Fertilicalc, una aplicación del investigador Francisco Villalobos, de la Universidad de Córdoba y el CSIC de Córdoba, ha sido elegida por el MAPA para calcular las necesidades de nutrientes y de fertilizantes.
El programa, que cuenta con datos para 150 cultivos, permite elegir fertilizantes orgánicos e inorgánicos y evalúa la acidificación y las pérdidas de nitrógeno.
Será utilizado por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) y por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL) para mejorar la información de suelos a nivel nacional y poner a disposición interfaces de programación de aplicaciones para recomendaciones de fertilización y elección de fertilizantes para uso público.
Fertilicalc nació inicialmente como una herramienta para la docencia en materia de fertilización e incluye las metodologías propuestas por Antonio Delgado (Universidad de Sevilla), Miguel Quemada (Universidad Politécnica de Madrid) y el propio Francisco Villalobos en el libro “Fitotecnia: Principios de agronomía para una agricultura sostenible”.
Más tarde, el software se perfeccionó y se tradujo a numerosos idiomas. Actualmente se encuentra disponible una versión para Windows, traducida a 91 idiomas y completamente gratuita, en la web de la UCO, así como versiones móviles para iOS y Android, también gratuita y traducida a 38 idiomas, que puede descargarse en la web oficial de la app.
Los algoritmos de Fertilicalc fueron adoptados como base de los sistemas de cálculo de nutrientes en el proyecto Fast, financiado por la UE. Este proyecto dio como resultado el sistema Sativum, desarrollado por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), que incluye Fertilicalc como base de cálculo.
Ahora, el FEGA, ha firmado con el ITACyL un proyecto de cuatro años para extender el sistema basado en Fertilicalc a todas las comunidades autónomas, por lo que se va a convertir en la referencia para el cálculo de fertilizantes en todos los sistemas agrícolas de España.
El investigador creador del software, Francisco Villalobos, ha señalado que “la sociedad demanda a las administraciones públicas políticas que permitan disminuir el impacto ambiental de los fertilizantes y otros nutrientes y al mismo tiempo hay que mantener el nivel de producción agrícola y de ahí la necesidad de calcular las necesidades y los tipos de nutrientes y fertilizantes para cada cultivo”.