El Centro Tecnológico Tecnova está trabajando el fruto electrónico, un sensor de impactos que tiene como objetivo la mejora de las líneas de procesado de las centrales hortofrutícolas para evitar los daños en la manipulación de los frutos.

Hoy en día, las centrales hortofrutícolas tienen la problemática asociada de la gran pérdida de producto en la línea de procesado. Esto ocasiona dañoñs como microrrupturas en la superficie y podredumbres que impiden ser comercializables.

Por ello, Tenova trabaja en esta tecnología postcosecha para evitar pérdidas de producto y aumentos de coste por daños en los frutos durante el procesado en las líneas de manipulación de las centrales hortofrutícolas. Este fruto electrónico establece mediante sensores de impactos las condiciones óptimas de la línea de procesado, optimizando la calidad del fruto durante la manipulación.

Este nuevo método permite realizar una revisión exhaustiva de la línea de procesado por donde el sensor registra la intensidad de los golpes y cambios de dirección. Además, se determinan los puntos críticos del proceso para que sean modificados o mejorados.

Posteriormente, cuando el proceso de manipulación termina, el sensor translada la información registrada para ser evaluada por los técnicos del área de Tecnología Postcosecha Tevnova. Este trabajo, unido a la labor de los laboratorios de Tecnova donde se realiza la evaluación de la calidad de los productos desde el punto de vista físico-químico (textura, color, etc.), sensorial (aroma, sabor, dureza, etc. ) y microbiológico (desarrollo de podredumbres) de los frutos estudiados por el sensor, complementa los estudios de los puntos críticos de la línea de producción, teniendo una visión más completa de todo el proceso de calidad del producto, y por tanto una información más fiable y completa de la situación de mejora en el sistema de manipulado de las comercializadoras.