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Carbón vegetal y micorrizas para mejorar el suelo del olivar

Carbón vegetal y micorrizas para mejorar el suelo del olivar

El proyecto Soil O-Live está realizando pruebas con carbón vegetal y micorrizas para mejorar la salud del suelo y el rendimiento del olivar.

Soil O-Live es un proyecto financiado por la Unión Europea que busca ofrecer a los agricultores información sobre las mejores prácticas para potenciar la mejora y la sostenibilidad de los suelos del olivar.

Dentro del proyecto, un grupo de investigadores han puesto en marcha unas técnicas pioneras en la finca “El Valle”, ubicada entre las localidades cordobesas de Cañete de las Torres y Baena, uno de los 52 terrenos en los que están trabajando.

Se trata de un diseño experimental que contempla diferentes tratamientos que serán evaluados para estudiar su impacto en la salud del suelo y en el rendimiento de los olivos tratados.

Uno de estos tratamientos consiste en la aplicación de biochar o carbón vegetal de alta calidad generado a partir de restos de biomasa del olivar. Esta práctica, puntera en España, la realiza CarbOliva, firma sevillana y ubicada en el Puente del Obispo, que colabora en Soil O-Live, y que se dedica a la valorización de restos vegetales del olivar.

Según Iván Sánchez, investigador del proyecto, «esta enmienda de origen vegetal (…) tiene un alto potencial para la mejora de suelos agrícolas. Su estructura es muy porosa por lo que posee una gran capacidad para retener nutrientes hidrosolubles y agua, mejorando así las condiciones del suelo».

En este sentido, el investigador añade: «Además, ciertos microorganismos beneficiosos del suelo, como bacterias fijadoras de nitrógeno y hongos formadores de micorrizas arbusculares, pueden verse favorecidos por la presencia de este tipo de material que les proporciona un hábitat idóneo para su desarrollo», añade.

Para Álvaro Espuny, gerente de CarbOliva, «el biochar incrementa el contenido en carbono del suelo, aumenta la retención de agua y genera un hábitat de microporos que facilita el incremento de la microbiota, tan imprescindible para el olivar».

Con la idea de estudiar las posibles interacciones que pudieran tener lugar entre este material, de alta estabilidad y persistencia, y microorganismos beneficiosos del suelo, se ha aplicado en algunos casos un inóculo microbiano, proporcionado por otra firma colaboradora, en esta ocasión de origen holandés, Koppert.

Este inóculo, que se aplicó en las primeras capas del suelo con la ayuda de un infiltrador, consiste en esporas viables de hongos micorrícico arbusculares. “Este tipo de hongos, que establecen simbiosis a través de sus raíces con al menos el 80% de las especies vegetales, tiene la capacidad de proporcionar un gran número de ventajas en el sistema suelo-planta como puede ser mejorar la estructura del suelo mediante la producción de micelio (estructura de los hongos de apariencia similar a una raíz) y sustancias adherentes como la glomalina (glicoproteína) que favorece la formación de agregados y la retención de materia orgánica”, indica Sánchez.

Asimismo, las micorrizas arbusculares pueden incrementar el rendimiento agrícola gracias a su papel facilitador en la adquisición de nutrientes y agua por parte de las plantas.

El estudio pretende arrojar luz en el posible efecto de ambos tratamientos, juntos y por separado, en el sistema suelo-planta de un olivar con ejemplares adultos, lo que hace que el reto de conseguir mejoras a diferentes niveles sea aún mayor. No obstante, se espera que la presencia de un material tan poroso como el biochar pueda servir para facilitar el proceso de interacción entre los micorrizas arbusculares y los olivos adultos en los que ambos tratamientos fueron aplicados.