En España la poda mecanizada no es una técnica ampliamente aceptada entre los agricultores, ya que no se trata de una poda como se concibe tradicionalmente y se le asocian diversos inconvenientes. Sin embargo, una operación de prepoda mecanizada seguida de una limpia manual podría permitir, además de reducir el tiempo dedicado a la poda y la necesidad de mano de obra especializada, distanciar en el tiempo las intervenciones de poda de mantenimiento, mejorando la rentabilidad de la explotación.
F. J Arenas Arenas y A. Hervalejo García.
Centro IFAPA Las Torres-Tomejil. Alcalá del Río. Sevilla.
En España, en el cultivo de los cítricos es tradicional la poda de fructificación o mantenimiento, práctica dirigida a controlar el volumen de los árboles, adaptándolos a sus condiciones de cultivo, y a equilibrar la relación hoja/madera, posibilitando así la formación de ramos fructíferos que aseguren el mantenimiento de la producción.
Esta operación, que debe realizarse de forma periódica, requiere de una mano de obra especializada. En explotaciones de naranja dulce de Andalucía con superficie superior a 2 hectáreas (cuadro I), la poda representa aproximadamente un 11% de los costes totales de cultivo.
Cuadro I. Distribución de costes medios (Є/ha) en naranja dulce en parcelas de superficie superior a 2 hectáreas en Andalucía. Campaña 2011/ 2012.
Insumos | Mano de obra | Porcentaje (%) | |
Fertilización | 617,8 | 155,4 | 12,16 |
Tratamientos fitosanitarios | 511,1 | 588,1 | 17,28 |
Poda | 698,7 | 10,99 | |
Recolección | 1.818,50 | 28,59 | |
Otras labores | 182 | 2,86 | |
Gestión y organización | 486,1 | 7,64 | |
Agua, energía y combustible | 1.302,04 | 20,47 |
Fuente: CAPDR. 2014
En otros cultivos, como los frutales de hueso (ciruelo y melocotonero), es habitual la poda mecanizada de los árboles a fin de reducir costes. En olivar, trabajos realizados por el Departamento de Olivicultura del IFAPA han demostrado que la poda mecanizada puede ser tan eficaz como la manual, en cuanto a la producción del olivo, además de mucho más barata y rápida. Sin embargo, a largo plazo, la poda mecanizada puede dar lugar a una acumulación de ramas secas en el interior del olivo que dificulte su manejo.
En relación a los cítricos, la poda mecanizada empezó a desarrollarse en EE.UU en la década de los cincuenta (Jutras y Kretchman, 1962; Fisher, 1977), alcanzando poco a poco un gran incremento, hasta tal punto que actualmente en muchos países productores de cítricos la usan como prepoda en naranjos, mandarinos, limoneros y pomelos. En Florida, en particular, su uso está muy extendido en el cultivo intensivo de cítricos para industria.
En España, la poda mecanizada no es una técnica ampliamente aceptada entre los agricultores, ya que no se trata de una poda como se concibe tradicionalmente y se le asocian diversos inconvenientes, tales como: la transmisión de virosis por la dificultad de desinfectar las cuchillas con la frecuencia requerida, el elevado coste de la maquinaria y su compleja adaptación a los tractores o la existencia de ciertos riesgos para los operarios que requieren de la adopción de medidas preventivas y de seguridad en la cabina del tractor y la ausencia de personas en las parcelas de trabajo.
Por último, es importante destacar el hecho de que las máquinas no hacen distinción de ramas y su única misión consiste en dar una forma determinada al árbol, lo que puede dar lugar a una acumulación de ramas secas en el interior del árbol, dificultando su manejo y reduciendo la producción de fruta en el interior de la copa del árbol.
Un sistema de poda intermedio podría ser la solución a este último inconveniente, el cual consistiría en una primera intervención con máquina (prepoda), a fin de controlar el volumen del árbol, seguida de una intervención manual en el interior del árbol (limpia), ésta última sería muy ligera y sin necesidad de emplear mano de obra especializada.
