La vendimia mecanizada hace ya varios años que es una realidad. Primero fue Francia la que mecanizó la vendimia de gran parte de su superficie vitícola. Después de años de dudas, en España también son ya muchas las hectáreas de viñedo cosechadas a máquina. Para llegar a esta meta los fabricantes han hecho un gran esfuerzo de adaptación y mejora de los primeros prototipos, pero la forma de conducción del viñedo y las variedades también han tenido que ser adaptadas a la mecanización.
Jacinto Gil Sierra. Doctor Ingeniero Agrónomo.
Se ha dedicado una atención especial a las espalderas y sus accesorios que soportan y orientan el crecimiento de los sarmientos. Una vegetación dirigida en la dirección de las filas facilita el paso de las máquinas y sufre menos daños que si los sarmientos se dirigen hacia el centro de las calles entre filas de cepas.
Los elementos que sujetan o atan los sarmientos a los alambres no pueden ser metálicos, porque los que se desprendieran al sacudir las cepas durante el paso de la vendimiadora, además de dar problemas mecánicos en la máquina, podrían sufrir oxidaciones al entrar en contacto con el mosto que se desprende de las uvas rotas. El estado sanitario del viñedo es otro factor importante, puesto que la máquina no separa uvas sanas de las que no lo están.
Las diversas variedades de vid presentan diferentes aptitudes hacia la recolección mecanizada debido al porte más o menos elevado, la fragilidad de los sarmientos y de las uvas. En Francia es donde se han hecho más ensayos para determinar esta aptitud de las variedades, dando como resultado que están bien adaptadas las variedades tintas Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot entre las que también se cultivan en España, y siendo las mejores adaptadas de las variedades blancas Riesling y Chardonnay. Por el contrario, está mal adaptada la variedad Pinot Noir (tiene los racimos pequeños y compactos).
En España se han hecho menos ensayos. En algunos, realizados hace ya varios años en los que intervino el autor de este artículo, la variedad Tempranillo admitía muy bien la vendimia mecanizada en tanto que Viura desprendía más mosto por romperse las bayas.
Regulación de la vendimiadora
La correcta regulación de las vendimiadoras reducirá los daños a las cepas y mejorará la calidad del producto cosechado. La regulación debe hacerse en función de las características de la viña y de los racimos. Hay que prestar atención a todos los factores del dispositivo de vendimia sobre los que puede actuar el operario:
– El número de varillas sacudidoras y su altura debe fijarse para que se encuentren al nivel de los racimos. No se mejora el desprendimiento de uvas colocando varillas fuera de la zona fructífera y lo único que se conseguirá es aumentar la cantidad de hojas desprendidas.
– La separación entre las varillas sacudidoras del lado derecho y las del lado izquierdo debe fijarse en función del espesor de la vegetación, de modo que en posición neutra las varillas rocen la vegetación sin apretarla; las varillas demasiados próximas entre sí comprimirían la vegetación, pudiendo llegar a romper sarmientos, y demasiado separadas la golpearían en vez de hacerla oscilar suavemente.
– La velocidad de avance no debe superar los 3 km/h en las mejores condiciones del terreno. La velocidad de la vendimiadora influye en la calidad del producto vendimiado. En demostraciones comerciales se llegan a alcanzar velocidades de hasta 5 km/h que, aunque aumenta la superficie trabajada por hora, reduce la calidad de la uva y aumenta las pérdidas y daños. Un factor que permite tener mayores velocidades de avance es la longitud estanca del dispositivo de recepción; cuanto más larga sea la longitud de estanqueidad, más rápido podrá avanzar la vendimiadora sin riesgo de que algunas uvas caigan al suelo por delante o por detrás.
– La frecuencia óptima de oscilación de las varillas depende de la velocidad de avance de la máquina y de la resistencia de las uvas a desprenderse, para producir un determinado número de impulsos por metro recorrido que logre el desprendimiento de las uvas. Es un factor que el operario deberá fijar en cada viña según su experiencia.
