Un estudio de la empresa ASP Asepsia revela que el uso de ozono en agricultura permite incrementar la productividad de las explotaciones agrícolas entre un 15% y un 40% en más de 250 cultivos. El motivo es que el ozono favorece la oxigenación de las raíces, la mejor calidad del producto y actúa para prevenir las enfermedades o plagas de las plantas

Por otra parte, los generadores de ozono pueden eliminar los pesticidas y hacer que los empleados del sector agrícola puedan trabajar del modo más saludable y con menos riesgos. Para evitar la mayor parte del contacto directo con los pesticidas, los trabajadores deben utilizar distintos tipos de dispositivos de seguridad, como ropa impermeable y el uso de guantes en todo momento, así como mascarillas para evitar respirar los gases producidos por los elementos químicos.

En algunas ocasiones, trabajar con pesticidas de manera habitual, como es el caso de los trabajos agrícolas, puede provocar, entre otros síntomas, alergias en los trabajadores, que se caracterizan por la aparición de lagrimeo intenso, manchas en la piel, dolor de cabeza, tos, ojos rojos e hinchados.

La empresa ASP Asepsia, que ha comprobado estos resultados en invernaderos de Almería, informó en un comunicado que los sistemas de ozono reducen, además los costes económicos, debido al ahorro en fitosanitarios, abonos y agua de riesgo, contribuyendo a incrementar de forma significativa la rentabilidad de las explotaciones agrícolas.

Las principales aplicaciones del ozono en la agricultura son la inyección de agua ozonizada en el riego y los tratamientos foliares por pulverización. El riego con agua ozonizada desinfecta las raíces y el sustrato, impidiendo la aparición de enfermedades causadas por hongos o bacterias. La descomposición del ozono en oxígeno asegura raíces nuevas y sanas hasta el fin de cultivo. Este agua ozonizada puede ser utilizada para limpiar los suelos y el material de trabajo, con el fin de eliminar los restos de pesticidas que pueden quedar el ellos.

Por su parte, los tratamientos foliares con ozono evitan otros ataques bacterianos o fúngicos, como la botritis o podredumbre parda, la ceniza y el mildiu.

Esta agua ozonizada es también útil para la limpieza y desinfección de frutas y verduras (algo imprescindible e n los hogares y empresas de restauración) previniendo así la ingesta de restos de pesticidas o plaguicidas que pueden quedar y que solo el agua no elimina.