El principal objetivo en Las Torres-Tomejil es consolidar los resultados obtenidos anteriormente en el ámbito del material vegetal y las técnicas de cultivo, así como continuar avanzando en “técnicas que han demostrado su utilidad en la reducción de costes y en prácticas sostenibles”, ha declarado Rodrigo Sánchez Haro, consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de Andalucía.
Con la visita del consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de Andalucía, al centro del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) Las Torres-Tomejil (Alcalá del Río, Sevilla), se ha escenificado el apoyo que ofrece la Junta los productores andaluces “para avanzar a través del conocimiento y la innovación en la mejora de su rentabilidad y la conservación del medio ambiente”. “Porque la agricultura y la protección del entorno no son dos conceptos contrapuestos, al contrario, son complementarios y pueden enriquecerse uno de otro”, ha recalcado.
En concreto, Rodrigo Sánchez ha puesto en valor la labor que desempeñan los técnicos de este instituto, entre otros ámbitos, en el marco del proyecto ‘Red de experimentación y transferencia en citricultura de Andalucía’, cuyo presupuesto supera los 288.000 euros para el período 2016-2018. Esta iniciativa, que cuenta con la cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), “muestra el compromiso de la Consejería con el sector citrícola” y da continuidad a la labor de experimentación y transferencia desarrollada tanto en los proyectos Transforma Cítricos 2010-12 como en los Transforma Cítricos 2013-15, ha explicado el titular de Agricultura.
Las Torres-Tomejil ofrece formación agraria como mecanismo para mejorar la empleabilidad y la capacitación técnicas de quienes forman este sector y realiza actuaciones de investigación, divulgación y transferencia de conocimiento relacionadas con la Xylella fastidiosa.
Citricultura
Rodrigo Sánchez ha puesto de relieve que el principal objetivo del trabajo que se desarrolla en Las Torres-Tomejil en el ámbito citrícola es consolidar los resultados obtenidos anteriormente en el ámbito del material vegetal y las técnicas de cultivo, así como continuar avanzando en “técnicas que han demostrado su utilidad en la reducción de costes y en prácticas sostenibles”. De esta forma se persigue la adaptación del sector andaluz a los nuevos retos, entre los que se encuentran la amenaza de la bacteria del Huanglongbing (HLB) o la creciente preocupación del consumidor por la salud.
A modo de ejemplo, Sánchez Haro se ha referido a los llamados “productos residuo cero”, que responden precisamente a esa inquietud de la ciudadanía por delimitar al máximo el uso de fitosanitarios en los campos para así lograr “una agricultura más respetuosa con todos los organismos que se encuentran en la naturaleza y ganar al mismo tiempo en seguridad alimentaria”.
El titular de Agricultura ha valorado que Andalucía es actualmente la primera productora de cítricos ecológicos de España, ya que reúne 3.725 hectáreas que suponen casi el 59% de la superficie del país. “La citricultura ecológica ha experimentado un importante ascenso en los últimos años que se debe, en gran parte, a este cambio de mentalidad del consumidor, mucho más preocupado por aspectos de índole ambiental y de salud que únicamente por el aspecto económico de las transacciones”, ha apuntado.
Rodrigo Sánchez ha recordado que el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera cuenta con numerosos contactos del sector citrícola adquiridos a lo largo de los años, a los que se suma además una amplia red de campos de ensayo y demostración que ofrece a los agricultores para la realización de una parte importante de la labor experimental del proyecto. Además, como ha comentado el consejero, el Ifapa dispone también de una infraestructura suficiente para el establecimiento de nuevos ensayos dirigidos a cubrir las necesidades más recientes de los agricultores y que “permitirán aprovechar al máximo” la oportunidad de nuevas colaboraciones que puedan surgir en el futuro para el desarrollo de ensayos prioritarios para los andaluces.
Desafíos de los cítricos
Entre los retos a los que debe hacer frente el sector de los cítricos de Andalucía se encuentra, como ha detallado el consejero, la mejora del funcionamiento de los canales de comercialización y de las técnicas de cultivo con, por ejemplo, el empleo de cubiertas vegetales o técnicas que permitan la reducción de las aplicaciones de insecticidas respetando la filosofía de «residuos cero».
Otro de los caminos en el que aún es posible continuar avanzando es la búsqueda de nuevas variedades “mejor adaptadas a las condiciones ecológicas andaluzas y que supongan una ventaja agronómica o de mercado” debido a su período de maduración, productividad o calidad, ha afirmado el consejero. Si bien actualmente la citricultura española está principalmente orientada hacia la producción para el consumo en fresco, la tendencia de los últimos años refleja un incremento de la transformación y la cercanía con Europa se presenta como una oportunidad en este ámbito. Este continente es el principal importador de zumos y “debemos diferenciarnos por nuestra calidad”, ha apuntado.
En respuesta a esta ocasión de negocio, el sector andaluz ha mostrado ya su interés por introducir más variedades con buenas cualidades para su empleo en la industria. Estas naranjas se caracterizan por tener un alto contenido en zumo y azúcares, características que mejoran la calidad de las bebidas que se obtienen de estas frutas. En otras zonas con fuerte tradición en la industria, como Brasil o Florida, se emplean diversas variedades que han demostrado su buen rendimiento pero aún no se conoce su aptitud para las condiciones edáfico-climáticas de Andalucía, es decir, cómo sería su cultivo en la región. “Se trata de un camino en el que debemos ir avanzando en los próximos años para ayudar a los agricultores a diversificar su producción”, ha resaltado el consejero.
Las Torres-Tomejil
El consejero ha puesto en valor la “amplia red de infraestructuras adaptadas a la innovación agroalimentaria” del centro Ifapa Las Torres-Tomejil, cuya superficie de 32 hectáreas reúne tanto edificaciones (laboratorios, invernaderos, naves y administración, entre otras) como con diversas fincas experimentales entre las que destaca la de Tomejil (Carmona, Sevilla). Esta explotación está especializada en la mejora de la sostenibilidad de cultivos herbáceos extensivos a través de prácticas de diversificación, el manejo del suelo en base a sistemas de agricultura de conservación y la aplicación de precisión.
Los proyectos que se desarrollan en Tomejil se orientan a la mejora de los principales cultivos extensivos de secano (cereales de invierno, oleaginosas y leguminosas) de Andalucía para hacer frente a las exigencias actuales de demanda del mercado, competitividad y rentabilidad del medio rural, calidad y seguridad alimentarias. Asimismo, fomentan los sistemas de cultivo sostenibles y la reducción del impacto ambiental.