Esperanza Orellana, directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal, resaltó el pasado lunes 19 de junio, en la inauguración del curso “Agroturismo y Micropymes de turismo rural”, el compromiso de su departamento con la formación. El objetivo es mantener actualizados los conocimientos de los profesionales que trabajan con el sector agrario.

Orellana valoró el papel del Plan de Formación 2017, del que forma parte este curso. Impulsado por la Secretaría General de Agricultura y Alimentación, tiene como público prioritario a los técnicos que trabajan en el sector, y que constituyen un elemento clave en la transferencia del conocimiento y la innovación.

La directora general aseguró que la diversificación económica del medio rural es un elemento indispensable de cara a fijar población en el territorio y mejorar la calidad de vida de la población rural. En este contexto, destacó la importancia del agroturismo y el turismo rural como complemento a la actividad agraria y como potenciador de las economías locales. Una actividad, señaló, que crea y refuerza los vínculos entre la población urbana y la población rural. En esta línea, recordó el rápido desarrollo vivido por este sector en las últimas décadas, y el papel primordial que aún debe jugar en el desarrollo de las economías rurales. Un sector que debe afrontar también el reto de volverse más competitivo, respetuoso e integrado con su entorno, y adaptarse a las nuevas exigencias de los visitantes.

Por ello, incidió en el objetivo de este curso, destinado a repasar las principales herramientas de utilidad para la puesta en marcha y desarrollo de proyectos de agroturismo y turismo rural, utilizando las nuevas tecnologías, haciendo llegar sus mensajes de manera efectiva a los clientes, diseñando experiencias que incluyan al resto de la población de la zona en la que se enmarca, y, en definitiva, asegurando su viabilidad económica y permanencia en el tiempo.