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Cultivos protegidos para ensaladas listas para consumir

Cultivos protegidos para ensaladas listas para consumir

Vega Mayor nació en 1988 en un municipio de Navarra, fruto del espíritu emprendedor de Juan Miguel Floristán y José Javier Muguerza, que les llevó a introducir por primera vez a nivel nacional una nueva categoría de producto: ensaladas envasadas, seleccionadas, lavadas, cortadas y listas para consumir, de las que elabora 600.000 bolsas al día.

Desde aquel 1988, lo que empezó como un pequeño negocio en el municipio de Milagro (Navarra), ha ido creciendo hasta contar ya con seis centros de producción propios y una red de cultivos repartidos por todo el territorio nacional. En 2001 cambió su nombre de Vega Mayor a Florette. Seis años después, abrió su segunda planta de producción en Iniesta (Cuenca), a la que le seguirían la planta de producción de Noblejas (Toledo) en 2009, la de Ingenio (Gran Canaria) en 2011 y la de Torrepacheco (Murcia) el pasado 2013. En 2015 se inauguró el sexto centro de producción, que se sitúa en Arguedas (Navara).

De esta manera, la empresa cuenta con dos divisiones: Florette Agrícola, que es la que se dedica específicamente a cultivar todos las materias primas con los que elaboran sus ensaladas, y Florette Ibérica, donde tras la cosecha se elaboran los productos que después serán llevados a los lineales de los mercados, con un total de 12.000 puntos de venta entre España y Portugal.

La finca de Milagro donde comenzó esta aventura tiene ahora un total de 520 ha con un suelo de textura franca, formada aproximadamente en un 30% de arena, un 30% de lima y un 30% de arcilla, lo que lo sitúa en un suelo ni muy rico ni muy pobre, pero sí bueno para los tipos de cultivo que Florette desarrolla.

Campo abierto de lechugas adultas en Navarra.

Campo abierto de lechugas adultas en Navarra.

Tal como cuenta Javier Les, responsable técnico de Florette Agrícola, en Milagro realizan dos tipos de cultivos. Por un lado, las que denominan lechugas adultas (iceberg, trocadero, romana, hoja de roble, escarolas, etc.) producidas al aire libre; y por otro, los brotes tiernos, que se cultivan en invernadero. “Estos brotes son tan delicados que los hacemos protegidos. En ellos, resumimos un poco las características de los vegetales para luego poder jugar con texturas, colores y sabores”, explica.

Estos primeros brotes, que abarcan desde canónigos a rúculas pasando por algunos tipos de lechugas como la roja, se cultivan en invernaderos, donde “la producción es más cara pero la seguridad que da al cultivo es total”, afirma Les. Florette fue pionera en comercializar el primer brote de kale – en el año 2016- y ahora acaban de cultivar el primer brote de acedera.

En Florette, después de cada recolección preparan el terreno arándolo e incorporando los restos de la cosecha anterior al suelo de manera que pasen a formar parte de la materia orgánica del suelo. Sin embargo, pese a que estos cultivos se llevan a cabo directamente al suelo de igual manera que si estuviesen al aire libre, en su forma de hacer Florette agrícola presenta ciertas particularidades.

Por ejemplo, cuando siembran las semillas en el invernadero, se le aplica un riego fuerte mediante microaspersióny se coloca una manta térmica. La función de esta manta es mantener la humedad en el suelo, evitar que el agua se evapore y que así la semilla germine de mejor manera, en más porcentaje y todas la vez. “Dependiendo de la época del año la ponemos más o menos tiempo”, explica Les. En verano es suficiente con cuatro o cinco días, pero en invierno pueden mantenerla hasta dos semanas, ayudando también a aumentar la temperatura del lecho de siembra y favoreciendo una germinación más rápida.

 

Control de plagas y enfermedades

También es muy importante el manejo del aire dentro del invernadero, tanto para el correcto crecimiento de la planta como para llevar a cabo un control de las posibles plagas y enfermedades que puedan afectarla.

Para el control de algunas plagas se usan trampas

Para el control de algunas plagas se usan trampas de feromonas.

La estructura que cobija las plantaciones cuenta con ventilaciones cenitales, así como con ventanas enrollables por todo el perímetro, que se abren y se cierran según las necesidades. Cuando se abren las ventanas, el viento entra por el perímetro y sale por las aberturas cenitales. Se crea así un efecto chimenea que “barre” toda la humedad del invernadero, dejando en el mismo un clima seco que minimiza el riesgo de enfermedades y, por tanto, el tratamiento de fitosanitarios.

