Nace Inpulse, el grupo operativo (GO) para reducir la dependencia externa de proteína para piensos mediante el impulso del cultivo de leguminosas en España. COAG, Cesfac, Cartif, Cooperativas Agro-alimentarias de Aragón, Cooperativa Los Monegros, IAS-CSIC, CITA y Serida, han celebrado en Madrid la sesión constitutiva. La excesiva dependencia de las importaciones, en especial de soja, menoscaba la competitividad y sostenibilidad de toda la cadena de valor de la alimentación animal.
El GO Inpulse nace con el objetivo de potenciar el cultivo de leguminosas en España y reducir la creciente dependencia externa de proteína para piensos, mediante el diseño y evaluación de un mecanismo sistematizado de utilización de leguminosas, adaptado a las necesidades de toda la cadena de valor de la alimentación animal. Además, pretende contribuir a mejorar la diversificación del sistema alimentario en España, mejorando su sostenibilidad, favoreciendo la competitividad y el desarrollo económico de la cadena de alimentación animal.
Además, busca diagnosticar las necesidades de los agentes de la cadena de alimentación animal, y reconectar dicha cadena y fomentar la transferencia de conocimiento desde y hacia la investigación. Por último, persigue divulgar las actividades de Inpulse en el contexto de la promoción de la producción y uso de leguminosas y conectar a todos los agentes de la cadena de alimentación animal.
El desarrollo de Inpulse favorecerá la generación de conocimiento, básico para enfocar las futuras investigaciones y desarrollos tecnológicos en base a las necesidades que se detecten. La propia interrelación entre los actores involucrados y la atención a sus demandas supondrá una mejora en el actual estado del arte que permitirá una mayor y mejor flujo de información, transferencia y adquisición de conocimiento.
Proteína vegetal: una preocupante dependencia del exterior
Con una creciente competencia mundial por la proteína vegetal, el descenso del cultivo de leguminosas en España y en Europa agrava el déficit de abastecimiento de la demanda interna, teniendo una galopante dependencia de las importaciones, particularmente de soja, lo cual supone un grave riesgo para nuestra balanza de pagos, tiene efectos perjudiciales para el medio ambiente y, lo que es más grave, supone un riesgo de seguridad alimentaria, afectando a la competitividad y sostenibilidad de la cadena de alimentación animal por su situación de dependencia externa y poniendo a nuestra industria cárnica en manos de las oscilaciones del precio internacional de la soja. Además, las leguminosas presentan una importancia destacada en la protección del medio ambiente y en la lucha contra el cambio climático. Son cultivos resilientes que ofrecen nutrientes esenciales a los ecosistemas biológicos, y fijan nitrógeno que beneficia a la salud del suelo.