La finca Valquejigoso es una de las 40 que se han adherido a la iniciativa The Good Growth Plan de Syngenta, que tiene como objetivo la generacion de áreas de biodiversidad en la península. De esta manera, Valquejigoso se ha situado como ejemplo de integración del viñedo en el entorno natural apostando por las buenas prácticas agrícolas, la biodiversidad, la viticultura de precisión y la enología basada en la parcelación de la viña.
Situada en el suroeste de la Comunidad de Madrid, en el municipio de Villamanta, la Dehesa de Valquejigoso, propiedad de la familia Colomo Carmona, cuenta con 600 hectáreas de encinar donde se integran 47 ha de viñedo (que prevén ampliar hasta las 55). Gracias a la orografía con terrenos suavemente ondulados, la complejidad y variabilidad de la composición de los suelos, las distintas orientaciones de la plantación y las diversas variedades de uvas, han podido elaborar vinos con carácter propio.
Según Aurelio García, director técnico de la finca, «el secreto está en su ubicación, que nos permite la división de las 47 ha de viñedo en 81 parcelas que se gestionan individualmente y con unas prácticas culturales específicas para cada una de ellas, siempre ayudados con técnicas de viticultura de precisión».
A través de este secreto, son nueve los varietales tintos que se cultivan: Cabernet Suavignon, Cabernet Franc, Merlot, Petit Verdot, Syrah, Tempranillo, Garancha, Graciano y Negral; y 4 varietales blancos: Suavignon Blac, Viognier, Albillo Real y Moscatel de Grano Menudo. Estos 13 varietales dan lugar a algunos de los vinos más exclusivos del país, como el Valquejigoso VI, un vino tinto que se elabora en los años excepcionales climáticamente y que procede de una sola de las 81 parcelas, o el Valquejigoso V2, vino también tinto de las parcelas dela parte más altas de las laderas del viñedo compuesto por vinos originarios de diferentes parcelas.
Otro de los vinos más exclusivos es el Mirlo Blanco, que busca transmitir el carácter de la finca en un vino blanco que sólo se elabora en años en que consiguen «la tipicidad de Valquejigoso en el vino resultante», que se manifiesta a través de una producción muy baja y un vino muy peculiar.
Además de el tipo de uva, la diferenciación de estos vino viene dada también tras la vendimia. Como explica Aurelio García, tras la refrigeración de la uva, ésta se selecciona de forma muy estricta para encubarla por gravedad en depósitos troncocónicos de pequeña capacidad y en tinas de roble francés.
Las claves del proyecto Operación Polinizador
La idea, según comenta Aurelio García, es «crear un entorno natural alrededor del viñedo que fomente la biodiversidad y que ayude a luchar contra las plagas y dar singularidad a nuestros vinos por el cuidado especial del medioambiente».
Precisamente por eso, Valquejigoso ha entrado este año en el proyecto Operación Polinizador, orientado a fomentar las poblaciones de insectos polinizadores. Francisco García Verde, responsable del proyecto en Syngenta, explica que la clave del proyecto está en la creación de hábitats «que fomenten la biodiversidad en las zonas de cultuvo. Estamos obteniendo muy buenos resultados en la mejora de las poblaciones de polinizadores y en el desarrollo de la Biodiversidad Funcional, es decir, el fomento de habitats que alberguen fauna auxiliar que tiene una labor fundamental en los cultivos y van a poder ser parasitoides y depredadores para el control de plagas».
Para Aurelio García, los beneficios de este proyecto son claros: «Los medios que se necesitan para desarrollar una franja multifuncional son mínimos y el efecto en tu viñedo o en tu cultivo de los polinizadores y fauna auxiliar es fantástico. Además, no hay que olvidar que cada vez los consumidores piden productos más naturales y este tipo de prácticas seguro que nos ayudan a la hora de afianzar nuestros vinos en los mercados exclusivos donde los comercializamos».
Nuevas especies de polinizadores y fauna auxiliar beneficiosa
Oscar Aguado, Entomólogo especializado en polinizadores y su conservación, que colabora con la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Madrid y con el CSIC en la estación biológica de Doñana, ha sido el encargado de estudiar la biodiversidad en los márgenes: “En la finca de Valquejigoso hemos creado bandas multifuncionales con 10 especies diferentes de plantas anuales, como manzanilla, vivorera, cilantro, etc., y hemos realizado varios muestreos de insectos tras la floración”.
“La emergencia y la floración este año ha sido muy buena, hasta el punto que en un solo muestreo se han llegado a recoger 73 especies diferentes de fauna auxiliar, de las que al menos 18 son depredadores da plagas como coccinélidos o sifidos que comen pulgones, crisopas, escarabajos, etc. Entre los polinizadores, en el muestreo están muy bien representados los cuatro grupos: abejas, mariposas, escarabajos y moscas. Dentro del grupo de las abejas han aparecido 42 especies. Estamos hablando de abejas solitarias y no es frecuente encontrarse en Madrid o Toledo este importante número de este tipo de abejas, lo que demuestra el efecto positivo de sembrar bandas multifuncionales de plantas al lado de las viñas, en este caso”, cuenta Aguado.