El pimiento es uno de los cultivos estratégicos para Syngenta a nivel mundial y en él se están invirtiendo recursos económicos, técnicos y humanos para lanzar variedades que permitan que sea más rentable y sostenible a largo plazo. En la jornada técnica “Resistencias en pimientos: presente y futuro”, celebrada el pasado 30 de marzo en Almerimar (Almería), se ha querido trasladar este esfuerzo en innovación, que ya se ha traducido en variedades comerciales de california rojo resistentes a oídio o nemátodos.
Syngenta cuenta con 30 centros de I+D en todo el mundo e invierte más de 100 millones de euros en innovación al año. Al ser el pimiento, junto con el tomate, uno de los cultivos estratégicos para la compañía, se está desarrollando todo un plan de programas específicos para lanzar variedades resistentes en las principales zonas de producción del mundo, como son Almería y Murcia, donde se repartes 11.000 ha de este cultivo (9.300 ha en Almería y 1.700 ha en Murcia).
Desde el punto de vista de variedades resistentes, Syngenta ya fue pionera en el lanzamiento de variedades resistentes a TSWV y Tm:0-3 (Tobamovirus). En las dos últimas campañas, se han lanzado nuevas variedades de california rojo para Almería con resistencia intermedia (IR) a oídio (Lt), como son Miyabi y Kabuki o el más novedoso Kiruna. Lo mismo ocurre en Murcia con variedades resistentes a nemátodos, como Angus y Yazir, que se lanzaron el año pasado.
La fuerte inversión para desarrollar variedades con resistencias novedosas es clave para el desarrollo del sector: por ejemplo, los nemátodos suponen pérdidas en el cultivo del pimiento de hasta el 30% de la producción y, con las restricciones regulatorias de soluciones para la desinfección del suelo, el sector necesitaba nuevas variedades resistentes y un manejo más adecuado del cultivo.
Por tanto, para consolidar el crecimiento del sector, que se ha consolidado en los últimos años, y mantener el flujo de exportaciones de pimiento e incluso aumentar las 750.000 t que se exportan a Europa desde España cada año, hay que seguir trabajando en nuevas resistencias, ya que cada vez son más restrictivas las exigencias a nivel de residuos de materias activas por parte de las cadenas de supermercados.
Por tanto, para consolidar el crecimiento del sector, que se ha consolidado en los últimos años, y mantener el flujo de exportaciones de pimiento e incluso aumentar las 750.000 t que se exportan a Europa desde España cada año, hay que seguir trabajando en nuevas resistencias, ya que cada vez son más restrictivas las exigencias a nivel de residuos de materias activas por parte de las cadenas de supermercados.
Toda esta inversión global en desarrollo de variedades quiere dar respuesta a los problemas locales de cada zona de producción, pero también es clave si queremos asegurar una producción de pimientos elevada y de calidad, sostenible y optimizando el uso de productos fitosanitarios, como demandan los consumidores.