– La amplitud de oscilación de los sacudidores quizás sea el factor que menos se debe modificar, y mantener con escasas variaciones los valores recomendados por el fabricante excepto si las condiciones de recolección son extremas.
– Los aspiradores que eliminan las hojas y otras impurezas no deben llegar a aspirar uvas ni mosto desprendido, por lo que su velocidad de giro debe regularse. La presencia de mosto en las salidas de las toberas es un indicador de aspiración excesiva.
Los valores en los que se fijan estas regulaciones en una marca de vendimiadora pueden ser diferentes a los de otra marca para conseguir el mismo objetivo debido a que las varillas sacudidoras tienen diferentes formas y tamaños y también difieren en su modo de oscilación.
El mosto desprendido durante la vendimia mecanizada, que se deposita primero en la tolva de la vendimiadora y después en el remolque, no debe reaccionar con los hollejos, el oxígeno del aire y otros elementos que puedan estar presentes.
Es particularmente importante limitar los fenómenos de oxidación en los vinos blancos, para ello se puede vendimiar de noche cuando la temperatura es más baja y se han llegado a desarrollar remolques cerrados que protegen la vendimia con una atmósfera interior de nieve carbónica o dióxido de azufre.
Dispositivos que mejoran la eficacia
Los fabricantes de vendimiadoras han ido ideando dispositivos para mejorar la eficacia de las máquinas y la facilidad de conducción, de modo que muchas de las regulaciones se puedan hacer automáticamente. Repasando un poco la historia, algunos hitos de innovaciones incorporadas a las máquinas de vendimiar han sido:
– Noria de cestillas flexibles (1980). Cada cestilla permanece sobre el mismo punto del terreno desde que desciende para colocarse muy próxima al suelo hasta que comienza a elevarse llevando en su cuenco las uvas caídas sobre ella. El espacio bajo el túnel de vendimia está totalmente cerrado al apretarse unas cestillas contra otras y adaptarse a los troncos y postes de espaldera, de modo que no se pierden uvas en el terreno.
– Sacudidores curvos con dos puntos de unión al bastidor (1988). Su movimiento está controlado y someten a la copa de las cepas a una oscilación conjuntamente con ellos sin necesidad de golpearla, por lo que se desprenden menos hojas que con los antiguos sacudidores rectilíneos y no dañan los troncos y sarmientos.
– Regulación de todos los parámetros desde la cabina (1997). No solo se pueden regular, sino también programar y reproducir en cualquier momento una regulación anterior.
– Adaptación rápida del número de sacudidores (2003). Unas marcas permiten que el conductor active o desactive algunas de las varillas sacudidoras, de modo que aunque en el túnel de vendimia haya un número mayor de sacudidores, solo oscilen los situados a la altura de los racimos; otras marcas han facilitado la maniobra de retirada y colocación de varillas sacudidoras. Se han introducido portavarillas en las propias máquinas que permite llevar en un lugar de la vendimiadora, acondicionado para ello, hasta cuatro varillas adicionales para el sacudidor.
– Dispositivo desgranador (2003). Dado que las vendimiadoras desprenden las uvas sueltas, quedando el escobajo en las cepas, pero también se desprenden trozos de racimos y algún racimo entero, es preferible terminar de desgranar los trozos de racimo en la máquina y eliminar los restos de escobajo antes de cargar el producto en las tolvas; esto evita el uso de despalillador en la bodega. Este sistema se ha mejorado haciendo que en los trasportadores de uva hacia la tolva se separen los granos sueltos de los trozos de racimo, de modo que solo éstos pasen por el dispositivo desgranador mientras que los granos y el mosto van directamente a la tolva.
