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Control biológico del trips de las orquídeas en cítricos

Control biológico del trips de las orquídeas en cítricos

Uno de los principales objetivos del Grupo de Entomología del IVIA ha sido establecer un programa de control del trips de las orquídeas, Chaetanaphothris orchidii que sea compatible con el actual sistema de gestión de plagas en cítricos. A continuación, se expone una revisión sobre la gestión del trips de las orquídeas centrando la atención en el control biológico y los enemigos naturales que se han identificado en campo en estos primeros años de trabajo.

José Catalán1, Arturo Goldarazena2, Alejandro Tena1. 1IVIA. Centro de Protección Vegetal y Biotecnología. Unidad de Entomología. Moncada, Valencia. 2European Union Reference Laboratory for Insects and mites. Montferrier-sur-Lez Cedex Francia.

El trips de las orquídeas, Chaeta­na­pho­­thris orchidii (Moulton) (Thy­sanoptera: Thripidae), es una es­pecie polífaga y cosmopolita que se ha dispersado de forma notable por nu­merosas comarcas citrícolas de la Co­mu­nidad Valenciana desde su primera detección en España causando daños en cítricos en 2015 (Campos Rivela y col., 2016).

Los daños causados por C. orchidii tienen un carácter meramente estético no afectando, en principio, a las características organolépticas del fruto. A pesar de ello y debido a que el destino de la producción citrícola de nuestra región es ma­yoritariamente para consumo en fresco, los daños producidos por este fitófago pueden producir pérdidas económicas de cierta importancia.

Los daños se producen a causa de la alimentación de las ninfas y adultos, principalmente en las zonas de contacto de los frutos con otros frutos o con las hojas. Tanto las ninfas como los adultos muestran un comportamiento críptico con tendencia a refugiarse en las zonas de contacto entre frutos o entre estos y otros órganos de la planta como las hojas o ra­mas, lo cual, debe tenerse en cuenta a la hora de abordar las distintas estrategias de control. En nuestras condiciones tiene una clara preferencia por las naranjas frente a las mandarinas.

Foto 1. Hembras adultas en fruto.

Los daños se presentan como manchas bronceadas más o menos redondeadas en las zonas donde se ha producido la alimentación y la puesta de las hembras, que va adquiriendo una tonalidad más oscura conforme se avanza en el desarrollo del fruto. La forma de las manchas puede variar cuando el contacto se produce entre frutos y otros órganos.

Desde mediados de junio ya se pueden apreciar algunos daños en aquellos frutos que se encuentran en contacto, ya sea con otros frutos u hojas, pero no es hasta mediados de julio cuando las poblaciones del trips de las orquídeas adquieren niveles más elevados, lo que posteriormente se corresponde con una mayor presencia de daños (Catalán y col., 2019).

El trips de las orquídeas muestra, en nuestras condiciones, tres picos poblacionales pronunciados desde junio hasta septiembre (Catalán y col., 2019). Además sus poblaciones pueden continuar aumentando durando todo el otoño. Por lo tanto, hay un amplio periodo de riesgo durante el cual el trips es capaz de estar produciendo daños por su alimentación sobre la fruta. Durante este periodo hay varias materias activas autorizadas contra trips en cítricos, de entre las que el tau-fluvalinato resultó ser la más eficaz en un ensayo preliminar de campo realizado en el verano de 2018 (Catalán y col., 2019).

Foto 2. Prepupas (izquierda) y pupa (derecha) de Chaetanaphothrips orchidii.

El aspecto de este trips lo hace fácilmente diferenciable del resto de los trips que normalmente podemos encontrar en nuestros cítricos. La hembra es alargada, mide de 0,8 a 1 mm, de color amarillento o ana­ranjado claro. Presenta dos bandas os­curas trasversales en las alas (foto 1). Cabe destacar que sólo se han recuperado hembras en los muestreos realizados en campo.

Foto 3. Film de plástico instalado con el fin de evaluar su eficacia para el control de C. orchidii.

