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Adaptándose a los condicionantes del Acuífero 23

Adaptándose a los condicionantes del Acuífero 23

Cinco Casas es un municipio de la provincia de Ciudad Real en el que muchos de sus habitantes se dedican a la agricultura y lo hacen con dos condicionantes importantes para el óptimo desarrollo de los cultivos: uno es el horizonte petrocálcico que se encuentra a poca profundidad, aproximadamente entre 30 y 60 cm, y que hace que los suelos tengan una profundidad útil reducida a menos que se rompa dicho horizonte. Otra es pertenecer al Acuífero 23 o acuífero de La Mancha Occidental.

El Acuífero 23 fue declarado sobreexplotado, afectando en gran manera a los regantes, hasta tal punto que cada año se le comunica la cantidad de agua que tienen disponible para la campaña. Además, los regantes afectados por las restricciones no tienen derecho a percibir indemnizaciones de ningún tipo por las limitaciones y ello pese a las repercusiones tan negativas que esto supone para la producción de los agricultores y por supuesto para sus rentas.

En estas condiciones se encuentra José Henríquez, director de una explotación de 300 hectáreas en el término municipal de Cinco Casas, de las cuales el 80% las cultiva en regadío. Estudió Administración y Dirección de Empresas, pero realmente lo que le gusta es el campo. Desde pequeño ha estado aprendiendo de su padre, ingeniero técnico agrícola y propietario de esta finca. Actualmente es José el que dirige la explotación y además es profesor de enseñanza media.Siempre han gestionado el campo con una gran visión empresarial, que les permitiera recuperar todas sus inversiones y con un esquema muy moderno.

El suelo tiene una capa petrocálcica que hay que romper para que los cultivos puedan tener buenas producciones (FILEminimizer)

El suelo tiene una capa petrocálcica que hay que romper para que los cultivos puedan tener buenas producciones.

No hace tanto, más o menos cuarenta años, que el uso de esta finca era únicamente el cinegético. Fue entonces cuando la heredó el padre de José y decidió darle un uso agrícola, aprovechando el avance de la mecanización que se produjo en aquel momento. Para ello, se han subsolado los suelos, con el objetivo de romper el horizonte petrocálcico y sacar toda la piedra posible fuera de las tierras arables. De esta manera han conseguido tener una finca con suelos que drenan bien y en los que los cultivos alcanzan producciones muy interesantes.

Los cultivos de regadío se deciden en función de la cantidad de agua concedida, pero asumiendo que nunca supera los 2.000 m3/ha, lo que hace que ni se planteen cultivos de verano, como el maíz o la alfalfa, que necesitan dotaciones superiores a los 6.000 m3/ha. Por lo tanto, entre adormidera, cereal de invierno y leguminosas reparten la superficie cultivable. Además tienen dos cultivos de más reciente implantación: pistacho y espárrago.

Adormidera, cereal de invierno y leguminosas

De los cultivos extensivos (adormidera, cereal de invierno y leguminosa), al que dedican mayor atención es a la adormidera, debido a su mayor rentabilidad. Actualmente cultivan en torno a 25-30 ha de adormidera, que contratan con la empresa Alcaliber. Este cultivo se adapta bien a los suelos de esta finca, de la que consiguen producciones medias de 2.700 kg/ha, siendo una de las fincas que obtienen una mayor producción por hectárea de este cultivo en España. El secreto, según José, es labrar nada más recoger el cultivo anterior, normalmente cebada, procurando que las labores no sean profundas.

También valora mucho el trabajo realizado por el encargado de la finca, el cual dice “ser clave para la gestión y seguimiento de los cultivos”, y por el ingeniero que les asesora en este cultivo, Javier Seseña, quien contratado por la empresa Alcaliber para llevar a buen término los distintos campos de adormidera que tienen en España, lo conoce a la perfección y semanalmente asesora al productor sobre los tratamientos, abonados u otras labores asociadas al cultivo para llevarlo a buen fin.

En el caso de José, insiste en la importancia de seguir al pie de la letra todas las recomendaciones y con ello consigue una elevada rentabilidad del mismo. Hablando de cifras reales, lo normal es obtener una rentabilidad en torno a 1.000-1.200 euros por hectárea, con producciones de unos 1.800 kg/ha. Sin embargo en esta finca, gracias a medias de 2.700 kg/ha, se obtiene una rentabilidad de 1.800 euros/ha.

