‘La Canastita’ era el nombre de una antigua fábrica familiar de conservas vegetales durante las décadas de los años 20 y 30 del siglo pasado, propiedad de los antepasados de la familia Velo. En 1995 se convirtió en la marca comercial de Agrícola El Bosque, empresa especializada en la producción de zarzamora que conjuga tradición e innovación en su proceso productivo y que consigue moras durante todo el año.
Por Carmen Sánchez. Periodista.
La Finca El Bosque, situada en Lucena del Puerto (Huelva), es donde se encuentran la mayor parte de las 70 hectáreas de cultivo hidropónico donde Agrícola El Bosque produce sus moras. El cultivo lo realizan en contenedores colgados sobre espalderas en invernaderos macro túneles y multicapilla, que permite el control de las variables climáticas para posibilitar que las plantas den moras todo el año. Actualmente, se encuentran en una fase de expansión, extendiendo sus cultivos a nuevas fincas en Lepe, Palos de la Frontera, Moguer, Cartaya y Rociana del Condado.
En plena campaña, el número de trabajadores de Agrícola El Bosque pasa de 200 a 800 empleados. Junto a su hermano Daniel (arriba en la fotografía), responsable del departamento de Administración, Javier Velo dirige la empresa, que basa su actividad en la producción de moras con las máximas garantías de calidad y seguridad alimentaria. Para ello, consideran fundamental la aplicación de la tecnología más innovadora en el proceso productivo, la investigación experimental para aumentar la productividad y ampliar el periodo de cosecha, y la búsqueda de variedades más interesantes en cuanto a productividad, precocidad y aceptación comercial.
Nuevas tecnologías en cultivo hidropónico
“Es imprescindible estar a la vanguardia de la tecnología”, afirman, por lo que para la producción de sus 1.200 toneladas anuales de mora utilizan herramientas informáticas que les facilitan en tiempo real datos de productividad y rendimiento de las distintas variedades y ciclos productivos. Gracias a la compilación de todos estos datos, combinados con la información directa de la evolución de los mercados, Agrícola El Bosque planifica sus líneas estratégicas de actuación a corto plazo.
Siguiendo la vanguardia tecnológica, en el cultivo hidropónico es necesario el uso de un sistema de riego que permita la reducción de consumo de agua y el control de todas las variables. De esta manera, se decantaron por un sistema por bomba inyectora de abono multicabezal de control proporcional y software de gestión para una fertirrigación a demanda mediante tensiómetros con transductor de presión que calculan el abonado en función del consumo, miden los parámetros de pH, conductividad y porcentaje de drenaje automático, capaz de enviar al programador una señal para iniciar el riego y modificarlo según las necesidades.
Además, los invernaderos disponen de lona anti-hierba en las calles laterales en el solape de uno con otro, formando un canalón que recoge el agua que resbala por los plásticos y que se canaliza por la pendiente hacia un extremo del invernadero para ser recogida en una tubería subterránea y llevada a un embalse de 20.000 m3.
Para que la planta produzca durante todo el año es necesario someterla a un “engaño climatológico”. De esta manera, se plantan las zarzas en macetas después de haber pasado un tiempo en cámaras frigoríficas para detener su crecimiento. Una vez en macetas, las plantas se sitúan en los invernaderos, donde florecen y están sometidas a un exhaustivo control climático para que la floración y maduración de los frutos pueda llevarse a cabo durante todo el año.
Cuando la mora torna de color rojo a negro es cuando puede recolectarse, trabajo que se lleva a cabo de manera manual, algo para lo que según Velo se necesita mucha especialización, puesto que la fruta “sangra” rápidamente y puede echarse a perder.
La necesidad de nuevas variedades
Uno de los mayores esfuerzos de Agrícola El Bosque se centra en la búsqueda de variedades que les permitan mejorar la productividad, tanto en el aspecto cualitativo como organoléptico de la fruta, además de su vida útil. Así, parte de su superficie de producción se destina a parcelas de ensayo.
