Can Pol es una de las explotaciones ganaderas piloto que forma parte de la iniciativa mundial Farming for Generations (F4G), liderada por Danone en una alianza con otras compañías de la industria agrícola. Está dirigida por los hermanos Lluis y Quim Pàges, y dedicada íntegramente a la producción de leche y cultivos, estos últimos para la alimentación de su ganado. En ella se ha llevado a cabo un proyecto relacionado con el cultivo de una nueva variedad de maíz (BMR (Brown MidRib)), como práctica para mejorar la eficiencia de los forrajes y así, favorecer a la salud de su ganado.
Elena Martín Seseña. Redacción.
“En el último año el mercado de materias primas se ha disparado y hemos tenido que abordar nuevas estrategias de alimentación con nuestros nutrólogos para poder optimizar costes de alimentación. Para ello nos hemos basado en las prácticas de agricultura regenerativa propuestas por Farming for Generations (F4G)”, ha destacado Lluis Pàges.
Can Pol es una explotación familiar ubicada en Vilarnadal, Girona (Cataluña), muy cerca de la frontera con Francia, a 125 km de la Fábrica de Parets de Danone. La finca tiene cinco hectáreas aproximadamente y cuenta con 375 vacas adultas (lactantes y secas) y 300 terneras. Este año, el promedio producción está en los 33,5 l/vaca lactante/día, siendo predominante la raza frisona, aunque un 15% de los animales pertenecen a la raza Brown Suizo y un 8% son Jerseys.
“Nuestro objetivo final es la sostenibilidad en equilibrio con la eficiencia productiva. Para ello, estamos invirtiendo en mejoras con nuevas herramientas de gestión que nos permiten optimizar los indicadores reproductivos de la granja. Actualmente, también estamos diseñando la estrategia a seguir en las instalaciones para la mejora del bienestar animal y la reducción de la huella de CO2. Estas prácticas se pondrán en marcha a partir del año 2022”, ha explicado Lluis.
En Can Pol opinan que la sostenibilidad es el futuro y, por lo tanto, creen que una excelente base de forraje para la alimentación de sus vacas es clave para seguir apostando por su objetivo principal, la calidad de la leche y de sus cultivos, dos ámbitos muy ligados, además del bienestar que deben tener sus animales a lo largo de su vida.
Por eso, han utilizado una nueva variedad de maíz, BMR (Brown MidRib), que les permite hacer frente al estrés por calor de las vacas en los meses más cálidos del año y, además, han diseñado una ración que utiliza una cantidad considerable de subproducto, como pueda ser el bagazo de cerveza y la pulpa de naranja. Todo ello, en el marco de la F4G.
“F4G nos ha permitido darle valor a todo lo que ya se venía haciendo y nos ha aportado ideas innovadoras de mejora para el futuro (incierto en el sector lácteo)”, ha destacado Lluis.
Principios de Farming for Generations (F4G)
Lanzada en 2019, F4G es una alianza mundial que tiene como objetivo promover la agricultura regenerativa en la ganadería lechera. Iniciada por Danone, esta iniciativa une a ocho empresas de la cadena agrícola mundial, entre las que se encuentran Corteva y Yara, tres asesores y agricultores importantes con un enfoque de igual a igual.
Y es que, los agricultores son una parte central de este proyecto: participan siete empresas ganaderas y 33 agricultores de ocho países que muestran soluciones de prueba en sus fincas y, posteriormente, toda la información se comparte dentro de una red de agricultores.
“Nuestro objetivo es impulsar la adopción a gran escala de prácticas agrícolas regenerativas en todos los modelos y tamaños de granjas, a través de los diferentes países que acompañan este movimiento global. Estamos impacientes por asociarnos con agricultores dispuestos a hacer una transición hacia la agricultura regenerativa, así como seguir apoyando a aquellos que ya están comprometidos en este viaje”, ha explicado Joao Sousa, portavoz de Danone en España.
Joao ha añadido que esta alianza alienta y apoya a los agricultores en la implementación de prácticas que han demostrado ser eficiente y rentable, al mismo tiempo que aportan soluciones innovadoras en las explotaciones ganaderas, el seguimiento y la vigilancia de sus efectos y compartir sus resultados y recomendaciones dentro de la red de F4G.
“No creemos en un enfoque de un modelo para todos, por lo que ofrecemos una amplia gama de soluciones globales y abiertas, y también asesoramos a los agricultores y ganaderos para elegir lo que funciona mejor para cada uno”, ha apuntado Joao.
