Creado hace dos años para analizar cuánto carbono se puede fijar en los diferentes cultivos y estructuras leñosas y desarrollar una Guía de Buenas Prácticas que permitan al agricultor contribuir a luchar contra el cambio climático, el Grupo Operativo Carbocert ha desarrollado el proyecto“Cuantificación y certificación de carbono orgánico en suelos agrícolas mediterráneos”.
Este Grupo Operativo ha sido liderado por la Asociación Española de Normalización (UNE) y en él se integran entidades de certificación, centros de investigación y organizaciones agrarias como AENOR, ASAJA, el IRTA, el IFAPA y la Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEACSV).
En estos dos años de trabajo, Carbocert ha conseguido establecer metodologías que permiten contabilizar el aumento de carbono en suelos agrícolas y en estructuras leñosas como consecuencia de la aplicación de prácticas agronómicas sostenibles.
Los estudios realizados muestran que los suelos agrícolas y los cultivos que en ellos se encuentran, tienen una función muy importante en el secuestro del carbono y que los agricultores pueden obtener un doble beneficio si aplican las prácticas agronómicas recomendadas por Carbocert para cada cultivo: por un lado, la reducción de carbono de la atmósfera y, por otro, el aumento la materia orgánica de los suelos, lo que repercutirá de forma directa en la productividad y sostenibilidad de los suelos y en la mejora de sus cultivos.
Por ejemplo, en el estudio se ha cuantificado que 1 hectárea de almendro, utilizando las Buenas Prácticas propuestas, puede secuestrar 2 toneladas de CO2/año, por lo que si en España tenemos 630.000 ha de almendros, la capacidad anual de retención de carbono en este cultivo serían de 1,26 Mt CO2/año. En olivar se puede llegar a capturar unas 2,8 toneladas de CO2/ha-año, por lo que en España con 2,6 millones de ha de olivar podríamos capturar nada menos que 7,3 millones Mt CO2/año.
El proyecto Carbocert se ha centrado en seis cultivos típicos del área mediterránea y básicos para nuestra agricultura: el olivar (2,6 millones de ha en España), el trigo (2,1 millones de ha), la viña (casi 1 millón de ha), el almendro (0,6 millones de ha), los cítricos (0,3 millones de ha) y el arroz (0,1 millones de ha).
Para cada uno de estos cultivos se han identificado los distintos sistemas de producción y prácticas de manejo con mayor potencial de absorción y almacenamiento de carbono. También se han analizado los factores climáticos, edáficos y agronómicos que influyen decisivamente en la absorción y almacenamiento del carbono. Por último, se han logrado implementar prácticas agrícolas sencillas y fácilmente replicables por parte del agricultor en los diferentes cultivos.
El resultado es la publicación de una Guía de Buenas Prácticas Agrícolas “Secuestro de carbono y mejora de los suelos en cultivos agrícolas mediterráneos”, que se podrá descargar en pdf por fichas desde internet, y en la que se explica paso a paso las diferentes técnicas agronómicas y su aplicación en cada uno de los cultivos.
Además, el Grupo Operativo ha querido fijar las bases para una futura “Certificación” para aquellos agricultores que sigan estas prácticas y ayuden a mitigar el cambio climático. Seguramente en la nueva PAC (2021-2027) ya se contemplará este tipo de medidas y tener ya experiencias previas que sirvan de base para conseguir un certificado de estás características es un avance muy importante.