También en este sentido de evitar riesgos de enfermedades y malas hierbas, llevan a cabo una solarización. Este método consiste en colocar un plástico encima de la tierra después de aplicar la materia orgánica y dar un riego para humedecer el suelo. De esta manera, la temperatura del suelo se incrementa actuando como un desinfectante natural.

Otro de los métodos que emplean son las trampas de feromonas, orientadas a controlar sobre todo los vuelos de lepidópteros. Las trampas contienen hormonas sexuales que atraen al lepidóptero en cuestión, que entra en la trampa y queda atrapado dentro. Un técnico se encarga de revisar las trampas varias veces por semana, cuenta los vuelos y valora si es necesario hacer algún tratamiento fitosanitario.

El canónigo, su producto más peculiar

Según asegura Javier Les, el canónigo es el cultivo más peculiar y delicado de los que produce Florette Agrícola. Su siembra está condicionada por la forma en que se debe recolectar. “Se consume la planta entera, por lo que su recolección es distinta”, matiza el técnico. Les explica que en primera instancia se prepara en la tierra una especie de mesa, muy compacta, sobre la que se sitúa la semilla sin llegar a enterrarla.

Florette (19)

En el caso del canónigo, se consume la planta entera, por lo que su siembra se condiciona por su recolección.

Tras este paso, se añade una capa de arena de río lavada encima (apenas medio centímetro), con una textura más ligera que la tierra de debajo. Después de aplicar esta capa, se pasa sobre la mesa un rodillo para compactar la arena de manera que todas las plantas acabarán creciendo a la misma altura, de forma homogénea.

Una vez que el canónigo está desarrollado, el cuello del mismo queda enterrado, con lo que se puede pasar la cuchilla de la cosechadora, que se encarga de recolectar los primeros brotes a ras de la arena y cortar el canónigo entero, dejando solo el tallo en el suelo.

Dado que el canónigo es uno de los productos más delicados a la hora de producirlos y requieren una temperatura de entre 8 y 13 grados por la noche y entre 20 y 26 durante el día, para protegerlo usan pantallas de sombreo que tienen instaladas en dos de los seis invernaderos de la filial navarra.

La trazabilidad, una de las claves más importantes

Para facilitar la trazabilidad de cada producto, los cultivos están identificados con un código donde se especifica de qué variedad se trata, además de datos como dónde ha estado sembrado, cuántos riegos ha recibido, de qué duración, en qué días o si ha recibido abonados u otros tratamientos.

Una vez cosechado el producto, la trazabilidad continúa, puesto que en elpalet donde se transporta consta la fecha de recolección y el código del cultivo de manera que se pueda identificar el producto incluso en el lineal de mercado.

Florette (11)

La trazabilidad dentro del proceso de producción de Florette es imprescindible.

Todo el producto que se recolecta se trabaja en el día, asegurando que sea 100 % fresco. La clave para ello está en crear y mantener la cadena de frío. De esta manera, desde que se cosecha el producto, pasa a conservarse a una temperatura de entre uno y cuatro grados, temperatura que se mantiene hasta llegar al lineal de mercado.

Los centros de producción se encuentran muy cerca de los campos de cultivo, lo que facilita que no se rompa la cadena del frío. Una vez que el producto llega allí, es sometido a un primer control de calidad para ver cuáles son los que cumplen los estándares de calidad establecidos. A este control se le suman otros dos hasta que el producto final sale embolsado.

En estos centros se encuentran distintas líneas de procesado según el vegetal que se vaya a tratar. En total, cuentan con cerca de 60 variedades, cada una de las cuales requiere un procesado específico. Para ello, Florette ha patentado máquinas propias que facilitan y agilizan el procesado de las hortalizas. Cuentan, además, con diez líneas de selección y catorce de envasado que hacen posible que 600.000 bolsas salgan directas a los supermercados cada día, así como el requisito de que todo el producto recolectado esté en la tienda en menos de 24 horas.

 

Seguir creciendo como proyecto de futuro

Como proyecto de futuro inmediato, Florette ampliará en su finca de Milagro en 20 hectáreas de invernadero donde poder cubrir la demanda del mercado de sus productos. Además, su catálogo también se verá ampliado, como ha sucedido recientemente con la incorporación de las ensaladas de superalimentos, que suponen una solución muy práctica para el consumidor final.

Además, acaban de presentar un proyecto junto a centros tecnológicos y asociaciones agroalimentarias al Programa de Desarrollo Rural de Navarra para medir el impacto de la huella de carbono de su actividad agrícola, además de estudiar cómo reducirla. El proyecto quiere conocer la huella de carbono desde la semilla hasta que el producto final llega al consumidor, abordándola tanto desde el campo como desde la fábrica.