Un equipo de científicos de la Universidad de California en Davis (EE.UU) ha identificado una un gen, WAPO1, que controla la cantidad máxima de granos en una espiga de trigo. La reproducción de esta variante genética podría retrasar la formación de la espiguilla terminal, proporcionando espacio para que crezcan más granos en cada espiga.

El trigo es un alimento básico en las dietas alimentarias de todo el mundo y el descubrimiento de este gen podría permitir a los agricultores cultivar más alimentos sobre la misma superficie, sin necesidad de incrementarla.

“Tenemos una población humana en crecimiento a la que le gusta comer todos los días. Necesitamos producir más trigo en el mismo espacio, por lo que necesitamos plantas que sean más productivas”, explica Jorge Dubcovsky, el profesor que ha dirigido la investigación.

WAPO1 es uno de los primeros genes descubiertos que pueden afectar el rendimiento del trigo. “Estamos tratando de hacer variedades de trigo más productivas y estamos empezando a entender cómo se controla ese rasgo”, añade Dubcovsky.

Esta variante genética que permite incrementar el número de granos se encuentra con frecuencia en los trigos harineros pero no en los trigos para producir pasta. Al introducir la variante genética beneficiosa en esas variedades de trigo para pasta, los productores podrían aumentar el rendimiento entre un 4% y un 5% en cultivares que tienen la capacidad de biomasa para llenar los granos adicionales.

El gen WAPO1 forma parte de una red de genes que trabajan juntos para controlar el rendimiento, y los investigadores deben identificar ahora las mejores combinaciones de variantes para maximizar el rendimiento.“Seguiremos tratando de comprender la red de genes que controlan el rendimiento del trigo”, concluye el investigador.