Entre los proyectos que actualmente están llevando a cabo se encuentra el de aprovechar la superficie de cultivo en invernadero macrotúnel a través del desarrollo de dos ciclos productivos en la misma superficie de plantación. El primero se produce en el periodo entre septiembre y octubre y el segundo entre abril y junio, solapando el final de la cosecha del primer ciclo con el inicio de cultivo del segundo.
La investigación, pilar base en su actividad
Con un departamento de I+D propio, Agrícola El Bosque se ha envuelto en varios proyectos para la mejora del cultivo. Entre estos se encuentra el de ‘Incremento y estabilización en moras del contenido en compuestos bioactivos mediante bioefectores’. Los bioactivos relacionados con la calidad de la fruta y su carácter saludable están implicados en la sanidad de la planta, viéndose reducida su concentración con la presencia de plagas y enfermedades. La investigación se centra en resolver el problema ocasionado cuando la fruta recolectada en estaciones como otoño o invierno, donde las enfermedades se acentúan con respecto a otras, presenta un contenido en bioactivos menor que la producida en meses más calurosos.
‘Resource Efficient and Safe Food Production and Processing’ (ResFood) es otro de los proyectos en los que han participado, donde la clave es la optimización de los recursos y la seguridad en la producción y procesado de alimentos evaluando el impacto de los agentes patógenos presentes en el agua de drenaje.
Con ‘Growing Berries’ han estudiado la adaptación de variedades y diferentes cultivos de berries en Huelva, identificando el material vegetal más resistente a las plagas y a los cambios meteorológicos que se producen normalmente.
Por otra parte, hasta finales de este 2017 estarán inmersos en el proyecto ‘Hortovitalis: Mejora de calidad y seguridad alimentaria en pre y post cosecha mediante el uso de herramientas de biocontrol y tecnologías emergentes’, junto al Centro Tecnológico Tecnova, la Fundación Centro de Investigación de Desarrollo del Alimento Funcional (CIDAF) y la Universidad de Granada. Desde 2015 están intentando desarrollar tratamientos frente a las incidencias fúngicas en cultivos hortícolas y frutos rojos, basados en la aplicación de herramientas de control biológico, y realizar procesos de higienización y tratamiento basados en el uso de tecnologías emergentes libres de químicos de síntesis y cloro, como el lavado con agua electrolizada, la radiación UV-C y el tratamiento por nebulización de agentes de control biológico y extractos vegetales antimicrobianos.
Una iniciativa para diversificar el mercado
Agrícola El Bosque emprendió hace algo más de cinco años la iniciativa Plus Berries junto a las empresas Frutas Remolino y Hermanos Pulido, combinando así la oferta conjunta de moras, frambuesas y arándanos. Posteriormente se unió a la iniciativa un productor de fresas de la provincia, Agromartín, para acabar constituyéndose, en 2013, en la Sociedad Agraria de Transformación que actualmente es, unificando la gestión comercial de las empresas. En junio de 2014 se unió al tándem Tilla Berries, como nuevo productor de arándanos, y en 2016 se incorporó al grupo el productor de frutas de hueso Caver.
De esta manera, ofrecen desde packs con un único tipo de fruta hasta cajas mixtas con cuatro tipos de berries en distintos envases y formatos, así como frutas frescas trituradas y envasadas listas para consumir en cualquier momento.
En la misma Finca El Bosque cuentan con una planta de manipulación, donde se encuentran las instalaciones de envasado, almacenamiento y se confecciona la fruta producida bajo estrictos controles de calidad y se asegura la trazabilidad del producto.
Comercialización internacional
Si bien su política comercial está basada firmemente en la diferenciación de sus productos frente a otros, también se sustenta en iniciativas basadas en una labor comercial internacional. En 2010 comenzaron sus misiones comerciales a Emiratos Árabes Unidos y, gracias a la feria Wob, empezaron sus envíos a países como Dubai, Kuwait, Barhéin y Qatar. En 2012 se extendieron hacia República Checa y Eslovenia, así como al mercado asiático enviando vía aérea berries a Malasia, Indonesia y Singapur.
De esta manera, el 90% de la producción total que obtienen se destina a la exportación, la mayor parte a Alemania, Austria y Reino Unido, convirtiéndose a nivel europeo en la única marca que produce moras durante los meses de enero, febrero y marzo.