta que la planta alcance el metro de altura (coincidiendo normalmente con la altura del tutor), rompiendo la dominancia apical de la guía a esa altura y favoreciendo el crecimiento de las laterales ya existentes por debajo de ella.
En este caso también se consigue re­ducir la relación altura/anchura de la copa, aunque en menor cuantía que el caso anterior (foto 4).

 Panorámica de despute mecánico en plantación en seto.

Foto 6. Panorámica de despute mecánico en plantación en seto.

A medida que la planta crece, va tratando de aumentar la relación al­tura/­an­chu­ra, la cual se podrá ir equilibrando con sucesivos despuntes mecánicos (foto 6). Es muy im­portan­te que los rebajes sean siempre de es­ca­sos centímetros, para que la sección de la rama despuntada sea pequeña (foto 7) y no provoque reacciones vigorosas en las yemas laterales.

Además de estos despuntes descritos, destinados a la reducción de la relación altura/anchura de la copa, en algunas plantaciones en seto también se realizan los primeros años unos despuntes laterales (tipping) con cuchillas, con el objeto de ir controlando el ensanchamiento hacia la calle. El objetivo es incrementar la densidad vegetativa al favorecer las ramificaciones laterales e ir reduciendo el ensanchamiento en esta dirección, lo que facilitará el paso de la planta por el túnel de recolección.

 

Consideraciones finales

Detalle de brotaciones laterales tras despunte mecánico.

Foto 7. Detalle de brotaciones laterales tras despunte mecánico.

Ambos sistemas de formación propuestos tienen como fin común la formación de una falsa palmeta en la línea del seto, que se irá consiguiendo con la progresiva eliminación de las ramas rígidas que van hacia la calle. En la formación en eje central, esta falsa palmeta estará estructurada principalmente en torno al eje, mientras que en el caso del sistema de crecimiento libre la estructura será más anárquica y compleja por los sucesivos despuntes realizados.

El mayor equilibrio de la relación altura/anchura de la copa alcanzado por el sistema de crecimiento libre, le confiere una mayor resistencia frente al vuelco por la bajada del centro de gravedad durante el crecimiento. Este equilibrio también retrasa la necesidad de tener que controlar el exceso de altura característico de los setos adultos.

Es fundamental el conocimiento previo del comportamiento varietal en cuanto a porte, vigor, flexibilidad de ramas, etc., ya que esto va a condicionar las actuaciones de poda en el manejo del seto.