Una tecnología única permite a la compañía Fructícola Empordà conservar intactas todas las propiedades de las manzanas que produce durante un año.
Para lograrlo, la compañía ha invertido 6,5 millones de euros en construir una nave de 3.700 metros cuadrados con capacidad de almacenaje de seis millones de kilos que dispone de una tecnología de Control Avanzado de la Respiración de la fruta (ACR) pionera en España.
El sistema, inspirado en el funcionamiento de la tecnología implantada por la compañía Van Amerongen en los Países Bajos, pionera en el sector de la conservación de frutas y verduras, permite a la empresa conservar por primera vez en sus instalaciones toda la fruta que produce, que ronda los doce millones de kilos de manzanas.
El Control Avanzado de la Respiración ajusta de manera automática los niveles de oxígeno del interior de la cámara frigorífica, como principal rasgo característico si se compara con otros sistemas existentes. Es capaz de medir la respiración de toda la fruta que hay almacenada.
A diferencia de la tecnología de atmósfera dinámica, a partir de la cual se baja la concentración de este elemento químico al mínimo para ayudar a la conservación del producto, el ACR trabaja con un algoritmo que cada día determina y regula la cantidad necesaria de oxígeno, que está a niveles muy bajos.
De esta manera, la manzana no se oxida y se puede conservar de un año a otro sin que el producto pierda ninguna de sus propiedades durante todo este tiempo. Además, una de las principales ventajas es que esta tecnología reduce de manera considerable los gastos energéticos de refrigeración porque la manzana produce tres veces menos calor de lo que es habitual.
Agustí Heras, presidente de Fructícola Empordà, considera que la construcción de esta última nave frigorífica supone la consolidación de la empresa y «una clara demostración de que el sector de la manzana está muy vivo«.
Con 550 hectáreas cultivadas, Fructícola Empordà es una de las tres empresas que produce y comercializa manzanas bajo la denominación de calidad Indicación Geográfica Protegida (IGP) Poma de Girona. Nacida hace medio siglo, la compañía está situada en Sant Pere Pescador (Alto Ampurdán), donde las temperaturas suaves y frescas, unidas a fuertes contrastes entre el día y la noche, hacen de esta zona un lugar idóneo para el cultivo de la manzana.
La central dispone de la certificación BRC (British Retail Consortium), que conlleva un control estricto de proveedores, una formación continuada a los trabajadores y un sistema de trazabilidad que permite hacer un seguimiento estricto de la fruta desde su recolección hasta la llegada al consumidor final. También cumple el protocolo GlobalGap de buenas prácticas agrícolas. Fructícola Empordà trabaja con 25 productores y cuenta con el asesoramiento de técnicos especialistas, en colaboración con la Estación Experimental IRTA-Mas Badia de Canet de la Tallada y la Universidad de Girona.