El proyecto Spider-SIAR emplea las imágenes de los satélites Landsat 8 y Sentinel 2A y 2B, junto con los datos procedentes del Sistema de Información Agroclimática para el Regadío (SIAR) del Mapama, para realizar una estimación de las necesidades hídricas de los cultivos en regadío con carácter anual.

La directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal, Esperanza Orellana, ha inaugurado una “Jornada técnica sobre Innovación en gestión de regadíos mediante redes agroclimáticas, imágenes satélite y sistemas de información”, organizada por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama).

José Eugenio Naranjo (izda.), Esperanza Orellana (dcha.). Mapama

El objetivo, ha explicado la directora, es difundir los esfuerzos realizado por distintos actores para la integración de la información agrometeorológica procedente de las estaciones del Sistema de Información Agroclimática para el Regadío, SIAR, del Ministerio, con las imágenes de los diferentes satélites disponibles en el momento actual, con el objetivo de mejorar la gestión del agua en el regadío, lo que resulta de vital importancia en el momento actual.

En nuestra búsqueda constante de aportación de valor público a la sociedad en su conjunto, ha señalado Orellana, nos hemos ido ajustando desde la creación del SIAR, hace ya casi 20 años, a la evolución de las necesidades de los usuarios del SIAR, a través de los distintos canales de difusión de la información generada, al que se ha sumado hace ya dos años la aplicación del SIAR para teléfonos móviles y tabletas, SIAR app.

Con objeto de poner a disposición de los usuarios las herramientas clave del siglo XXI, que permitan que los regantes puedan hacer pleno uso en sus explotaciones de las nuevas tecnologías aplicadas, la directora general ha explicado que se está desarrollando el proyecto Spider-SIAR.

En este proyecto, se emplean las imágenes de los satélites Landsat 8 y Sentinel 2A y 2B, junto con los datos procedentes del SIAR del Ministerio, para realizar una estimación de las necesidades hídricas de los cultivos en regadío con carácter anual, y una valoración de la superficie de regadío, complementaria a la que efectúa la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (Esyrce).