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Polilla guatemalteca, una amenaza para el cultivo de la patata

Polilla guatemalteca, una amenaza para el cultivo de la patata

El principal peligro que acecha actualmente al cultivo de la patata es una pequeña mariposa o polilla, cuyas larvas pudren los tubérculos de patata y destruyen totalmente la producción. En este artículo se detallan las medidas de control y erradicación más eficaces para la lucha contra la polilla guatemalteca, la cual se introdujo en las Islas Canarias en 1999 y en la Península Ibérica en 2015, estando actualmente extendida por varias provincias del norte de España.

Fernando Alonso Arce. Director del Centro de Control de Variedades Vegetales Agrícolas de Castilla y León.

Los países europeos NEPG (Alemania, Bélgica, Francia, Holanda y Reino Unido), que son los más importantes en la producción de patata, estiman para este año, a pesar de la Covid-19, un incremento de un 0,5% en la superficie dedicada a este cultivo en Europa, hasta alcanzar las 621.148 hectáreas, aunque manifiestan que tienen miedo a una fuerte bajada de la demanda de producto procesado en restaurantes, bares y hoteles.

En España la superficie dedicada al cultivo de patata ya no llega a las 70.000 hectáreas, no somos autosuficientes en la producción de patata de consumo e im­portamos anualmente más de 800.000 to­ne­ladas de este tubérculo, de las cuales, más de 600.000 t, provienen de Francia. Cu­riosamente, Francia ha incrementado su superficie este año en un 1,4%, llegando hasta las 154.900 hectáreas.

Dado que este año ya no se va a poder utilizar en Europa el clorprofan o CIPC, inhibidor de la brotación de la patata más usado y el que mejores resultados obtiene, es una incógnita el comportamiento de los franceses en cuanto a sus ex­portaciones a España, de forma que no se sabe aún si las van a adelantar o las van a poder mantener hasta el mes de mayo de 2021.

Tubérculos afectados por polilla guatemalteca, donde se ven las larvas del insecto.

Técnicamente, otra de las novedades importantes que presenta la campaña de siembra 2020 es la imposibilidad de utilización del dicuat, otro producto esencial hasta este momento, usado para defoliar el cultivo de patata. Esta práctica es cada vez más común entre los productores, porque sus beneficios van desde la lucha contra el mildiu, hasta la formación y endurecimiento rápido de la piel, pasando por la consecución de calibres adecuados a cada tipo de producción en el cultivo de pa­tata.

Desde el punto de vista sanitario, el principal peligro que acecha al cultivo es una pequeña mariposa o polilla, cuyas larvas pudren los tubérculos de patata y destruyen totalmente la producción. La polilla guatemalteca (Tecia solanivora) o (Scro­bi­palpopsis solanivora), insecto del que es­tamos hablando, es oriundo de Amé­ri­ca, como su nombre común indica. Se de­tectó e identificó por primera vez en Gua­te­mala en 1956 y desde allí se ha ido ex­tendiendo por toda Centroamérica.

Principales características de la plaga

Tecia solanivora pasa por cuatro estados de desarrollo durante su ciclo de vida: hue­vo, larva, pupa y adulto. Es un insecto le­pidóptero, cuyo adulto tiene entre 7 y 9 mm de envergadura y pone entre 80 y 90 huevos por puesta. Hace la puesta en ho­jas, tallos o tubérculos de patata, pero también en el suelo, cerca del cuello de la planta.

Figura 1. Situación de la polilla guatemalteca en el mundo, a 9 de agosto de 2019 (EPPO).

De cada huevo puesto por el adulto eclosiona una larva, que roe la piel del tubérculo y penetra en el mismo, normalmente por los ojos o yemas, que son las zonas donde la piel es más débil. La larva pasa por diferentes fases, en las que va creciendo de tamaño, hasta que forma la pupa, de la que finalmente sale el adulto completando el ciclo de vida.

