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Provacuno pone en marcha el proyecto Agrocompostaje

Provacuno pone en marcha el proyecto Agrocompostaje

Provacuno, junto con investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) y de la Universidad Miguel Hernández (UMH), ponen en marcha el proyecto Agrocompostaje.

El proyecto se dio a conocer en las  instalaciones de la Cooperativa de Ivars d’Urgell y su presentación corrió a cargo de Javier López, director de Provacuno. Se trata de un estudio que permitirá al sector conocer y estandarizar el valor fertilizante de las deyecciones ganaderas. Para ello, los investigadores llevado a cabo pruebas de campo en cinco granjas de diferentes comunidades autónomas, dos de ellas en Cataluña.

El estiércol bovino posee un gran potencial fertilizante, por lo que optimizar su manejo y conocer su composición son aspectos clave para su valorización. Además, la gestión del estiércol debe estar ligada a la aplicación de un compendio de mejores técnicas disponibles (MTD), algunas de las cuales están actualmente en estudio, con el objetivo de contribuir a la mitigación del cambio climático.

En esta investigación se han monitorizado pilas de compost utilizando diversos estructurantes y aditivos, obteniendo resultados prometedores. La finalidad es diseñar protocolos mejorados y viables para la gestión del estiércol, considerando que su composición puede variar significativamente según múltiples factores.

En la segunda parte de la jornada, se visitaron las instalaciones de Agromont, donde se realiza el proceso de compostaje en granja. Los primeros resultados han demostrado que la generación de compost contribuye al reciclaje de nutrientes en el marco de una economía circular. Tal como señaló Raúl Moral, investigador de la UMH, «la ganadería es clave para lograr en nuestro país la soberanía fertilizante», y así reducir la dependencia de fertilizantes sintéticos.

Entender y monitorizar el proceso de gestión de las deyecciones y su compost permite obtener biofertilizantes ricos en nutrientes, minimizando al mismo tiempo las emisiones de amoníaco y gases de efecto invernadero (GEI). En otras palabras, cuantas menos pérdidas experimenta el producto a lo largo del proceso, mayor es su valor nutricional y, por ende, su valor en el mercado. Obtener un producto con un buen valor fertilizante contribuye a la reducción de la huella de carbono y puede generar nuevos ingresos que mejoren la competitividad de la actividad ganadera.

Provacuno, en representación del sector del vacuno de carne, está inmerso en varios proyectos orientados al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).