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Nace el primer aceite esencial de tomillo de invierno cultivado entre almendros de secano

Nace el primer aceite esencial de tomillo de invierno cultivado entre almendros de secano

El proyecto Diverfarming obtiene siete litros de aceite esencial por hectárea a partir de los tomillos de invierno, fruto de la diversificación de almendros de secano en Murcia.

El aceite esencial de tomillos de invierno (Thymus hyemalis) se convierte en uno de los primeros resultados del proyecto europeo Diverfarming, financiado a través del programa H2020 de la Comisión Europea, para la experimentación e implantación de técnicas de diversificación de cultivo y manejos sostenibles.

La diversificación con tomillos de invierno en secano de una finca experimental (Los Escuderos, en Murcia) dedicada  al monocultivo del almendro (Prunus dulcis)  pretende obtener rentabilidad económica con la doble cosecha de almendros y tomillo y, además, tratar de recuperar la salud del suelo en un terreno muy erosionado y con poca materia orgánica en suelo.

De la primera cosecha a partir de tomillos plantados entre los almendros de secano, recolectada en marzo de este año, se obtiene un contenido medio de aceite de 0,62%, esto corresponde a los mililitros de aceite que se extraen a partir de 100 gramos de material fresco.

Por tanto, de la cosecha de esta finca, se extraen en torno a 7 litros de aceite esencial por hectárea. Estas plantas no se suelen cultivar, entre otros motivos porque no son los tomillos más productivos y su recolección suele ser silvestre.

Sin embargo, diversos estudios experimentales de monocultivos en secano y regadío con la misma especie apuntan a rendimientos y producciones ciertamente mayores.

Con otra especie de tomillo, y diversificando almendros, un estudio experimental arroja resultados similares a los aquí mostrados.Y  es que, la temprana floración del tomillo de invierno le permite a esta esencia adelantarse en el mercado frente a la de otros tomillos y aromáticas, lo que genera cierto interés económico.

Esta planta (Thymus hyemalis) es endémica de Alicante, Murcia y Almería, y crece espontáneamente en las manchas de vegetación natural que existen en la zona de estudio.

La floración simultánea de almendros y tomillos de invierno han atraído a la finca polinizadores, dando como resultado una explosión de colores y olores y una buena cosecha.

El objetivo de la plantación de estos tomillos es múltiple, pudiendo resultar potencialmente en un co-beneficio tanto para el agricultor, con escasos ingresos en secano, como medioambiental considerando la protección que ejercen en el suelo frente a la erosión, la mejora que introducen en la calidad del suelo y su efecto positivo en los polinizadores.

Dado el amplio marco de plantación que suelen tener los almendros en secano, la presencia de una cubierta vegetal evita que las calles entre almendros estén completamente desnudas y expuestas a la erosión con la consiguiente pérdida de fertilidad del suelo.

Además, estos tomillos de invierno pueden vivir en suelos muy empobrecidos en materia orgánica y aguantar ciclos de extrema sequía e inundaciones severas.

Esta es una de las dos diversificaciones que el proyecto Diverfarming estudia en esta zona experimental junto con la tápena (Capparis spinosa). En un paisaje con mayor biodiversidad, se trata de evaluar los beneficios ambientales de la diversificación de cultivos, como la mejora de la calidad de suelo y su protección frente a la erosión, a la vez que se tiene en cuenta su efecto sobre la producción del almendro. Esta investigación la supervisa directamente el grupo de Conservación de Suelos y Agua del CEBAS (CSIC).