La polilla guatemalteca, a diferencia de la polilla común o palomilla (Phthorimaea operculella), solo produce daños en los tu­bérculos y no en la parte aérea de la planta, por lo que los daños no se observan has­ta que se produce el arranque del cultivo. Otra diferencia con la polilla común es que la guatemalteca produce galerías más profundas y más gruesas.

El resultado final es que los tubérculos, bien por la acción de las larvas de la polilla, o porque las galerías son vía de entrada para otros patógenos, acaban podridos y por tanto inutilizados para su comercialización.

Situación y extensión de la plaga

En 1999 se detectó por primera vez en Es­paña, concretamente en las Islas Cana­rias. La primera detección tuvo lugar en Te­nerife y posteriormente ha ido extendiéndose y apareciendo en todas y cada una de las Islas Canarias, a pesar de to­dos los esfuerzos que se han hecho para tratar de controlar a esta plaga.

Figura 2. Situación de la polilla guatemalteca en España peninsular (MAPA).

En 2015 apareció por primera vez en la Península, en la zona de Ferrol (Co­ru­ña), y desde allí, en estos años se ha ido extendiendo por el norte de Coruña y Lugo y por algunas zonas costeras de Asturias.

En vista de que no se podía controlar la plaga y de su peligrosidad para el cultivo de la patata, en 2017 el Ministerio de Agricultura publicó el Real Decreto 197/2017 de 3 de marzo, por el que se establece el Programa Nacional de Control y Erra­di­ca­ción de Tecia (Scrobipalpopsis) solanivora (Povolny), y posteriormente el Plan de contingencia de Scrobipalpopsis (Tecia) solanivora (Povolny). Las figuras 1 y 2 muestran la distribución actual de la polilla guatemalteca en el mundo y en España.

Medidas de control y erradicación

En los documentos citados, cuando se de­tecta la presencia del insecto en cualquiera de sus fases, se establecen unas zonas demarcadas, en las que se señala:

  • Una zona infestada compuesta por las parcelas y las instalaciones de almacenamiento donde se ha detectado el insecto.
  • Una zona tampón o zona de especial vigilancia, que com­prende 1 km al­re­dedor de la zona infestada y unos lugares probablemente contaminados, que in­cluyen las parcelas don­de se han cultivado pa­tatas procedentes de parcelas contaminadas, del mismo lote de semilla, que han es­tado en contacto, que han compartido ma­quinaria, etc.

Trampa de feromonas tipo Funnel para captura de machos de polilla guatemalteca.

En esos documentos se es­pecifican también las me­didas de erradicación de la plaga, que in­cluyen:

