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La doble cosecha de cereal, una realidad de cultivo en Lleida

Cuántas cosechas de cereal puede recoger un agricultor en un año? En tierras leridanas del área de influencia de la Cooperativa d’Ivars empieza a ganar terreno la doble cosecha: cebada y maíz en una misma campaña sin aumentar el consumo de agua.

Rosa Matas. Periodista.

La posibilidad de recoger el maíz con un 34% de humedad, con la previsión de elaborar pastón para alimentar ganado, empieza a hacer atractiva la doble cosecha, primero una de cebada y después otra de maíz en la Plana de Lleida.

“Es una revolución, vamos por buen camino, se nota que se está implantando; de hecho, este año haremos el doble de superficie que el pasado” cuenta satisfecho por los resultados, en el campo y en la elaboración de piensos, Antoni Pané, gerente de esta cooperativa leridana.

Nacimiento de maíz.

Nacimiento de maíz.

Los agricultores siembran la cebada en diciembre y la recogen en la última semana de mayo o la primera de junio para sembrar el maíz en los días siguientes y recogerlo en octubre.

El proyecto es uno de los llamados motores del Canal Segarra Garrigues y nació en una finca propiedad de la Generalitat denominada Prat de Boldú, entre los términos municipales de les Penelles y La Fuliola. La finca tiene una superficie total de 126 hectáreas, de ellas 115 cultivables. Aunque se riega con agua del Canal d’Urgell, la Conselleria de Agricultura de la Generalitat quiere que pueda servir de ejemplo para los nuevos regantes del Canal Segarra Garrigues.

En esta campaña, ya sea en gestión por parte de la propia cooperativa o directamente por socios y colaboradores, el número de hectáreas que se han unido al proyecto de la doble cosecha, ha llegado a 600, existiendo una posibilidad real de un incremento notable de esta superficie en las próximas campañas. Para esta concretamente, la empresa ha calculado los costes de ambos cultivos en 1.779 euros por hectárea, lo que la hace muy atractiva esta alternativa si se tiene en cuenta que los de una hectárea de maíz se sitúan en 1.474 y los de una de cebada en 728 euros.

La iniciativa de la Cooperativa d’Ivars no es la única de doble cosecha en Lleida. Hay otras experiencias en zonas de regadío. El catedrático de Producción Vegetal y Ciencia Forestal de la Universidad de Lleida, Jaume Lloveras, dirige la tesis de Ángel Maresma que estudia la cosecha doble para cosechar el cereal seco con ensayos en fincas de Almacelles y Algerri.

Aunque queda un año para concluir la investigación, con los datos que se

Exposición de maquinaria de la doble cosecha de maíz en la Cooperativa Ivars.

Exposición de maquinaria de la doble cosecha de maíz en la Cooperativa Ivars.

tienen hasta la fecha, Maresma comenta que la doble cosecha puede ser una alternativa rentable en las zonas de alta producción, donde se disponga de unas buenas condiciones físicas y climáticas junto a un buen manejo por parte del agricultor.

“Si un agricultor no consigue llegar a rendimientos superiores a 14 toneladas de maíz por hectárea existe una gran probabilidad de que la doble cosecha no sea una buena alternativa para él. En la doble cosecha los tiempos de toma de decisión se reducen y hay que ser muy preciso para poder tener buenos rendimientos en ambos cultivos”.  Considera que si todo sale bien se puede sacar más dinero que en una sola cosecha pero advierte que si las condiciones no acompañan o si el manejo no es el adecuado, se puede sacar igual o incluso menos rentabilidad que en una sola cosecha”.

“Es muy importante la fecha de siembra. El doble cultivo cebada-maíz es una alternativa ambiciosa que te lleva a tener que sembrar prácticamente al momento que salen las cosechadoras del campo. La gente que está trabajando con nosotros en el proyecto, es muy consciente de ello y siembran inmediatamente después de la cosecha”, asevera.

