Oilpulse es un proyecto financiado por la Unión Europea y desarrollado por la oficina española de Ateknea Solutions, con la colaboración de Aceites Malagón y otros tres socios, la Universidad Técnica de Berlín, D’Addato Agroalimentare, y el fabricante de maquinaria oleícola Hakki Usta. Consiste en aplicar descargas eléctricas a las aceitunas de manera que las células de la oliva que contienen el aceite se rompan, simplificando la extracción de aceite y aumentado la producción del mismo.
El proyecto Oilpulse nace con el objetivo de hacer más competitivo un sector en el que se están incorporando nuevos mercados. Aunque la fase de investigación y desarrollo del proyecto ha concluido, la planta piloto de Aceites Malagón continúa trabajando en la obtención de datos en base a diferentes cosechas para avalar la rentabilidad del proyecto antes de su comercialización.
Al significativo aumento de la producción se suman otras ventajas para el productor que convierten a Oilpulse en una inversión de éxito. En primer lugar, con esta tecnología se obtiene un aceite de mayor calidad dado que permite transformar las olivas a temperaturas más bajas (es el llamado “prensado en frío”).
De esta forma no sólo se generan menos desechos, sino que el aceite que se obtiene es más rico en fitonutrientes y alarga la vida útil del producto final. Además, como consecuencia de esta reducción de la temperatura en el proceso de transformación, el ahorro energético para las compañías olivareras es muy significativo, contribuyendo, una vez más, a su competitividad.
La competitividad del aceite de oliva
En la Unión Europea se producen alrededor de 2 millones de toneladas de aceite de oliva virgen cada año, siendo España el principal productor no sólo de la zona Euro, sino a nivel mundial, con una producción cercana a 1,2 millones de toneladas anuales. Esta industria formada principalmente por pymes, cooperativas, fábricas, refinerías, mezcladores y distribuidores da trabajo a unas 800.000 personas en la UE, pero la entrada de nuevos competidores podría poner en peligro un sector con un fuerte arraigo en España.
Además de otros países mediterráneos, Argentina, México, Sudáfrica, Australia o Estados Unidos se suman a la lista como los principales competidores, pues todos ellos cuentan con grandes extensiones de terreno aptas para el cultivo de alta densidad de aceitunas.
Oilpulse, el proyecto financiado por la UE y llevado a cabo por Ateknea Solutions se encuentra en las fases previas a su comercialización. Los investigadores que lideran el proyecto contemplan que en el futuro Oilpulse pueda aplicarse a la extracción mecánica de otros aceites, tanto los comestibles como los utilizados para la producción de biodiésel.
Investigación e innovación
El 1 de enero la Unión Europea lanzó un nuevo programa de siete años de duración, llamado Horizon 2020, destinado a la financiación de la investigación y la innovación. Durante los próximos siete años se invertirán cerca de 80.000 millones de euros en proyectos de investigación e innovación para apoyar la competitividad de la economía europea y ampliar las fronteras del conocimiento humano.
El presupuesto comunitario para investigación se centra principalmente en la mejora de la vida cotidiana en áreas como la salud, el medio ambiente, el transporte, la alimentación y la energía. Las asociaciones de investigación con las industrias farmacéutica, aeroespacial, automovilística y electrónica animan la inversión del sector privado apoyando así el crecimiento y la creación de puestos de trabajo cualificados. Horizon 2020 podrá un énfasis aún mayor en convertir excelentes ideas en productos, procesos y servicios comercializables