Francisco Javier López Bellido sosteniendo una marra (FILEminimizer)

Francisco Javier López Bellido, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, sosteniendo una garra.

También es rentable la cebada, de la cual obtienen medias de 5.000 kg/ha aportando únicamente 1.000 m3/ha de agua de riego, el trigo con medias de 4.000 kg/ha,  y la colza, con aproximadamente rendimientos de 1.700 kg/ha. Con estos cultivos, rotándolos con leguminosas grano, normalmente guisante proteaginoso, mantienen rotaciones del tipo: cebada, guisante, colza, trigo.

Igualmente en estos casos tiene asesores externos, a través de los que obtiene las claves para el control de las malas hierbas, el abonado y mejoras en la eficiencia energética. En este último caso se han conseguido ahorros importantes a través de la instalación de reguladores de velocidad en la bombas, mejoras en los contratos eléctricos y optimización del riego para que sea posible utilizar al máximo las horas valle, evitando totalmente las horas punta.

Además han conseguido disminuir de 3 a 0,7 atm, la presión necesaria para el riego a través del pívot, mediante la instalación de reguladores de presión en cada boquilla. Actualmente se encuentran en un proceso de cambio, de forma que en un futuro cercano se realice un manejo remoto de los pívot, lo que mejorará aun más la eficiencia energética y la gestión por parte de los trabajadores.

 

Espárrago verde

Hace seis meses se han lanzado a cultivar espárrago verde, un cultivo diferente al que estamos acostumbrados a ver en esta zona y con una peculiaridad, ésta es: primero se cosecha y después se cultiva. Así prefiere explicar Francisco Javier López Bellido, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, quien nos acompañó en la visita, el proceso de este cultivo. Francisco Javier es amigo personal de José y le ayuda en la decisiones importantes que se toman en esta finca, así como en el desarrollo posterior de las mismas.

En el caso concreto del  espárrago, es una decisión importante para el agricultor, ya que estará en la tierra los próximos 8-10 años. Vegeta mejor sobre tierras ligeras, entre franco arenosas y arenosas, y la parte de la planta que se utiliza para su implantación en el terreno es el rizoma, conocido como garra, a partir del cual se origina la planta por las yemas vegetativas que contiene dicho rizoma. Esta garra tiene un coste de 14 céntimos de euro cada una y se necesitan 22.000 garras por hectárea, es decir, el coste de implantación del cultivo es de más de 3.000 euros/ha lo que indica que es necesario tener muy claro antes de iniciarse en este cultivo que el terreno es el adecuado y que va a tener una venta asegurada.

Plantación del patrón UCB1 preparada para realizar el injerto de pistacho (FILEminimizer)

Plantación del patrón UCB1 preparada para realizar el injerto de pistacho.

El cultivo se desarrolla en verano y otoño y se recolecta la primavera siguiente, demanda bastante mano de obra para la recolección que dura entre dos y tres meses, siendo el coste más importante de este cultivo, y es interesante de cara a su consumo hídrico, ya que en años con restricciones de agua puede sobrevivir con solo 1.000 m3/ha. La producción varía según la zona, llegando a los 6.000-7.000 kg/ha en Granada, con un precio de venta variable entre 1,2 y 4 euros/kg. En estas tierras, José piensa que tendrá una producción en torno a los 5.000 kg/ha, quedando un beneficio para la finca de unos 1.500-2.000 euros/ha.

 

Pistacho

Por último, también este año se han lanzado con el cultivo del pistacho, plantado cuatro hectáreas en regadío con dos variedades distintas. Una la típica de La Mancha, Kerman, que tiene una gran calidad de fruto pero es algo vecera y presenta una tardía entrada en producción. La otra es Sirora, la cual aunque tiene un fruto de menor calibre, puede tener un mayor techo de producción y una entrada más precoz.

Ambas las va a injertar sobre el patrón UCB1 que tiene la ventaja de ser tolerante a verticilosis y a un marco de 300 árboles/ha. Por el momento, tiene plantados los patrones y ahora se dispone a realizar el injerto, de manera que considera que puede obtener un prendimiento de en torno al 80-90%. De esta manera ahorra en costes de plantación, ya que la planta ya injertada de vivero en el caso del cultivo del pistacho tiene un precio elevado. En cuanto a la rentabilidad, calcula un rendimiento del cultivo en plena producción de alrededor de 3.000 euros/ha, aunque claro está, este número dependerá del precio del venta del producto cuando llegue ese momento.