La empresa Aigües del Segarra Garrigues participa en el proyecto LIFE Enrich junto al Centro Tecnológico del Agua (CETaqua), Aguas de Murcia, el IRTA, la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Está ensayando la aplicación de lodos de depuradora, estruvita y sales de amonio como fertilizante en cereal de invierno, leguminosas y hortícolas de forma que estos se conviertan en un recurso para el agricultor capaz de ser tan eficiente como los fertilizantes convencionales.
Rosa Matas. Redacción.
Aigües del Segarra Garrigues (ASG), la empresa que gestiona la distribución del riego del canal que recorre más de 80 kilómetros en tierras leridanas, está ensayando en sus fincas demostrativas de Castelldans y Agramunt la utilización, como fertilizante, de lodos de depuradora en cultivos extensivos y estruvita y sales de amonio en cultivos hortícolas.
La empresa participa en el proyecto LIFE Enrich (por las siglas en inglés de Enhanced Nitrogen and Phosphorus Recovery from waste water and Integration in the value Chain) liderado por el Centro Tecnológico del Agua (CETaqua). Se está ensayando la aplicación de fertilizante recuperado de estaciones de depuración de aguas residuales en cereal de invierno, leguminosas y hortícolas de forma que se conviertan en un recurso para los agricultores como los fertilizantes convencionales para impulsar un modelo de economía circular.
Además de ASG y CETaqua, participan en Aguas de Murcia, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). La iniciativa cuenta con un presupuesto de 2,7 millones de euros con una contribución de la Unión Europea de 1,6 millones.
El responsable de Agricultura de Aigües del Segarra Garrigues, Xavi Petit Tomàs, explica que la empresa tiene ensayos en dos ubicaciones, una en Castelldans y otra en Agramunt: “Hemos duplicado los ensayos porque si en una zona hay una adversidad climática o alguna plaga y nos va mal un cultivo, podemos tener los resultados del otro”.
“Con los lodos de depuradora fertilizamos cultivos extensivos. En 2019 hicimos un ensayo en cebada y judía seca, y este año repetimos el ensayo en avena y en una leguminosa, que seguramente será otra vez judía seca”, afirma.
“También queremos estudiar las posibilidades de aplicarlo en garbanzo, en un campo de ensayo con lodos de depuradora comparándolos con un fertilizante comercial. Sin embargo, la estruvita y las sales de amonio las ensayamos en fertirrigación en cultivos hortícolas con la metodología de bloques al azar; en total tenemos nueve parcelas en cada pueblo, tres se dedican al abono comercial, tres a la estruvita y tres a las sales de amonio”.
La empresa dedica una hectárea a cultivos extensivos en la zona de Castelldans y en Agramunt tiene 2,3 hectáreas. A las hortícolas, un total de 1.000 m2 en cada término. La rotación elegida es: lechuga-tomate-brócoli.
“Los productos que resultan de los campos de ensayo de hortícolas no los comercializamos, además al ser poca superficie no merece la pena; en cambio, la producción que obtengamos de cebada y de avena sí la vamos a vender”, apunta el técnico.
El proyecto lleva un año y medio de ensayo en los que se están analizando la presencia de metales pesados, de micronutrientes y macronutrientes en el fruto y en el suelo.
Esta planta piloto de recuperación de nutrientes se encuentra en la estación depuradora de aguas residuales Murcia Este. Allí se extraen las sales de amonio y estruvita de las aguas residuales.
La mezcla óptima de los productos recuperados se evalúa en las plantaciones de ASG en Castelldans y Agramunt y, también, en los invernaderos del IRTA en Cabrils (Barcelona).
La investigadora de CETaqua y coordinadora del proyecto, Núria Basset, asegura que el proyecto LIFE Enrich engloba toda la cadena de valor del reciclaje de nutrientes, desde su recuperación de las aguas residuales hasta su uso final como fertilizantes en agricultura. El objetivo final es diseñar un modelo viable, que contribuya a la economía circular y replicable en otros países europeos.
“Estamos demostrando y optimizando la viabilidad técnica de la recuperación de nutrientes de las aguas residuales en forma de estruvita y sales de amonio, así como su uso como fertilizante junto con el lodo de depuradora”, explica Basset añadiendo que en esta etapa es importante desarrollar una tecnología capaz de separar el nitrógeno y fósforo del agua residual y de obtener estos nutrientes en el formato adecuado para su aplicación en campo.
Las pruebas agronómicas realizadas hasta el momento apuntan a que los nutrientes recuperados son igual de eficaces que los fertilizantes convencionales. Según la coordinadora, el proyecto está en proceso de maximizar la eficiencia de las tecnologías para recuperar la mayor cantidad de nutrientes posible de las aguas residuales y así favorecer su viabilidad económica.
Basset apunta que en el proyecto se está trabajando para demostrar la eficacia y la seguridad de estos productos recuperados y considera que es un avance que la Comisión Europea (CE) haya anunciado recientemente que va a incluir la estruvita en el listado de fertilizantes permitiendo su comercialización y aplicación en Europa en 2022, ya que actualmente la normativa europea no permite la aplicación en campo de fertilizantes como la estruvita o las sales de amonio.
“Somos integrantes de la Plataforma Europea del Fósforo (ESPP), en la que compartimos resultados y novedades del sector de los fertilizantes procedentes de residuos y aguas residuales con el objetivo de demostrar que son seguros, eficaces y viables”, afirma la coordinadora del proyecto.
Desde CETaqua señalan que el centro trabaja para fomentar la sostenibilidad y economía circular, en concreto, en el campo de la depuración, desarrollando procesos y tecnologías que transforman las plantas depuradoras en biofactorías, es decir, en instalaciones que, en lugar de limitarse a eliminar contaminantes del agua, sean capaces de generar recursos.
En este sentido, según explica Basset “además del reto técnico de la recuperación de nutrientes, debemos responder a los requerimientos a nivel agrícola. LIFE Enrich ha incorporado a actores del sector, con el objetivo de asegurar que los resultados son efectivos”.
Estos ensayos no son la primera experiencia en fincas experimentales que tiene Aigües del Segarra Garrigues. En 2012 puso en marcha el departamento de Agricultura con el proyecto ‘Fincas demostrativas’ para dar respuesta a las preguntas que se hacían los agricultores de la zona sobre qué cultivos podrían ser más interesantes y qué técnicas de manejo optimizarían su rentabilidad.