El proyecto Microbiosafe pretende aplicar estos compuestos de forma multisectorial, ya que pueden ser incorporados a alimentos como sistemas de conservación; a aditivos en alimentación animal para reducir la utilización de antibióticos en sistemas de producción animal, así como en productos de limpieza industrial para eliminar su presencia en toda la cadena del procesado de los alimentos.
Ainia investigará y desarrollará nuevos ingredientes bioactivos con actividad antimicrobiana frente a patógenos que aparecen en la cadena de producción de alimentos, y cuyo origen está asociado a los animales criados para la obtención de alimentos o productos de origen animal.
“La aparición de cepas de patógenos resistentes a los antibióticos tradicionales hace cada vez más necesario innovar en estrategias antimicrobianas más selectivas, que no generen problemas de resistencia. Entre las estrategias a evaluar en el marco del proyecto se encuentran los péptidos antimicrobianos (bacteriocinas), el uso de virus bacteriófagos o enzimas producidas por éstos (endolisina)”, ha señalado Ana Torrejón, del departamento de Biotecnología Industrial de Ainia.
Las endolisinas son unas enzimas producidas por los virus bacteriófagos, con secuencias específicas para cada uno de ellos, que les permiten actuar frente a una determinada especie o grupo de especies de bacterias.
Según ha explicado Ana Torrejón, “este tipo de enzimas resulta muy interesante de cara al tratamiento de patógenos bacterianos. Por este motivo, las endolisinas tienen un gran potencial como sustitutas de antibióticos o como complemento otros tipos de antimicrobianos”.
El proyecto Microbiosafe, apoyado por el Instituto Valenciano para la Competitividad Empresarial (Ivace) y fondos Feder, se enmarca en los proyectos de I+D+i que lleva a cabo Ainia para garantizar la seguridad alimentaria.