El Consejo de Ministros ha aprobado a comienzos de este mes un nuevo reglamento sobre acceso a los recursos fitogenéticos de valor real o futuro para la agricultura y la alimentación que completa el desarrollo de la Ley 30/2006 de semillas, plantas de vivero y de recursos fitogenético.
El reglamento tiene como objetivo promover la mejora vegetal con la participación de los agricultores, ampliar la base genética a disposición de los mismos, fomentando el uso de variedades locales y adaptadas a condiciones locales o especies infrautilizadas locales que puedan ser más resilientes a los impactos del cambio climático.
El Tratado Internacional sobre los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura (ratificado en 2004) es uno de estos mecanismos que facilita el intercambio de una lista de cultivos mediante un acuerdo normalizado, cuyo procedimiento hasta ahora no estaba establecido.
Este Real Decreto clarifica sobre todo el acceso a recursos no incluidos en esa lista que a partir de ahora pueden intercambiarse optando por usar el mismo acuerdo o seguir las disposiciones del otro mecanismo internacional, el Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de su utilización, en vigor desde 2014, por un procedimiento parecido al que ya recoge el RD124/2017 relativo al acceso a los recursos genéticos procedentes de taxones silvestres y al control de la utilización.
De esta forma se contempla el acceso tanto a los recursos cultivados como a los silvestres procedentes de especies vegetales y que constituyen un patrimonio genético que debemos conservar para mantener esta biodiversidad.
Esta regulación va a facilitar la puesta a disposición de los agricultores, mejoradores vegetales e investigadores, los recursos fitogenéticos que conserva la Red de Colecciones del Programa Nacional de Conservación y Utilización Sostenible de los Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación (RD199/2017) de cuya coordinación y conservación de la colección de seguridad es responsabilidad del Centro Nacional de Recursos Fitogenéticos (CRF) del INIA.