La hembra inserta los huevos en la epidermis de las hojas y frutos. Las ninfas jóvenes son de color blanco-hialino y difíciles de detectar en los frutos en contacto. Conforme van evolucionando adquirieren un color amarillento que se convierte en rosado cuando se aproximan al estado de prepupa y pupa (foto 2). Estos dos estados se producen en el suelo.

El hecho de que C. orchidii realice la pupación en el suelo, hace que esta etapa sea crítica en cuanto a la supervivencia de esta plaga. Durante estos primeros años de muestreo se ha observado una mortalidad muy alta en el suelo. Posiblemente se debe a que la pupa queda expuesta a posibles condiciones adversas en el suelo que pueden provocar su mortalidad. En este mismo sentido, la instalación de láminas de film plástico en las líneas de arbolado que cubran la superficie de suelo de debajo de la copa (foto 3), podrían reducir de una forma significativa la supervivencia del trips de las orquídeas en el suelo.
 

Control biológico de Chaetanaphothris orchidii

La bibliografía existente respecto al control biológico de C. orchidii aporta escasa información y prácticamente se desconocen sus principales enemigos naturales. Como este trips pasa parte de su ciclo en el suelo, la fauna auxiliar que habita en el suelo de cítricos puede alimentarse de las pupas del trips de las orquídeas, disminuyendo la incidencia de la plaga tal y como ocurre con Pezothrips kellyanus (Bagnall) (Navarro-Campos y col. 2012; 2020).

Foto 4. Fitoseidos depredadores.

En este sentido, el aporte de materia orgánica al suelo o el uso de cubiertas vegetales po­drían favorecer la presencia de ácaros del suelo que se alimentan de pupas de trips y mejorar el control de la plaga. También en el suelo, se podrían encontrar cepas de hongos entomopatógenos que puedan desarrollarse sobre el trips. Estas dos últimas líneas de investigación deberían desarrollarse en los próximos años para aumentar la mortalidad del trips de las orquídeas en el suelo y disminuir los daños en cosecha.

Por otra parte, tanto las ninfas como los adultos están en las copas de los cítricos alimentándose y dañando los frutos. En los seguimientos realizados durante el primer año de trabajo, basados en la observación directa de frutos en campo, se observó la presencia de fitoseidos depredadores en los frutos con trips en las parcelas muestreadas en junio y julio (foto 4). Sin embargo, la presencia de los fitoseidos disminuyó drásticamente con las altas temperaturas del verano y ya no se volvieron a observar sobre el fruto.
 

Franklinothrips megalops como depredador del trips de las orquídeas

En el segundo año de seguimiento se ha empezado a observar la presencia de otro de­predador que puede jugar un papel de cierta importancia sobre las poblaciones de C. orchidii. Su presencia se ha confirmado tanto en las observaciones directas de la fruta, realizadas en campo para de­terminar la dinámica poblacional de esta plaga, como en las muestras obtenidas mediante la técnica de aspiración de la copa del árbol.

Foto 5. Hembra del trips depredador Franklinothrips megalops.

Esta técnica se utiliza para determinar las poblaciones existentes en el árbol principalmente de enemigos naturales, y se basa en la aspiración de todos aquellos artrópodos que se encuentran en el follaje del árbol susceptibles de ser aspirados mediante una má­quina sopladora modificada para tal efecto.

Foto 6. Macho del trips depredador Franklinothrips megalops.

Este depredador se ha identificado como Franklinothrips megalops (Trybom) (Thysanoptera: Aeolothripidae) y se trata de un trips citado como depredador de otros trips y ácaros (Lacasa y col., 1998; Goldarazena, 2015). La presencia de este trips depredador en la península ibérica se ha citado anteriormente pero no existen referencias bibliográficas sobre su relevancia como agente de control biológico con la excepción de la cita de Lacasa y col. (1998), quienes lo encuentran depredando Heliothrips haemorrhoidalis (Bou­ché).

En el mundo se han descrito diecisiete es­pecies de Franklinothrips. En Es­paña, ade­más del citado F. megalops, se introdujo F. vespiformis (Crawford) pero se desconoce si se ha establecido (Goldarazena, 2015).

