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La oveja guirra y la recuperación del pastoreo en el sur de Valencia

La oveja guirra y la recuperación del pastoreo en el sur de Valencia

Regina Monsalve Mayans es un ejemplo de mujer rural emprendedora. Es ingeniero técnico agrícola especializada en explotaciones agropecuarias y acumula más de 30 años dedicados a la profesión de ganadera, concretamente, a la administración de fincas, la investigación y la recuperación de la raza autóctona de ovino en la Comunidad Valenciana, la oveja guirra.

Elena Martín Seseña. Redacción.

Su lugar de trabajo se encuentra ahora más cerca de la naturaleza, en la comarca de Ayora, en Valencia. Una zona enclavada en la reserva natural de La Hunde que se caracteriza por tener grandes latifundios y mucha masa forestal, en la que conviven con cotos de caza. Es un pequeño valle a con una altitud entre 700 y 1.100 metros, se encuentra a 12 km del núcleo urbano y el clima, aunque sigue siendo mediterráneo, destaca por tener temperaturas más extremas.

Regina se trasladó allí con su familia hace más de 18 años, para empezar una nueva vida después de haber sufrido un grave accidente laboral, ocurrido mientras ejercía como inspectora de una Organización de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH). “A mí lo que me gustaba era el campo, hice esta carrera porque realmente tenía una vocación de campo. Mi lugar no estaba en una oficina con papeles sino en una granja con animales”, destaca Regina.

Con el apoyo de su familia y su empeño por recuperar el entorno rural, Regina se hizo gestora de la parcela El Rebolloso mediante un convenio de custodia del territorio con el empresario de esta finca, quien consideró que era una buena forma de aprovechar el terreno, ya que hasta ese momento la explotación estaba sin actividad. “Cuando mi marido, Rafael, y yo nos hicimos gestores, esta finca contaba con 375 hectáreas. En la actualidad, se compone de 810 hectáreas mejor aprovechadas por nuestros rebaños”, apunta la ganadera.

Actualmente, Regina y su marido gestionan directamente la división ganadera del sur de Ayora compuesta por más 800 hectáreas. Aunque son 3.400 el total de la superficie por donde campa el ganado aprovechando el pasto.

 

Un proyecto que continúa con fuerza

Ya instalada en El Rebolloso, en 1997, Regina invirtió su tiempo de trabajo en la recuperación de la oveja de raza guirra, autóctona de la Comunidad Valenciana, que estaba en peligro de extinción y en una zona prácticamente abandonada. Su interés además era basar la producción del ganado en ecológico.

Desde el principio, en El Rebolloso se apostó por la ecología y la calidad, y la creación del rebaño se realizó siguiendo el método ecológico, siendo el primero que se inscribió en el comité de agricultura ecológica de Valencia.

Las investigaciones del proyecto “Salvad la oveja guirra”, tal y como se denominó, se fundamentaron en romper las líneas de consanguinidad de las ovejas, estudiar el prototipo racial y parámetros zoométricos, la viabilidad, el índice productivo y conseguir la marca de calidad. “La oportunidad comercial estaba en la diferenciación del producto, ya que cuanta mayor calidad tenía nuestra carne, mejor era el precio”, explica la ingeniera, y añade “y no solo era ese mi propósito, si no también, contribuir a la conservación del patrimonio local y al relevo generacional en la profesión de pastor/a. Por eso, también me sumé a la incipiente Asociación de Ganaderos Valencianos de la Raza Guirra (Anguirra), de la que posteriormente fui presidenta”.

Este proyecto fue galardonado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en 2016, con el Premio Excelencia a la Innovación para mujeres rurales, en la categoría de diversificación de la actividad económica en el medio rural.

Buscando la profesionalización de su labor, y mientras estaba al frente del Colegio oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Valencia y Castellón en 2015, creó, junto a la veterinaria Elvira Chorques, la Asociación de Ganaderos Valencianos de Cordero de Pasto. “Lo que realmente está en peligro de extinción es la ganadería extensiva y la profesión de pastor/a. Con la creación de este organismo no solo potenciamos las razas autóctonas sino el ganado extensivo. En este momento, colaboramos con el ayuntamiento en la limpieza de montes y cortafuegos”, destaca la ganadera.

