La Universidad de Jaén (UJA) estudia cómo mejorar el suelo del olivar, en peligro por el mal uso de herbicidas y la mala gestión de las cubiertas vegetales, un tema que preocupa a instituciones, investigadores del sector y agricultores.

Antonio García Fuentes, profesor del Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Jaén, miembro del grupo de investigación ‘Geobotánica y Palinología: aplicaciones al medio natural’, trabaja, entre otros temas, en profundizar en las cubiertas vegetales del olivar como freno a la erosión.

El profesor, en una entrevista realizada por la UJA señala que el herbicida en sí no es un producto malo, porque de serlo, estaría prohibido, pero su mal uso continuado y, sobre todo, la mala gestión de las cubiertas vegetales del olivar es lo que fomenta dejar los suelos desnudos y que, cuando se producen fenómenos meteorológicos, el suelo se erosione.

De hecho, hay publicaciones que hablan de 80 toneladas métricas de pérdida de suelo por hectárea y por año, y aunque otras den cifras menos elevadas, «en el día a día estamos viendo cómo hay cárcavas en olivos situados en zonas de pendiente».

«El propio agricultor tiene que emplear su propia poda para tapar esas cárcavas e incluso ya se está empleando hormigón y cemento», lo que en opinión del profesor «es una barbaridad no ver el problema antes y tratar de mitigarlo después con el gasto de dinero que conlleva para el agricultor».

Además, advierte de que «si seguimos con malas actuaciones es probable que, en determinados puntos muy localizados, se pierda por completo el suelo», aunque «afortunadamente ahora mismo son fincas de olivares muy puntuales, hay una erosión generalizada en la mayoría de los olivares con pendiente pero no es una cifra tan brutal».

Como alternativas propone la siembra de cubiertas vegetales y desde 2006, «trabajamos con la posibilidad de tener rebaños ovinos en el olivar».