No obstante, las razones económicas descritas anteriormente han motivado que en España se realizasen unos primeros ensayos de recolección mecanizada en los años ochenta y que actualmente este tipo de poda esté siendo utilizada, bien sola o combinada con poda manual, de manera habitual en algunas explotaciones.
Tipos de máquinas utilizadas
En la poda mecanizada se utilizan máquinas podadoras de discos giratorios o cuchillas, ambas accionadas hidráulicamente por un tractor frutero de gran potencia. Dichas podadoras se desplazan por el centro de las calles realizando cortes horizontales o verticales, respecto a la superficie del suelo, con un ligero ángulo de inclinación para favorecer, en la medida de lo posible, la entrada de luz al interior de la copa del árbol.
Existen distintos tipos de podadoras:
- Podadora de discos en un eje fijo. Consiste en un brazo rígido sobre el que se encuentran de forma alineada varios discos de acero, normalmente cinco. Este brazo puede colocarse en cualquier posición por el accionamiento hidráulico. Una vez situado el brazo, una bomba conectada a la toma de fuerza del tractor hace girar los discos, que gracias a sus dientes van cortando todas las ramas que se encuentran en el sentido de la marcha.
- Podadora de discos en uno o dos ejes rotativos. Consiste en varios discos colocados en uno o dos ejes rotativos. En el caso de dos ejes, se permite en un solo pase realizar la poda en altura de dos filas de árboles por un sólo lado, o también en un sólo pase realizar la poda en altura de una fila de árboles por ambos lados, quedando la parte superior en forma de tejado a dos aguas. Con la podadora descrita en el primer punto (discos en un eje fijo) se requerían dos pases para realizar la misma labor. Igualmente este equipo puede llevar un número variable de discos dentados que pueden colocarse en cualquier posición por el accionamiento hidráulico.
- Podadora con cuchillas de corte. En este caso, la máquina consiste en cuchillas de corte con dientes serrados, que son accionadas hidráulicamente. Este brazo se conecta a la toma de fuerza del tractor y, mediante una bomba hidráulica, se acciona el mecanismo que hace oscilar a la sierra provocando el corte de las ramas. Este tipo de podadora se utiliza tanto para podas elevadas como para ramas en las faldas del árbol.
Tipos de podas mecanizadas
Principalmente se pueden distinguir tres tipos de podas mecanizadas:
- Poda en altura o topping, operación consistente en podar las ramas de la parte alta de la copa de los árboles. Se trata de eliminar las ramas más altas, de baja productividad (chupones y falsa copa) y de difícil acceso para su recolección. Si la maquinaria lo permite, el corte no debe quedar totalmente horizontal sino en forma de tejado, lo que se conoce como a dos aguas, con el fin de facilitar la iluminación interior de la copa del árbol e incrementar la cantidad de ramas y chupones cortados. En este caso se recomienda que los ángulos de corte con la horizontal oscilen entre los 15º y 30º. Las alturas de corte más usuales se encuentran alrededor de los 4 metros.
- Poda lateral o hedging. Consiste en la poda de los laterales del árbol de forma continuada en el sentido de la calle, con lo que se conseguirá una formación en seto de la línea de cultivo. Cuando se poda por primera vez, es aconsejable no reducir demasiado la masa foliar, con el fin de no disminuir mucho la cosecha, cortando sólo las ramas de una de las dos caras del árbol, dejando a su libre desarrollo la otra. En los siguientes años, la poda deberá realizarse antes de que se dificulte el paso de las máquinas por las calles de cultivo y siempre antes de que las ramas a cortar alcancen los 3-4 cm de diámetro, con la finalidad de reducir los costes de actividad de la máquina y evitar un excesivo daño al árbol. Con el objetivo de facilitar al máximo la iluminación interior de los árboles, debe establecerse un ángulo de corte entre los 5º y 20º.
