El proyecto Novaterra desarrollará un conjunto de nuevas estrategias para conseguir que los cultivos de la viña y el olivo eliminen o reduzcan significativamente el uso de los fitosanitarios más perjudiciales, así como sus efectos más negativos.
Este nuevo proyecto europeo de investigación e innovación que justo comienza ahora, quiere ocuparse de esta problemática creando un enfoque más global para garantizar tanto la seguridad alimentaria como las directivas de la Unión Europea para el uso sostenible de los plaguicidas.
Durante las diversas fases del proyecto se desarrollarán y ensayarán un conjunto de estrategias nuevas, integradas y sostenibles, pero también viables a nivel técnico y económico. Se trata de reducir la contaminación ambiental y los daños a los organismos que no forman parte de las plagas objetivo, consiguiendo a la vez una mejor sostenibilidad económica para los agricultores del Mediterráneo.
La estrategia de Novaterra se basa en la integración de tres enfoques claves: por un lado, el uso de productos de protección alternativos y naturales, como biopesticidas, agentes de biocontrol y adyuvantes, así como formulaciones innovadoras. Esto se hará conjuntamente con las pruebas de estrategias innovadoras de control biológico para reducir los efectos de las principales enfermedades y plagas que afectan a la viña y el olivo: mildiu, oídio, botritis y polilla del racimo en viña; y ojo de gallo, mosca del olivo, polilla del olivo y cochinilla negra en olivo.
En segundo lugar, el uso de una plataforma de agricultura inteligente para una aplicación más precisa de los productos (smart farming). En este sentido se quiere desarrollar y probar nuevas técnicas utilizando sensores, IoT (Internet of Things) y robótica integrados en maquinaria agrícola con el objetivo de optimizar la dosis de los productos fitosanitarios a aplicar en los viñedos y olivos, garantizando una máxima precisión.
Y tercero, el ensayo de una nueva gestión del suelo agrícola, con estrategias de biodiversidad funcional y robótica de gestión de las malas hierbas, para una mayor salud de los cultivos con menos productos químicos. Al final del proyecto, las estrategias integradas de manejo del suelo más eficientes serán seleccionadas e implementadas en un Sistema integrativo de Apoyo a la toma de Decisiones (DSS), desarrollado como aplicación web.
«Novaterra es un proyecto muy ambicioso, y comenzar en un año con una incidencia tan elevada de mildiu, en el Año Internacional de la Sanidad Vegetal, tiene aún más relevancia», destaca Felicidad de Herralde, investigadora del IRTA y coordinadora del proyecto.
El IRTA, además de en la coordinación, participa activamente en el ensayo de productos alternativos en olivar, a través de los programas de Protección vegetal sostenible y de Fruticultura, y en viña desde el programa de Fruticultura en colaboración con VITEC.
También en las estrategias de manejo del suelo y en la elaboración de nuevas guías e itinerarios de manejo integrado de plagas, así como en la evaluación del impacto económico y ambiental de las prácticas propuestas, en colaboración con el CREDA.
El proyecto, que recibirá más de 4,8 millones de euros a través del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, y que tiene una duración de cuatro años, está apoyado por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC); el Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA); la Fundación Parque Tecnológico del Vino (VITEC), la Universidad de Burgos, Bodegas Terra Gauda y la Asociación Plataforma Tecnológica del Vino (PTV), junto con la Fundación Empresa-Universidad Gallega (FEUGA).