Insiste en que no se pueden permitir el lujo de cosechar y pensar en sembrar a la semana siguiente. “Una semana se nota mucho. Hay que estar muy pendiente de la nascencia y de la posible aparición de malas hierbas, ya que crecen más rápido debido a las altas temperaturas y es conveniente hacer los tratamientos a tiempo”.

Matiza también que los beneficios dependen en gran parte del precio. “Donde tienen la capacidad de cultivar cebada-maíz,  con expectativas de precios altos en el cereal, los agricultores ven más atractiva la doble cosecha, pero cuando los precios no acompañan prefieren arriesgar menos, reduciendo la inversión a un solo cultivo por año.”

Según sus datos, una doble cosecha puede rondar las 20 toneladas de cereal:  “Nosotros estamos llegando a 21 en algunos casos. Una buena cosecha de maíz en doble cultivo son 14-15 toneladas y de cebada de 6-7, en nuestro territorio. Haciendo doble cosecha puedes incrementar un 15-20% la producción”.

Jornada técnica sobre la doble cosecha de cereal en la Cooperativa d'Ivars.

Jornada técnica sobre la doble cosecha de cereal en la Cooperativa d’Ivars.

La experiencia en el doble cultivo muestra que se depende mucho de condiciones climáticas, sobre todo porque el maíz de doble cosecha completa su ciclo mucho más tarde y puede verse afectado por las heladas.  Explica cómo “los agricultores que quieren cosechar ambos cultivos (cebada-maíz) para grano seco trabajan con la incertidumbre del tiempo, debido al riesgo de que las bajas temperaturas de noviembre puedan arruinar la cosecha de maíz. En el momento que se puede cosechar uno de los dos cultivos para forraje, la situación cambia, ya que se reduce el tiempo de uno de los cultivos en favor del otro, eso sí, la cosecha de forraje suele depender de un consumo ganadero próximo a la explotación”.

Lloveras y Maresma han presentado sus primeras conclusiones también a los agricultores que participan en las charlas que organiza la Cooperativa d’Ivars. En la última sesión, celebrada en colaboración con la Oficina del Regante de esta localidad asistieron 120 personas.

 

Una cooperativa centenaria

La Cooperativa d’Ivars d’Urgell celebra este año su centenario. En su última asamblea general sus socios aprobaron las cuentas de 2014 de 175,58 millones de euros de facturación y un resultado 1.058.147,79 euros (excedente antes de dotaciones), manteniendo una solidez financiera de la sección de crédito.

Aunque la facturación cayó un 7,2% los beneficios aumentaron cerca de un 30% en buena medida por el descenso de costes.

El Consejo Rector quiso tener un especial reconocimiento para los socios fundadores de la cooperativa en 1915, leyendo el documento oficial del registro del Sindicato Agrícola, el embrión de la empresa.

Aplicación de purín.

Aplicación de purín.

En mayo de 1915, un grupo de pioneros decidieron agruparse para crear el Sindicato Agrícola y Caixa Rural de Ibars de Urgell, hoy Ivars d’Urgell, siguiendo la experiencia de la Conca de Barberà donde se habían vivido circunstancias económicas muy difíciles como consecuencia de la filoxera.

Según recoge la web de la cooperativa, el objetivo inicial de este Sindicato Agrícola fue la comercialización de la alfalfa, que posteriormente se amplió en la aceituna y la almendra, adaptándose siempre a los cambios que en el transcurso de los años han ido produciéndose en el sector.

Cien años después, cuenta con 2.162 socios, 1.260 en activos y entre ellos uno de cada cuatro es mujer. Tiene entre sus clientes a un interproveedor de Mercadona.

La cooperativa tiene su fábrica de pienso de porcino en Ivars d’Urgell, la de rumiantes en Torregrossa y la de aves en La Fuliola y cuenta con de un almacén en Castellserà y una sección de crédito.