La consejera de Agricultura de la Junta de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha señalado que el nuevo Programa de Desarrollo Rural (PDR) regional 2014-2020, que se está ultimando con las organizaciones agrarias, destina unos 950 millones de euros a potenciar el sector agroalimentario de Castilla-La Mancha. De este montante, unos 123 millones irán a jóvenes agricultores, dentro de un subprograma temático exclusivo. Buena parte de estas ayudas se dirigen a la primera incorporación, con 69 millones, con un máximo de 50.000 € por beneficiario, frente a los 40.000 € actuales- para los jóvenes que tengan 40 o menos años, siempre que cumplan un Plan Empresarial para la explotación, sin exigírseles una inversión concreta. Además, los jóvenes ya incorporados tendrán prioridad en muchas líneas de ayuda y ventajas en cada medida del nuevo PDR.

El PDR de Castilla-La Mancha prestará atención en tres aspectos: el rejuvenecimiento del sector agrario, la concentración de la oferta y las inversiones que permitan generar empleo. Además, se impulsará la formación y la producción y promoción de alimentos de calidad, la producción ecológica e integrada y el sector ganadero.

La titular de Agricultura se ha reunido recientemente en Toledo con representantes de las organizaciones agrarias de la región para ultimar el PDR 2014-2020, dotado de 950 millones para actuaciones directas de potenciación del sector agroalimentario, con “fuerte potencial y mucho recorrido para ser un pilar importante del futuro en la economía de Castilla-La Mancha”.

Soriano ha destacado también que el nuevo PDR va a emplear 8,6 millones para fomentar la integración cooperativa y las agrupaciones de productores, al menos desde el plano comercial, con ayudas que alcanzarán hasta los 100.000 euros por beneficiario al año.

Mejorar la competitividad de las explotaciones

En la modernización del sector agroalimentario se van a invertir 330 millones en ayudas para impulsar  las inversiones que permitan contar con unas explotaciones y unas industrias y cooperativas agroalimentarias renovadas y competitivas, distinguiendo tres tipos de inversiones: la mejora de las explotaciones agrícolas y ganaderas; la modernización de regadíos; la adaptación de infraestructuras agrarias; las inversiones agrícolas no productivas, y la modernización de las industrias y cooperativas agroalimentarias.

Otras medidas serán el impulso a la formación; la apuesta por la producción y promoción de alimentos de calidad, con ayudas de 7,6 millones (5,6 millones para cofinanciar las actividades de promoción y 2 millones para fomentar la participación de agricultores y ganaderos en las 44 figuras de calidad con que cuenta la región) en el periodo citado; la potenciación de la producción ecológica e integrada, o el apoyo a los cultivos con elevado potencial de desarrollo en la región.

En el ámbito puramente ganadero, se apoyará a las razas autóctonas, a la ganadería extensiva, en especial a los ganaderos de zonas con limitaciones naturales o específicas, y se impulsará la mejora genética ganadera.