– Centrado del cabezal de recolección (2005). Unos cilindros hidráulicos desvían a derecha o izquierda el cabezal, para que esté centrado sobre la cepa que están vendimiando en cada momento, según detecten su posición unos sensores situados a la entrada del túnel de recolección que rozan con la base del tronco. El desplazamiento del cabezal de recolección es proporcional a la velocidad de avance. El túnel de vendimia cuelga de una articulación que le permite un movimiento pendular. Los cilindros de centrado centran el cabezal de recolección respecto a la base del tronco, pero si la copa de cada cepa está algo desviada a derecha o izquierda respecto a su tronco, el desplazamiento pendular del túnel de vendimia le permite desviarse lo suficiente para mantenerse centrado respecto a la copa.
Polivalencia y multifunción
En casi todos los modelos de vendimiadoras autopropulsadas se tiene polivalencia y multifunción. Polivalencia significa que se puede desmontar el dispositivo de vendimia y utilizar el bastidor como tractor zancudo al que se acoplen aperos para realizar otras labores, habiéndose desarrollado principalmente aperos para los tratamientos fitosanitarios y la poda adaptados a esos bastidores.
Multifunción significa que se pueden acoplar al bastidor al menos dos dispositivos distintos para realizar sendas labores simultáneamente. Con esto se abaratan los costes de la vendimiadora, ya que los costes fijos se reparten entre más horas de trabajo al año. Además, al pasar a caballo sobre la fila de cepas, la huella de las ruedas queda en el centro de las calles, en vez de compactar una franja próxima a los troncos como hacen las ruedas de los tractores estrechos.
Para favorecer la polivalencia se ha trabajado mucho en facilitar la retirada del cabezal de vendimia, pudiéndose hacer sin herramientas. Los viticultores que estén interesados en poseer una vendimiadora con bastidor polivalente deben cerciorarse de que el chasis de la máquina esté homologado para circular en carretera en modo multifunción, es decir, cuando tenga montado cualquier tipo de apero.
Pantallas táctiles, joystick multifunción y dispositivos electrónicos
En los últimos años han continuado las mejoras, que sobre todo atañen al equipamiento electrónico de las máquinas de vendimiar.
Siguiendo los desarrollos que también han incorporado los tractores y cosechadoras de cereales entre otras grandes máquinas, en las vendimiadoras autopropulsadas se han instalado pantallas táctiles en las que se tiene acceso a todas las funciones claves, se recibe información de las variables de trabajo (régimen del motor, velocidad de avance, frecuencia de las varillas sacudidoras, etc.) y pulsando en los iconos respectivos se pueden regular los valores de diversos parámetros de trabajo. El joystick multifunción alberga los mandos para el desplazamiento del vehículo.
Una vez que el operario fija la altura del cabezal de recolección, ésta se mantiene y unos sensores evitan que el cabezal roce el suelo en terrenos accidentados. Para el trabajo nocturno es muy útil el guiado mediante GPS y la pantalla del monitor puede mostrar las hileras trabajadas. El sistema tiene compatibilidad con el sistema de comunicación Isobus de modo que se puede utilizar la pantalla táctil para trabajar con otros aperos cuando se haya desmontado el dispositivo de vendimia y el trabajo de los pulverizadores, prepodadoras, etc., y se puede manejar desde la misma pantalla sin necesidad de mandos adicionales.
Los dispositivos capaces de medir la cantidad de uva que va llegando a la tolva en cada momento, aunque técnicamente disponibles y con los que se puede hacer el mapa de producción de una finca, aún están poco demandados. Después de años de experimentación, en las vendimiadoras New Holland ya se ofrece un sensor óptico que detecta el contenido de los pigmentos antocianinas, que dan color a los frutos, en las uvas que van llegando a la tolva.
El contenido de antocianinas es un indicador del grado de maduración. Esos valores de antocianinas, además de mostrarse en la pantalla y que el conductor tenga conocimiento instantáneo de ellos, junto con los datos de posicionamiento por GPS, puede generar un mapa de la variabilidad espacial de antocianinas en la viña.
