La Universidad de Córdoba, Acemi Spain y Balam Agriculture ponen en marcha un programa de un año de duración que se centrará en la mejora genética del pistachero.
Este programa tendrá como objetivo obtener nuevas variedades de pistachero que mejoren las ya existentes y se adapten al cultivo de nuestro país. Se trata de conseguir variedades adaptadas a las zonas de producción nacionales y lograr una precocidad en la entrada en producción, una elevada productividad y una excelente calidad del fruto.
El programa de mejora genética se compondrá de dos fases. En una primera fase, se están realizando los cruzamientos necesarios y la crianza de las plantas obtenidas en los invernaderos que Acemi Spain posee en la localidad conquense de Villanueva de la Jara.
Esas plantas serán evaluadas durante varios años en distintas condiciones experimentales, seleccionando las más destacadas. A continuación, y dentro de la segunda fase, los individuos seleccionados con anterioridad se propagarán y se evaluarán de nuevo en condiciones de campo en diferentes localizaciones.
Una vez finalizadas ambas fases e identificados los potenciales mejores individuos, se procederá a su multiplicación y registro como nuevas variedades.
Proyecto público-privado
En palabras de Carlos Trapero y Pedro Valverde, doctores Ingenieros Agrónomos, investigadores y responsables de este proyecto de colaboración público-privada, “el desarrollo de nuevas variedades de pistachero supondrá un avance importante para este cultivo en España, ampliando la gama y mejorando las características de las variedades disponibles en el mercado y su adaptación a nuestro clima, lo que incrementará la productividad y rentabilidad de las plantaciones”.
Por su parte, el director técnico del vivero Acemi Spain, Javier Gallego señala que “es esencial trabajar en esta línea de investigación y desarrollo, teniendo en cuenta el cambio climático y restricciones o escasez de dotaciones hídricas. Se precisan nuevas variedades que se adapten a los cambios que estamos viviendo y tener preparadas otras para lo que pueda acontecer. El desarrollo de nuevas variedades es el mejor legado para la tierra que un agricultor puede dejar, al igual que para un escritor su obra literaria”.
Por último, Teresa Carrillo, directora del departamento de I+D+i de BALAM, sostiene que “la evaluación agronómica y caracterización de los genotipos es una labor minuciosa, pero clave para identificar aquellos pistacheros que ofrezcan mejores características para el mercado”.