A finales del pasado año se daba a conocer un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature Climate Change, realizado por un equipo internacional de investigadores en el que se advertía de que el aumento de la temperatura en el planeta afectaría a la producción mundial de trigo en una proporción de 6% menos por cada grado de más.
Los investigadores reseñaban la necesidad de tener en cuenta el calentamiento global, ya que consideraban probado el hecho de que el aumento de las temperaturas ha empezado a afectar a la producción de trigo en algunas zonas y urgían a la comunidad internacional a adaptar sus sistemas de predicción de las cosechas para poder afrontar con garantías el descenso de las reservas de grano.
Uno de los investigadores responsables del estudio, Elías Fereres, prestigioso catedrático español de ingeniería agrícola, subrayaba la necesidad de adaptar nuestra agricultura al aumento de la temperatura para paliar el impacto del calentamiento global en el futuro.
Pues bien, parece que ese futuro ya está aquí. Según los datos que maneja la Agencia Estatal de Meteorología vivimos el mayo más caluroso de los últimos 30 años y observamos como los inviernos son cada vez más cortos y templados y los veranos más largos y cálidos.
Este año los agricultores van a experimentar de primera mano los efectos del calentamiento global, ya que según los datos de los que dispone la Unión de Uniones, aproximadamente la mitad de la cosecha de cultivos herbáceos (cebada y trigo, fundamentalmente) se encuentran afectados por las elevadas temperaturas de las últimas semanas.
A esto hay que unir la sequía, que ha hecho que la tierra no tuviera las reservas suficientes para soportar el intenso calor. Todo ello, hará que se adelante la cosecha del cereal de invierno, la cual ya se podría iniciar de aquí a 7 o 15 días. Además, si no llueve en los próximos días las pérdidas se irán incrementando hasta llegar a gran parte de la cosecha en determinadas regiones.
Otros cultivos que se están viendo especialmente afectados por esta situación son el olivar y la vid, en plena época de cuajado y floración y el sector ganadero por la reducción de pastos.
Hay que recordar que el cereal supone el 10% de la producción agraria en España y que ya el año pasado se produjo alrededor de un 18% de reducción de la cosecha y un 2,2% en el precio. Según las estimaciones de la organización, y a la vista de los datos aportados las pérdidas podrían situarse este año en torno al 20%, pudiendo llegar a los 800 millones de euros.
Medidas a tomar
Esta misma semana la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, afirmaba que, “la lucha contra el cambio climático es la base para un desarrollo sostenido y sólido para el futuro”. Por ello desde la organización agraria piden que esta afirmación no se quede en palabras huecas, fruto de las promesas efímeras de la campaña electoral, y que de manera efectiva se invierta en investigación, mejor planificación de regadíos, semillas más resistentes a la sequía, y reubicación de cultivos, entre otras cuestiones.
También demandan que se aproveche la revisión que se plantea este año de los rendimientos asegurables de las explotaciones de cultivos herbáceos extensivos, para que el seguro sea una herramienta útil que palíe los daños por sequía que sufren los productores de cultivos herbáceos extensivos (cereales, forrajes, leguminosas y oleaginosas). El principal problema que plantea el seguro de cultivos herbáceos actual, afirman, es que sólo permite asegurar una parte muy pequeña de la producción real.
«El Ministerio no puede obviar –apuntan–, que el sistema de cálculo de los rendimientos asegurables es obsoleto, ya que no tiene en cuenta la evolución productiva que han tenido los cultivos herbáceos en los últimos años, donde la aparición de nuevas variedades, por ejemplo, ha permitido incrementar los rendimientos, siempre y cuando las condiciones climatológicas sean las idóneas».
La organización pide también mecanismos para paliar los efectos de esta sequía sobre la agricultura, como la habilitación de créditos de campaña con el 100% de los intereses bonificados para que los productores con problemas de tesorería puedan hacer frente a los costes de producción de la próxima campaña.
En cuanto a los mecanismos para paliar la sequía de este año tal y como se ha realizado en anteriores situaciones, solicitan que se bonifique el 50% de las cuotas de la Seguridad Social de los meses de junio de 2015 a mayo de 2016, y una moratoria de un año sin intereses del pago de cuotas de Seguridad Social en el mismo periodo de tiempo.