La empresa española especializada en diseño y fabricación de drones auto-guiados para el transporte y aspersor dirigido de líquidos, Drone Hopper, lanza su prototipo de drone para fertilización y fumigación de cultivos.

El que empezase como una alternatuva eficaz para la extinción de incendios ha pasado a ser una herramienta para las tareas de fertilización y fumigación de los campos que supone, según la empresa, un ahorro notable y aumento considerado de la producción, así como en la calidad de los cultivos.

La precisión en las tareas de fumigación y fertilización es algo muy necesario, ya que en muchas ocasiones existen problemas para acceder a algunas zonas, como las partes más altas de los árboles frutales y de las plantaciones.

El drone puede elevarse hasta 10 metros y vierte el líquido de fumigación y fertilización de forma precisa en el área donde se estime oportuno. Este trabajo es mucho más conciso que si se realiza con un avioneta, ya que no se desperdician líquidos de manera masiva y solo se tratan las zonas que lo necesitan.

Los desperdicios afectan directamente a los ecosistemas y contribuyen a la contaminación del aire. Los insectos, por su parte, son las principales víctimas de la escasa precisión en las labores de fumigación y fertilización actuales, y esto afecta manera directa a las personas. Las abejas, por ejemplo, son una de las principales especies que se ven afectadas todos los años por los líquidos fertilizantes y las labores de fumigación masivas.

La fumigación y fertilización del futuro que propone Drone Hopper, supone un cambio notable en el bienestar y la salud de todos los seres vivos, así como la mejora de la calidad de nuestras frutas y verduras. Además es una ventaja en cuanto a lo que inversión se refiere, ya que es un sistema accesible a todos los agricultores y trabajadores del sector agropecuario.

El inventor de este dron es un ingeniero aeronáutico. Pablo Flores Peña, Fundador y CEO de Drone Hopper, destaca que “Drone Hopper ofrece una alternativa más efectiva y respetuosa con el medio ambiente a los sistemas de fertilización y fumigación de campos tradicionales. No somos conscientes de la cantidad de líquidos que se desperdician en las labores de fumigación y fertilización actuales, y esto no sólo se traduce en costes sino también va en detrimento de nuestros ecosistemas”.