La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente de la Región de Murcia, a través del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), ha conseguido ahorros de agua de un 15 y un 20% con nuevas metodologías de manejo del riego en limonero temprano, manteniendo la rentabilidad del cultivo.
La directora del IMIDA, Juana Mulero, destacó la importancia de esta iniciativa, ya que “el uso de este tipo de herramientas de manejo del riego son muy necesarias, teniendo en cuenta el déficit hídrico que caracteriza a la cuenca del Segura y la relevancia económica que tiene el cultivo de cítricos en la Región”.
El grupo de Riego y Fisiología del Estrés del IMIDA mantiene abierta una línea de investigación para mejorar la eficiencia en el uso del agua en cítricos desde el año 2001. El proyecto más reciente, denominado ‘Optimización del riego parcial de raíces alternado para mejorar la eficiencia en el uso del agua y la rentabilidad del limón’, financiado por el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA), pretende dar respuesta a situaciones en las que la Región de Murcia tuviera que afrontar períodos de restricción hídrica acusada, en condiciones de escasez de agua de entre un 20 y un 30% inferiores a las de un riego óptimo.
Según el investigador principal del citado proyecto, Juan Gabriel Pérez, aunque ya se dispone de estrategias de riego eficientes en cítricos, que permiten ahorros de agua significativos, éstas no han sido todavía adoptadas por los productores debido al impacto negativo que tienen sobre el tamaño del fruto y la fecha de recolección.
No obstante, los resultados obtenidos hasta el momento en este proyecto son prometedores, ya que proponen soluciones que permiten reducir el agua aplicada entre un 15 y un 20%, sin afectar al tamaño del fruto ni a la precocidad de la cosecha, lo que permite mantener la rentabilidad del cultivo.
Riego parcial de raíces
El proyecto desarrolla la estrategia conocida como ‘Riego parcial de raíces’ (PRD), una novedosa técnica diseñada para mejorar la eficiencia de él uso del agua en las plantas. Consiste en alternar el riego en dos zonas del sistema radicular (zona seca y zona húmeda), aplicando en una zona concreta el volumen de agua suficiente para abastecer hídricamente a la planta, mientras que en la otra zona se expone a condiciones de sequedad del suelo para estimular la producción de señales químicas y su transmisión a la parte aérea, con el fin de restringir el uso del agua y aumentar la eficiencia del cultivo.
En este proyecto también se han conseguido establecer criterios para un manejo adecuado del sistema de riego subterráneo, basados en el uso de sensores de humedad del suelo y de indicadores del estado hídrico de la planta. Mediante estos indicadores se ha conseguido reducir las pérdidas de agua por evaporación, manteniendo niveles óptimos de producción y de calidad del fruto.