El director del Instituto Regional de Investigación Agraria y Forestal (IRIAF), Esteban García Romero, ha firmado un convenio de colaboración con Carlos Suárez Morales, uno de los principales comercializadores de pistacho a nivel nacional a través de su empresa ‘Nuevos Cultivos’, para financiar la investigación del pistacho, fruto de la confianza que ofrece el Gobierno regional en esta materia.
La Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha está muy interesada en impulsar iniciativas de investigación, innovación y experimentación del cultivo pistacho en el Centro de Investigación Agroambiental (CIAG), ‘El Chaparrillo’ a través del Iriaf, como organismo responsable de la investigación agroalimentaria regional. Un compromiso que adquirió el propio consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, con los empresarios del sector en una reciente reunión en la que les anunció el inicio de los trámites para que haya una ‘Marca Colectiva’ del pistacho que represente a todo el sector de la región y que sea referencia europea.
Es la primera vez que una empresa del sector pistachero apuesta por la colaboración público-privada como instrumento para reforzar y apoyar “la meritoria labor de los investigadores y técnicos de ‘El Chaparrillo’, en pro de aumentar el conocimiento en torno a este cultivo y a la industria relacionada con él”, ha destacado Esteban García. La Consejería de Agricultura, a través del Iriaf, se suma así a un modelo, vigente desde hace muchos años en muchos países y regiones que ha dado excelentes resultados. Por un lado, se ven incrementados los fondos destinados a la investigación agraria y, por otro, los esfuerzos realizados se centran de una forma más precisa en los requerimientos de innovación del sector.
El modelo propuesto por Nuevos Cultivos se basa en una cooperación agricultor-empresa. Los agricultores que entregan su producción a la empresa, tienen la opción de donar 0,05 euros/kg del precio de venta de sus pistachos para la investigación, y la empresa se compromete a aportar otros 0,05 euros/kg por cada donación. El dinero recaudado servirá para financiar actividades de investigación para el sector, según las demandas de los propios agricultores, mediante este convenio firmado con el Iriaf. En este sentido, el director general del Iriaf, Esteban García busca financiación para poder desarrollar un clon seleccionado del patrón autóctono denominado, ‘cornicabra’ o ‘terebinto’ y además, adaptar nuevas variedades procedentes de otros países en Castilla-La Mancha.
Beneficios para los agricultores
El precio pagado por Nuevos Cultivos al agricultor se sitúa entre los 5 y los 8,8 euros por kilo, de producto seco y pelado, correspondiendo los precios más altos a las partidas de mayor calibre, granos abiertos y en cultivo ecológico, que es el mayoritario en Castilla-La Mancha. Además, esta empresa hace la recogida del pistacho en la propia parcela del agricultor, para facilitar la tarea de pelado y secado y así procesarla posteriormente en sus instalaciones en las mejores condiciones, preservando al máximo su calidad intrínseca.
Esteban García ha señalado que la mayor parte de la producción nacional (que aún representa menos del 2 por mil de la mundial) se exporta a los mercados más exigentes de Europa, demandantes de calidad y producción ecológica.
12.000 hectáreas de pistacho en Castilla-La Mancha
La apuesta de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha a través de su Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario de Castilla La Mancha (IRIAF) por el desarrollo del cultivo del pistachero, está siendo respaldada por numerosos agricultores que optan por este cultivo que les ofrece una rentabilidad a medio y largo plazo difícil de conseguir en muchas zonas castellano-manchegas con cultivos más tradicionales como vid, olivo o cereales.
Desde el Centro de Investigación Agroambiental de ‘El Chaparrillo’ se vienen realizando desde principios de los años 90 del siglo pasado multitud de actividades formativas, divulgativas y de apoyo directo a los cultivadores como la entrega de yemas y el asesoramiento, aparte de seguir investigando en la medida de sus posibilidades sobre diversos aspectos técnicos del cultivo.
El pistachero es un cultivo leñoso importante en Castilla-La Mancha, aunque todavía lejos del almendro, la vid o el olivo. La superficie cultivada ha experimentado un importante ascenso, situándose en la actualidad en unas 12.000 hectáreas, el 80 por ciento de la superficie nacional; mientras que la producción ronda las 1.000 toneladas al año, principalmente en las provincias de Ciudad Real, Toledo y Albacete.
El pistacho es un tipo de cultivo cuya adaptación a la mayoría de las tierras manchegas es excepcional. Además, su bajo consumo de agua, así como su rentabilidad y adaptabilidad a las condiciones de temperatura y humedad de Castilla-La Mancha resultan óptimas para favorecer el potencial productivo del cultivo.
El actual éxito del pistachero se debe a que es un cultivo alternativo al olivar o la viña tradicionales y muy especialmente sustitutivo del cereal en tierras de bajos rendimientos, tanto por sus bajos costes productivos como por su adaptabilidad y sobre todo por su excelente y fácil comercialización, ya que dada su calidad se ha labrado un hueco en los mercados más exigentes de Europa en el que aún le queda mucho recorrido.