  • Destrucción de los tubérculos contaminados, en vertedero autorizado o en lu­gares seguros de enterramiento profundo a más de 90 cm. El traslado del material contaminado se debe efectuar en contenedores cerrados o cubiertos por una malla.
  • Aplicación de tratamientos fitosanitarios, en el levantamiento del cultivo, an­tes de proceder a la destrucción de las patatas y también con anterioridad al cultivo siguiente. Es importante ha­cer constar que aunque ésta es una exigencia de la normativa, a día de hoy no se conocen insecticidas eficaces en la lucha contra esta plaga.
  • Aplicación de medidas culturales en campo. La más importante de ellas y la que más impacto tiene sobre los agricultores afectados es la de prohibir la plantación de cultivos de patata durante dos años en la localidad donde se ha detectado la presencia de la plaga. Esta medida se mantiene hasta que hayan pasado dos años desde la última captura o la última aparición de larvas del insecto en la localidad. Otras medidas son desenterrar tubérculos y llevarlos a un contenedor y eliminar re­brotes de patata de años anteriores.
  • Aplicación de medidas higiénicas en al­macén. Las principales medidas se ba­san en: destrucción de tubérculos de los lotes contaminados; tratamiento de todos los tubérculos de la instalación antes de la destrucción; limpiar el almacén con agua con lejía al 2% y evitar grietas; limpiar las máquinas de manipulación; destruir sa­cos y embalajes que hayan estado en contacto con las patatas contaminadas o en la mis­ma estancia; y colocar mallas tupidas con mínimo de 6 x 6 hilos/cm2 en puertas, huecos y ventanas para evitar la entrada de la plaga.
  • Aplicar medidas en los lugares probablemente contaminados. Apli­ca­ción de un tratamiento insecticida foliar antes de la cosecha, y siempre durante la fase de tuberización del cultivo, que es cuando están presentes las larvas. Los tubérculos recogidos no se podrán utilizar para la siembra, y po­drán destinarse como patatas de consumo.
  • Aplicar medidas en la zona de vigilancia (tampón). Las medidas en la zona de vigilancia son: asurcar ancho, para poder aporcar y cavar alto; utilizar pa­ta­ta de siembra certificada; evitar realizar la siembra en épocas secas y calurosas; limpiar los muros, taludes y otros lugares donde puedan refugiarse las polillas; cortar la rama antes de la re­colección para evitar el refugio de las mariposas; retirar del terreno todos los tubérculos dañados por otras plagas; cosechar en el momento adecuado –no se debe retrasar la cosecha, puesto que esto favorece al aumento de po­blaciones de polilla–; los tubérculos re­co­gidos no se podrán utilizar para la siembra, y podrán destinarse como pa­tatas de consumo; el traslado de los tu­bérculos hasta la instalación se hará en contenedores cerrados o cubiertos con una malla; aplicación de un tratamiento insecticida foliar antes de la co­secha.

 

Lucha contra la polilla guatemalteca

Las principales medidas para la lucha se basan en:

  • Sembrar profundo. Así se dificultará el acceso de adultos y larvas a los tubérculos formados en las plantas.
  • Aporcar bien. Por lo mismo que en la recomendación anterior, para que los tu­bérculos estén cubiertos por la suficiente tierra que impida el acceso de la plaga a los tubérculos.
  • Suelo bien regado. Mantener el suelo húmedo impide la formación de grietas, a través de las cuales penetra la po­lilla hasta los tubérculos.
  • Mantener el suelo sin malas hierbas. Las malas hierbas sirven de refugio a la mariposa.
  • Trampa tipo Delta para captura de machos de polilla guatemalteca.

    Utilizar una semilla sana y libre. La se­milla producida en una zona contaminada por la plaga, puede conllevar transportar la plaga en los tubérculos o en los envases, por lo que se debe evitar su utilización y debemos usar solamente patata de siembra certificada oficialmente.

  • Limpieza del almacén. Limpiar esmeradamente el almacén vacío con agua con lejía al 2%, o desinsectar el suelo, las paredes y el techo con materias activas autorizadas; evitar grietas don­de pueda refugiarse la Tecia solanivora, para lo que la instalación deberá tener las paredes enfoscadas y el sue­lo liso; y limpiar las máquinas de manipulación y el almacén donde se ubiquen dichas máquinas con lejía al 2% o sometidos a una desinsectación, son algunas de las medidas más importantes dentro del almacén.
  • Instalar trampas con feromonas. La fe­ro­mona comercial atrae a los machos de la polilla. Las trampas con feromonas sexuales son de tipo Delta (más indicadas para prospecciones) o Fun­nel (más indicadas para capturas ma­si­vas, donde ya se ha constatado la presencia de la plaga) comerciales, o de fabricación casera.
  • Lucha química contra los adultos. Aunque la normativa aplicable especifica una serie de productos químicos a aplicar contra la plaga, la experiencia nos ha dicho que no hay ningún producto co­mercial autorizado que combata eficazmente a este insecto.
  • Manejo integrado. Se realiza combinan­do todas las prácticas culturales re­comendadas anteriormente e incluyendo lucha biológica, cuando sea po­sible, con la utilización de parasitoides, virus de la granulosis, baculovirus, ri­zo­bacterias, Copidosoma Koelheri, etcétera.