- Poda de faldas. Es una poda horizontal de ramas pendulares bajas, con la que se pretende mejorar la aplicación de herbicidas en zonas situadas bajo la copa, eliminando los daños por toxicidad en la parte baja del árbol (salpicaduras o deriva del herbicida), disminuir el posible daño originado por caracoles y babosas, así como evitar el contacto de los frutos con el suelo y su riesgo de contaminación o infecciones por los patógenos del suelo, como es el caso de la podredumbre de frutos por el hongo Phytophthora spp.
Este tipo de poda también está indicada en plantaciones con recolección mecanizada, en la que se requiere levantar las faldas unos 50-70 cm del suelo a fin de favorecer la operación de recolección, reduciéndose los daños ocasionados al árbol y mejorándose la eficiencia de derribo del equipo. En trabajos realizados con equipos sacudidores de copa, se ha obtenido que son en estos 50-70 primeros centímetros donde se concentra la mayor parte de daños ocasionados por el pase del equipo y donde el porcentaje de derribo es menor (Arenas et al., 2011).
Otras cuestiones relacionadas
En la poda mecanizada no existe selección de ramas, sólo se limita a dar forma a los árboles reduciendo su altura (topping) y anchura (hedging) para abrir calles por donde pasa la maquinaria.
En el cultivo de cítricos destinado a consumo en fresco, es aconsejable alternar la poda mecanizada con intervenciones manuales en el interior del árbol, aclarando la copa, suprimiendo tocones, eliminando los chupones de gran desarrollo, resecos y ramas improductivas a los que la máquina no tiene acceso, y desprendiendo las ramas cortadas que se quedan enganchadas en la copa.
Una operación de prepoda mecanizada seguida de una limpia manual podría permitir, además de reducir el tiempo dedicado a la poda y la necesidad de mano de obra especializada, distanciar en el tiempo las intervenciones de poda de mantenimiento.
En un trabajo realizado de poda mecanizada en mandarino Fortune en Cartagena (España) por Martín-Gorriz et al. (2013), durante dos años, se observó que la combinación de poda mecanizada el primer año seguido de poda manual al siguiente obtuvo el mejor resultado con un incremento de producción del 10% respecto a la poda exclusivamente.
Por el contrario, la poda mecanizada los dos años seguidos se tradujo en una reducción de la producción en un 9% respecto a la poda exclusivamente manual. En cuanto a la calidad de la fruta, sólo se observaron diferencias en el calibre que, inversamente proporcional a la producción, en todos los casos fue superior al mínimo requerido por el comercio.
Por otro lado, en plantaciones con producciones destinadas a industria, para su transformación en zumos o mermeladas, no se precisan podas manuales tan rigurosas, por lo que la poda mecanizada adquiere una gran importancia, reduciendo de forma muy significativa los tiempos y costes de realización de esta operación.
De la misma manera, en experiencias de plantaciones superintensivas de cítricos, la realización de podas laterales mecanizadas han mostrado un buen resultado.
En resumen, la poda mecanizada está indicada principalmente en plantaciones densas, o en las que el desarrollo de los árboles esté próximo a alcanzar (o lo haya conseguido ya), unos límites que dificulten o impidan el paso de la maquinaria y el de las personas y por lo tanto hagan más costosas las operaciones culturales, especialmente la recolección.
Mientras que en el caso anterior se contempla su uso de forma puntual, en el caso de que la rentabilidad de la explotación lo requiera, situación habitual de las plantaciones de cítricos para industria, su uso podría extenderse de forma habitual, teniendo en cuenta que la calidad externa del fruto tiene poca repercusión sobre el precio final del mismo.
Por el contrario, en plantaciones de cítricos con producciones para consumo en fresco, el empleo de la poda mecanizada debe ir acompañada de una posterior poda manual a fin de facilitar la iluminación interna de la copa y la producción de fruta en el interior de la misma.
La adopción de la técnica se ve favorecida por la existencia de campos adecuados, es decir, aquellos con marcos de plantación idóneos y fincas grandes.