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La AEAC.SV presenta su estudio sobre el impacto de la agricultura de conservación

La AEAC.SV presenta su estudio sobre el impacto de la agricultura de conservación

La Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEAC.SV) presentó el pasado jueves 18 de mayo en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid el estudio “Beneficios de la agricultura de conservación en un entorno de cambio climático”. En el estudio se analiza el impacto positivo que la agricultura de conservación tiene para el medio ambiente y la agricultura en un entorno de cambio climático.

Entre algunos de los puntos que se trataron destaca que, según el estudio, la generalización de esta práctica agrícola puede llegar a compensar el 112% de las emisiones de CO₂ en la agricultura española. Este aspecto resulta especialmente relevante, si se tiene en cuenta que el 9% de los Gases de Efecto Invernadero emitidos por la UE provienen de la agricultura.

La presentación contó con la participación del secretario general de Agricultura y Alimentación del MAPAMA, Carlos Cabanas, y del director general de Producciones y Mercados Agrarios, Fernando Miranda, así como con Jesús Gil Ribes y Rafael Espejo, presidente y vicepresidente de la AEAC.SV, respectivamente.

Evitar la erosión

Las regiones agrícolas mediterráneas se verán especialmente impactadas por el incremento de temperaturas y la disminución de lluvias, las cuales, se producirán cada vez más de forma torrencial. Esto supone un riesgo para la superficie de suelo apta para cultivo, debido a las consecuencias que estos fenómenos conllevan en el incremento de la erosión y en la pérdida de calidad del suelo. Basta decir, como pureba del impacto del clima en la agricultura, que la variabilidad climática afecta entre un 32% y un 39% a la variabilidad en el rendimiento agrícola.

A diferencia del modelo de agricultura convencional, que ha contribuido, entre otros aspectos, a que actualmente el 16% de la superficie europea se encuentre afectada por la erosión hídrica, según señala el informe presentado por la AEAC.SV, la agricultura de conservación contribuye al secuestro de carbono en el suelo al tiempo que favorece la biodiversidad en los ecosistemas agrarios. Además, el mantenimiento de la cubierta vegetal sobre el suelo permite frenar la erosión del mismo, pudiendo llegar a verse reducidas las pérdidas del suelo hasta un 90%,dependiendo de la superficie cubierta.

Mayor fijación de CO2

Jesús Gil Ribes, presidente de la AEAC.SV, destacó la importancia de este modelo en cuanto a la fijación de CO2. En este sentido, Gil Ribas señaló que “estos sistemas basados en la reducción de laboreo han llevado a un mayor secuestro del carbono en el suelo”. “Esto es necesario porque mejora su estructura, la fertilidad y la capacidad de almacenamiento del agua en el suelo”, añadió. En este sentido, en España la cantidad de CO2 fijada por la superficie manejada mediante técnicas de agricultura de conservación es de más de 9 millones de toneladas al año, con un potencial de fijación cercano a los 53 millones.

En comparación con el laboreo convencional, la agricultura de conservación lleva asociada una mayor eficiencia energética y puede llegar a alcanzar, de media, un ahorro energético del 20%. Esta cifra puede llegar hasta el 50%, según la región y el cultivo considerado, con el consecuente impacto positivo sobre la huella de carbono de la actividad agrícola.

Además, en cuanto a sus beneficios económicos, el estudio señala que la Agricultura de Conservación aumenta la competitvidad de las explotaciones al reducir los costes y mejorar la rentabilidad de los cultivos.