El programa europeo EIT Food Accelerator Network (FAN), una de las más importantes aceleradoras de start-ups en el sector agroalimentario, ha celebrado su gran final, denominada Venture Summit. En ella, la empresa surgida en el campus de Vizcaya, Odd.Bot Robotics, se ha consagrado como la ganadora de esta edición de 2020.
A este programa europeo se han presentado un total de 414 aspirantes. De ellas, 60 empresas fueron seleccionadas, y han acudido durante cuatro meses a un ‘campus’ de aceleración en seis ciudades europeas, Bilbao, Munich (Alemania), Lausana (Suiza), Cambridge (Reino Unido), Haifa (Israel) y Helsinki (Finlandia), siendo Bilbao la ciudad que recibió más solicitudes (hasta 92). El premio para el ganador asciende a 100.000 euros y una entrada directa en el sector agroalimentario, con acceso a algunos de los principales actores del mercado.
La sede vizcaína, donde se encuentra instalada la sede para el Sur de Europa de EIT Food, ha acogido durante cuatro meses a diez empresas: tres españolas, dos portuguesas y holandesas, y una de Alemania, Turquía y Escocia, respectivamente, las cuales han participado en una formación guiada por expertos internacionales.
Odd.Bot Robotics ha desarrollado una solución inteligente y sostenible para el deshierbe mediante un robot llamado WeedWhacker. Este dispositivo proporciona un mayor rendimiento y menos trabajo manual, junto con una reducción o eliminación total del uso de herbicidas. Este hecho ha sido clave en la elección del jurado.
El programa EIT FAN lo impulsa el consorcio EIT Food y tiene como objetivo acelerar el crecimiento y el impacto de empresas innovadoras en la agroalimentación.
Otro finalista desde Bilbao
A la gran final habían llegado 12 finalistas. Junto a Odd.Bot, también acudió otra start-up procedente del campus de Bilbao. Se trata de la turca Nanomik Biotechnology, que ha desarrollado y producido bioplaguicidas microencapsulados a base de plantas que funcionan como fungicidas para las industrias de la cadena de suministro agrícola y alimentaria. Su primer producto es un conservante natural llamado Mikoks utilizado para uvas y tomates que aumenta la tasa de rendimiento de los cultivos y disminuye la pérdida de alimentos en la etapa previa a la cosecha.