El proyecto europeo Life Gleansmart tiene como objetivo mejorar el aprovechamiento de los cultivos, reduciendo el desperdicio alimentario y las emisiones de dióxido de carbono del sector agrario.
Un consorcio interdisciplinar formado por Ainia, AVA-Asaja, Agrosingularity, Odyssey Robotics y VisualNacert trabaja en el desarrollo de un sistema de economía circular que consiga recuperar al menos el 25% de las pérdidas actuales de frutas y verduras en la etapa primaria, para su transformación en seis ingredientes alimentarios de valor para la industria.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que el 31% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden del sistema agroalimentario global, siendo las frutas y hortalizas el grupo de alimentos que más se desperdicia a nivel mundial (32%), seguidos de la carne y los productos animales que representan el 12,4 %.
Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos es fundamental para la transición hacia sistemas agroalimentarios más eficientes y sostenibles que aseguren la disponibilidad de alimentos y una nutrición saludable de la población, pero que también sean respetuosos con el medio ambiente.
El proyecto europeo Life Gleansmart quiere contribuir a conseguir un sistema agroalimentario más eficiente y sostenible, que asegure la disponibilidad de alimentos y una nutrición saludable de la población, al tiempo que son respetuosos con el medio ambiente a través de una metodología probada, para planificar estratégicamente nuevos procedimientos de cosecha y recolección.
La finalidad es mejorar la competitividad de los agricultores y disminuir las pérdidas de alimentos para su revalorización, introduciendo esas frutas no recogidas, en una nueva cadena de valor circular. De esta forma, también se reducirán los gases de efecto invernadero derivados del desperdicio alimentario.
El proyecto Life Gleansmart validará una metodología basada en tecnologías de inteligencia artificial y robótica para la recuperación de al menos, el 25% de las pérdidas actuales de fruta en la etapa primaria. Estas frutas recuperadas se transformarán, gracias a tecnologías de procesamiento de alimentos (homogeneización a alta presión, extrusión seca y húmeda, secado convectivo, molienda, etc.) en seis ingredientes alimentarios en polvo validados para su posterior uso en la elaboración de productos alimenticios.