Un estudio de la Universidad de Cordoba (UCO) y el IFAPA analiza el potencial de la siembra directa para conseguir los objetivos de la iniciativa ‘4perMille’, que persigue incrementar el carbono orgánico de los suelos.
El profesor del Departamento de Ingeniería Rural de la ETSIAM de la Universidad de Córdoba (UCO) Emilio J. González, del GI AGR 126 “Mecanización y Tecnología Rural”, ha participado en un trabajo desarrollado con el equipo de la Dra Rafaela Ordóñez, del Área de Agricultura y Medio Ambiente del IFAPA, donde han analizado el potencial de la agricultura de conservación para alcanzar el objetivo de aumentar el carbono orgánico en suelo un 0,4% anualmente, objetivo principal de la iniciativa ‘4perMille’.
Aplicando el modelo ‘Carbon Benefit Project’, diseñado por elPrograma de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, concluyeron que la aplicación la siembra directa en cultivos extensivos podía aumentar hasta en tres veces el objetivo de secuestro de carbono acordado.
Tras comparar una situación de agricultura convencional basada en el laboreo intensivo con los datos que aporta el modelo basado en una situación de siembra directa en cultivos extensivos (cereales, girasol, legumbres, especies forrajeras), aparecen zonas como el valle del Guadalquivir, Navarra, Aragón o Cataluña donde se podría hasta triplicar el secuestro de carbono fijado.
Con este estudio, se contrasta científicamente la capacidad de la agricultura de conservación para mitigar el cambio climático, ofreciendo así herramientas para políticas de gestión agrícola como la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea, que actualmente se está debatiendo con objetivos verdes muy centrados en la mitigación y adaptación al cambio climático.
Este estudio se encuadra dentro del proyecto europeo LIFE Agromitiga cuyo objetivo es contribuir a la transición hacia un sistema agrario hipocarbónico.
Además de aumentar el secuestro de carbono orgánico, la apuesta por la siembra directa y demás prácticas de la agricultura de conservación implica una reducción de la erosión del suelo hasta en un 95%.
De esta manera se estaría haciendo frente al principal problema medioambiental del país, muy acentuado en las cuencas de los ríos Guadalquivir y Ebro, como es la pérdida de suelo.