Los adultos de los trips depredadores del género Franklinothrips recuerdan a las hormigas. Además, cuando se les observa vivos en la naturaleza, se comportan de forma parecida a éstas, corriendo rápidamente y balanceando sus largas antenas.

Foto 7. Aspecto de macho y hembra del trips depredador Franklinothrips megalops.

Franklinothrips megalops tiene dimorfismo sexual entre hembras y machos. La hembra presenta un abdomen redondeado en forma de peonza siendo la parte ancha de color marrón oscuro y el resto claro (foto 5). El macho es de menor ta­maño y tiene el abdomen estrecho de for­ma tubular (fotos 6 y 7).

Las ninfas de este trips depredador son de un color hialino claro durante las primeras horas de vida, y posteriormente van adquiriendo una coloración rojiza brillante que las hace fácilmente reconocibles (foto 8). Normalmente se muestran muy activas y con movimientos rápidos sobre los frutos. Realiza la pupación en el interior de un capullo sedoso (foto 9), que presumiblemente lleva a cabo en sitios refugiados en la copa del árbol según las observaciones que hemos podido realizar en la colonia del depredador establecida en los laboratorios del IVIA. Faltaría corroborarlo con ob­servaciones de campo.

Foto 8. Ninfa del trips depredador Franklinothrips megalops.

Esta especie tiene reproducción sexual y las hembras realizan la puesta in­sertando los huevos en la epidermis de las hojas. Se ha observado que en numerosas ocasiones el huevo está cubierto por una excreción producida por la hembra que da un aspecto característico a la puesta.

Según bibliografía consultada, F. me­galops es capaz de desarrollar completamente su ciclo vital alimentándose de di­versas especies de trips: Frankliniella schultzei (Trybon), Retithrips syriacus (Ma­yet), Scirtothrips dorsalis Hood y Haplothrips ganglebaueri Schmutz, oscilado el tiempo de desarrollo (huevo – huevo) de 25,5 a 17,4 días dependiendo de si su presa es F. schultzei o R. syriacus, respectivamente (Lewis, 1997). La fecundidad media obtenida en este mismo trabajo oscila entre los 20 huevos por hembra cuando F. megalops se alimenta de F. schultzei y 39 huevos por hembra cuando se alimenta de R. syriacus.

Foto 9. Detalle del capullo sedoso donde se realiza la pupación del trips depredador Franklinothrips megalops.

Las observaciones realizadas en los la­boratorios del IVIA muestran que este trips depredador es capaz de alimentarse tanto en su estado de ninfa como adulto de los diferentes estados del trips de las orquídeas, habiéndose observado tanto inmaduros como adultos alimentándose de ninfas de primer y segundo estadio del trips de las orquídeas e incluso adultos (foto 10).

Por otra parte, los datos de campo muestran que F. megalops se encuentra ampliamente distribuido. Se han capturado tanto ninfas como adultos en las ocho parcelas comerciales de cítricos en las que se está realizando el seguimiento del trips de las orquídeas.

La abundancia de F. megalops en las parcelas de cítricos aumenta a partir de julio coincidiendo con el aumento del trips de las orquídeas en campo, y se mantiene en la copa hasta los meses de noviembre y diciembre.

Foto 10. Ninfa de F. megalops depredando adulto de C. orchidii.

Es posible que durante los meses de verano y otoño también se alimente de ácaros tetraníquidos que afectan a los cítricos como son la araña roja, el ácaro pardo o los ácaros del género Eutetranychus. Como se ha comentado anteriormente, los trips depredadores del género Franklinothrips se alimentan de ácaros y en las primeras observaciones realizadas en el laboratorio hemos observado que se alimenta de és­tos.

Finalmente, nos gustaría destacar que actualmente se están realizando diversos ensayos en campo y laboratorio para determinar ciertos aspectos de la biología y capacidad de depredación de F. megalops para establecer de manera concreta su potencial como agente de control biológico del trips de las orquídeas.