El IRTA ha puesto en marcha el proyecto Demo Marges, que estudia las mejores prácticas para mantener los márgenes de las fincas agrícolas más sanos, contribuyendo así a aumentar la biodiversidad del suelo y protegerlo frente a la erosión.
Según pretende demostrar el proyecto Demo Marges, unos márgenes sanos pueden proteger el suelo frente a la erosión, mejorar la infiltración del agua de lluvia y evitar la pérdida de terreno fértil.
Además, cultivar unos márgenes adecuados, en vez de limitar los cultivos con caminos u otras estructuras que pueden ser nido de plagas y malas hierbas, puede ayudar a favorecer la biodiversidad gracias a la presencia de insectos polinizadores o depredadores de plagas.
El IRTA, a través del proyecto Demo Marges, quiere ensayar y mostrar las diferentes opciones de vegetación existentes en función de las distintas tipologías de margen, con el objetivo de que los agricultores puedan restaurar los márgenes degradados en las explotaciones agrícolas.
Con todos estos conocimientos, el IRTA elaborará una guía para de márgenes en fincas agrícolas, que estará disponible online de forma gratuita desde su web. «Queremos elaborar un documento con técnicas y métodos para la restauración de márgenes en fincas agrícolas que sea útil para el personal agricultor y técnico», explica la investigadora del IRTA Georgina Alins, investigadora del programa Fruticultura del IRTA y responsable del proyecto.
Hasta ahora, la tecnología de restauración de márgenes se había utilizado, principalmente, en márgenes provocados por obras civiles — carreteras, puentes, urbanizaciones… —, pero ahora se quiere demostrar en un contexto agrícola que ciertas especies de flora no son “malas hierbas”, sino plantas que protegen el suelo, incrementan biodiversidad y por tanto son buenas y deseables para la explotación agraria. Se trata, pues, de todo un cambio de paradigma a la hora de considerar la presencia de ciertas plantas en una finca.