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La floración del manzano en el bajo Fluviá, en posible peligro por el cambio climático

La floración del manzano en el bajo Fluviá, en posible peligro por el cambio climático

El IRTA ha llevado a cabo una proyección de cómo afectará el aumento de las temperaturas en la floración del manzano en el bajo Fluviá hasta 2070, determinando que los efectos del cambio climático pueden poner en riesgo la producción de la manzana en la zona, Indicación Geográfica Protegida «Poma de Girona».

El estudio, titulado ‘Aproximación  de los posibles impactos del cambio climático en la floración del manzano en el bajo Fluviá’, ha sido publicado recientemente en la revista Agricultural Water Management y constituye uno de los primeros trabajos que se hacen en Cataluña sobre proyecciones de cambio climático en frutales.

La investigación ha sido financiada parcialmente con el apoyo del proyecto Accua (Fundación Caixa Cataluña) y el proyecto Life-Medacc,  y la ha llevado a cabo un equipo de investigadores del IRTA Mas Badia y del programa de Horticultura Ambiental.

La temperatura es un factor importante en la producción de manzana y otras frutas, ya que necesitan romper la latencia completa, un requisito previo a la brotación y la floración eficaz y sincrónica. El aumento de la temperatura relacionado con el cambio climático, por tanto, podría conducir a la inadecuada refrigeración de ciertas áreas y afectar así a la idoneidad de ciertas especies o cultivos para sobrevivir, así como su rendimiento.

El objetivo de este estudio es, por tanto, estimar cómo el cambio climático puede afectar a la fecha de floración y, en consecuencia, a la viabilidad de los cultivos de manzana en el bajo de Fluviá. El trabajo se ha basado en estimaciones enfocadas hacia la necesidad de frío y las necesidades del cultivo a través de un análisis estadístico. Además, se han usado unas previsiones meteorologicas basadas en dos escenarios de cambio climático (B1 y B2) con las que se han estimado las fechas de floración a lo largo del siglo XXI.

Los resultados muestran, en general, que los cultivos de manzana podrían sufrir retrasos en su fecha de floración desde mediados de siglo y podrían presentar trastornos graves como consecuencia de un enfriamiento suficiente a largo plazo, lo que podría afectar a la viabilidad de los cultivos.

En palabras de Robert Savé, investigador del IRTA, «el cambio climático pone en compromiso esta actividad agrícola, por lo menos si se hace como ahora, y este trabajo quiere ser una ayuda a la hora de tomar decisiones».  Además, ha asegurado que si se hicieran estudios similares en otros cultivos como la viña o el olivo, los resultados también mostrarían posibles desajustes en algunas variedades consecuentes del cambio climático. De esta manera, estos indicadores pueden ser el primer paso para desarrollar estrategias agronómicas de adaptación.