La Asociación cuenta en la actualidad con más de 16.000 ovejas que se reparten entre cinco ganaderos de la Comunidad Valenciana. Además, gracias a la creación de una escuela de pastores, los ganaderos que pastorean con su rebaño son mucho más jóvenes que antes, cuando la media de edad estaba en los 70 años.

 

La oveja roja

La oveja guirra, conocida también como roja o sudát, es una raza de color rojo oscuro y perfil frontonasal convexo. Es un animal que soporta condiciones climáticas extremas. Según Regina, esta raza tiene un capital genético muy importante para recuperar o regenerar razas de ovino que se han deteriorado.

En estos momentos, la Asociación Nacional de Criadores de Raza Guirra (Anguirra), fundada en 1997, está constituida por un total de 25 ganaderos, con un censo estimado, que oscila alrededor de 5.000 reproductores en un alto grado de pureza. Se hallan distribuidos en zonas aisladas del territorio de la Comunidad Valenciana.  Las comarcas más importantes donde se ubican son La Vall d’Albaida, Valle de Ayora, Camp del Turia y Canal de Navarres en Valencia, La Marina Alta en Alicante y la Plana de Castellón.

 

Objetivo bienestar

Antes de la creación del rebaño Regina y su marido tuvieron que hacer grandes labores de infraestructura en las instalaciones ganaderas para poder albergar a estos animales. Rehabilitaron antiguas naves que ya existían en la finca y las dotaron, principalmente de agua y luz, y posteriormente, de los medios y herramientas más novedosas. Una puesta a punto de la explotación en la que el bienestar animal sigue siendo el objetivo fundamental.

Regina orienta a muchos clientes para dar el paso a la ganadería ecológica y conseguir mejorar o certificar sus explotaciones con distintivos de bienestar animal. “Desde mi perspectiva poder aconsejar y demostrar a los ganaderos que los animales tienen premios de bienestar animal, que los clientes son más fieles y valoran más tu producto, que se sufre menos las crisis de mercado porque la forma de trabajar es siempre muy uniforme, es de gran valor añadido”, destaca Regina, y añade que aunque la Comunidad Valenciana no tiene fama de ser ganadera, es la región que cuantifica más explotaciones con certificaciones de bienestar animal.

 

Eficiencia y tecnología en ganadería

El carácter innovador y emprendedor de Regina le ha permitido ser un ejemplo de mujer rural y trabajar en más proyectos de regeneración de fincas de todas las especies, no solo de ovino.

“En fincas de vacuno utilizamos podómetros de personas para comprobar o controlar la época de celo en las vacas sin producirles estrés. Cuando superan los 3,5 km sabes que está en celo sin haber tenido que hacer ninguna prueba antes”, apunta Regina.

En su explotación de ganadería extensiva de ovino realizan un control de pastos por satélite. “Nosotros cubrimos nuestras áreas de superficie de manera digital, por satélite, y controlamos donde están los mejores pastos para el rebaño. Con esta herramienta buscamos las curvas de evapotranspiración y vegetativas, es decir, las zonas más frescas, donde hay más pasto y la hierba está más baja, en relación a los intereses que tengamos dependiendo de la época y de los animales”, afirma la ganadera. Y apunta que la elaboración de un plan estratégico de organización de pastos por zona favorece la posibilidad de preparar rutas con antelación y evitar el agotamiento de la hierba.

De esta manera, dependiendo de con qué ovejas pastorea, la ganadera elige un territorio u otro. Por ejemplo, si sale con ovejas parideras va a zonas más cercanas, ya que criando no le interesa que hagan mucho ejercicio. La granja también tiene zonas de tipificación o pequeños cercados donde se crean espacios más confortables para las ovejas madres, con un suplemento de comida (heno) y a los que pueden acceder acompañadas por los corderos.

“Una buena rotación en la explotación se traduce en dimensionar tu rebaño proporcionalmente a tus hectáreas. Hay algunas materias primas con las que ya puedes trabajar en ecológico pero para que sea rentable la producción tienes que tener una superficie de pasto muy considerable”, subraya Regina.

Y es que cualquier proyecto de finca que elabora incluye la producción propia de pienso, ya que sabe la importancia que tiene el control de la alimentación animal en ecológico. En este sentido, uno de los costes de explotación más importantes, según afirma Regina, es la mano de obra y el cuidado y limpieza de las instalaciones.