La Universidad de Almería (UAL) ha desarrollado un método de muestreo basado en las APIStrips (Adsorb-Pesticide-Inhive Strip). Este está enmarcado en el proyecto europeo Insignia que pretende monitorizar la contaminación ambiental, utilizando las abejas y apiarios como centros de recolección de datos en los que, además, puedan participar los apicultores dentro del concepto de citizen science.
El grupo de investigación de Amadeo R. Fernández-Alba, director a su vez del Departamento de Química y Física de la Facultad de Ciencias Experimentales de la UAL, han hecho publico un estudio titulado ‘APIStrip, a new tool for environmental contaminant sampling through honeybee colonies’, en el que han trabajado durante 2019, junto con otros investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO), de la Alveus AB Consultancy, en los Países Bajos, y de la Danish Beekeepers Association, de Dinamarca.
El objetivo de este primer trabajo se ha basado en el desarrollo de un nuevo ‘muestreador’ pasivo que pueda ser fácilmente introducido en las colmenas, evitando la necesidad de tomar muestras apícolas.
De esta forma, estas APIStrips se han colocado hasta el momento 480 en varios países europeos como Dinamarca, Austria, Grecia y Reino Unido, y los resultados del estudio preliminar han permitido analizar la presencia de plaguicidas, su tipo, toxicidad, cantidad, zona y época del año en que se emplean, así como su transferencia al medio ambiente.
Hasta ahora, este tipo de análisis requería un muestreo activo, es decir, que los apicultores tenían que coger muestras de miel, cera, panal o incluso de abejas vivas, lo que limitaba su aplicación por los graves problemas derivados para la colonia.
Con este muestreador de fácil instalación y barato, se pretende realizar una monitorización ambiental a largo plazo y en todos los países europeos. También, de forma indrecta este proyecto ayudará a entender mejor el efecto de despoblación de abejas de gran preocupación por su papel en la biodiversidad.
El cambio climático promueve una serie de impactos bióticos y abióticos en cascada que afectan a la calidad ambiental del planeta, y “hacen cada vez más necesario aportar y difundir datos científicamente sólidos” que evalúen esta contaminación, ha explicado María Murcia, coautora del artículo.
Murcia, estudiante de Doctorado en Química Avanzada en la UAL, ha recordado que “la obtención de estos datos de forma masiva y en tiempo real es una tarea compleja y costosa que hace necesario buscar fórmulas que la hagan accesible de forma generalizada”.