Los dispositivos electrónicos también se utilizan para controlar el funcionamiento del motor para, entre otras ventajas, reducir el consumo de combustible. Algunos fabricantes han desarrollado un dispositivo que modifica el régimen del motor cuando se le requiere poca potencia; por ejemplo, cuando al llegar al final de cada hilera cesa el movimiento de los sacudidores, el motor gira a menos velocidad sin necesidad de que el operario actúe sobre ningún mando.
Además de la pantalla táctil para comandar las funciones de la máquina, algunas tienen otro monitor de color que muestra las imágenes captadas por una, dos u, opcionalmente, hasta una tercera cámara que muestran diversos lugares de la vendimiadora de los que el operario no tiene visión directa.
Algunos dispositivos electrónicos realizan su trabajo sin que su función se muestre en pantalla. Así, tenemos sistemas para distribuir la descarga de uvas sobre las tolvas que, en combinación con dos sensores de nivel por infrarrojos, permite llenar por completo las tolvas.
Innovaciones más recientes
Entre las demás innovaciones recientes, quizás menos espectaculares pero no menos útiles, podemos destacar:
– Reducción del tiempo de lavado diario al terminar la jornada de trabajo. Para conseguir esta reducción cada fabricante ha recurrido a diversos procedimientos; el más elaborado es activar desde el puesto de conducción que la máquina se disponga en modo «lavado», lo que hace que se retraigan los separadores, los aspiradores y otros elementos que intervienen en el dispositivo de vendimia para que el agua pueda llegar con más facilidad a todos los lugares que han estado en contacto con las uvas.
– Opción de instalar cinta de descarga lateral además de las tolvas, de modo que se pueda estar descargando sobre un remolque que circule en paralelo a la vendimiadora para reducir el tiempo de trabajo (se ahorra el tiempo de descargar las tolvas) en las viñas que permitan el paso del remolque. Otra novedad relacionada con las tolvas es aumentar su volumen añadiendo una concavidad a poca altura del suelo que se ajusta al espacio entre las ruedas delantera y trasera de cada lado; esto hace que el centro de gravedad de la vendimiadora sea más bajo, teniendo mayor estabilidad.
– Cabina que no solo da comodidad, sino que su estructura resiste el peso de la máquinas en caso de vuelco como ocurre por imperativo legal con los tractores. La reciente novedad en cabinas, que fue premiada en la última edición de Sitevi y de FIMA, es el dispositivo de filtrado presentado por New Holland. Un ventilador mantiene una ligera sobrepresión en la cabina para que no entre aire exterior de modo natural, sino solo el que impulsado por el sistema de filtración. El sistema tiene dos niveles de filtrado, el nivel más bajo ofrece protección contra el polvo. Cuando se trabaja con un pulverizador acoplado al chasis, el operario puede activar el sistema de filtración más avanzado que protege contra vapores y micropartículas, quedando protegido del pesticida que por deriva pueda llegar hasta la cabina.
– Escalera de acceso a la cabina que se retrae y extiende por motor eléctrico pulsando un interruptor.
– El brazo de alguno de los espejos retrovisores tiene un sistema amortiguador para poder desviarse y no sufrir daños al chocar con un obstáculo.
– El ángulo que desvían las ruedas directrices ha ido aumentando para reducir el radio de giro en las cabeceras, habiendo ya modelos con una desviación de 95° desde la posición de avance en línea recta.
– La normativa de control de emisiones también ha llegado a los motores que se instalan en las vendimiadoras autopropulsadas. Por tal motivo, ya hay en el mercado modelos cuyo motor está equipado con los mismos sistemas de reducción de gases nocivos que los motores de los tractores, y algunos de ellos requiere el uso de la disolución de urea en agua conocida comercialmente como AdBlue para tratar los gases de escape.
– Las vendimiadoras arrastradas por tractor estrecho también facilitan su manejo con una caja de control que se instala en la cabina del tractor. El control de las funcionen todavía se realiza accionando teclas o pulsadores situados en esa caja, y la pantalla de que también se dispone facilita al conductor información de las variables de trabajo, aunque no es táctil para poder comandarlas desde ella.