La sostenibilidad en la producción agrícola de Can Pol
Y es que, entre las cuatro granjas españolas seleccionadas para las pruebas piloto de la iniciativa F4G, destaca Can Pol por su carácter innovador. En ella se han llevado a cabo los objetivos del proyecto permitiendo afrontar dos grandes retos: probar nuevas variedades híbridas para mejorar tanto la calidad del alimento como la digestibilidad de la fibra para resistir las complejas condiciones climáticas que se reflejan en la ingesta nutricional del rebaño, y optimizar el suministro de nutrientes para alcanzar los objetivos de rendimiento, calidad y medio ambiente.
A lo largo de los dos últimos años se ha puesto en marcha un plan estratégico: primero, se definió un plan de fertilización específico para este nuevo híbrido teniendo en cuenta el abono orgánico producido por los propios animales de la granja.
Tras el picado del cultivo, entre el equipo técnico de las diferentes empresas y los ganaderos se decidió ofrecer a los animales este silo de maíz BMR durante el siguiente verano, debido a que este nuevo forraje tenía una mayor digestibilidad de la fibra y aportaba un mayor contenido energético a través de la alimentación, en los momentos más críticos debido el estrés por calor.
“Las ventajas de usar maíz BMR en un periodo en el que las vacas reducen su ingesta debido al estrés por calor es que con la misma cantidad de materia seca estamos ofreciendo al animal un mayor aporte energético. Con los datos obtenidos a día de hoy, comparado con el mismo periodo del año pasado, podemos decir que la producción por vaca lactante ha aumentado un 19%, acompañado a su vez de una mayor eficiencia en sólidos (+15 g/vaca/día)”, ha explicado Joao, añadiendo que, además, la combinación de fertilización de precisión y un alimento más digestible tiene un impacto positivo de reducción de CO2.
Can Pol dispone de 225 hectáreas de cultivo, de las cuales 40 tienen un sistema de regadío y el resto están en secano. En regadío siembran maíz, (aprox. 40 t/ha); en la superficie de secano siembran una mezcla forrajera de diferentes especies de cereales y leguminosas, y aprox. obtienen unas 25-30 t/ha. (La mezcla forrajera es AVEX de Fertiprado, que se adapta mejor al terreno y al clima). Por otro lado, también siembran avena, con una producción de unas 20 t/ha.
La zona donde se ubican los cultivos tiene un clima mediterráneo, donde predomina un viento de norte (la famosa ‘tramontana’) muy fuerte y seco en invierno. Como cada año, abonan con el estiércol de sus propios animales, aprox. 22 t/ha para el AVEX y 32 t/ha para el maíz. En este sentido, no hacen abonado mineral de fondo. La fertilización de cobertera se realiza cuando el maíz tiene entre las cinco y ocho hojas de la planta (maíz) con un abono nitrogenado.
Este año, en el maíz, Can Pol ha regado la mitad por aspersión, registrándose un consumo de 340 litros por m2, y la otra mitad ha sido con riego por inundación. El principal problema que suele tener en la finca es el crecimiento de malas hierbas, ya que el suelo de la zona es muy rico en materia orgánica, y también el jabalí.
Entre las demás prácticas regenerativas que están llevando a cabo está la de limitar el trabajo de laboreo. “También es muy importante poder hacer una fertilización de precisión y utilizar un sistema de riego que minimice el consumo de agua. Creemos que todas las prácticas que ayuden a mejorar la huella del CO2 son bienvenidas, porque a la vez que mejoran los rendimientos de cultivo también lo están haciendo en la explotación ganadera”, ha apuntado Lluis, añadiendo que, en la actualidad, también están estudiando la posibilidad de realizar su propio compost.
Retos de F4G
Las prácticas regenerativas en explotaciones piloto alrededor del mundo están mejorando la salud del ganado, reduciendo la huella de carbono y aumentando el rendimiento. Desde la iniciativa F4G, han destacado que los retos más importantes a los que han tenido que hacer frente han sido conseguir trabajar en el mismo proyecto junto a varias empresas totalmente distintas, que no se conocían entre ellas; también, conseguir aportar valor a los ganaderos y agricultores, y, sobre todo, la divulgación de las buenas prácticas para todos los actores españoles, debido a la gran diversidad de explotaciones, ganaderos y regiones.
Ahora, el objetivo de Danone es implementar estas buenas prácticas por toda España, utilizando las herramientas digitales y no digitales, webinars, encuentros ganaderos regionales en campo, intentando buscar la proximidad con el ganadero y agricultor para poder añadir valor y conocimiento. Para finales de 2022, esta alianza espera llegar a más de 2.000 ganaderos.
La compañía ha lanzado recientemente el Centro de Conocimiento de Agricultura Regenerativa, diseñado junto con los socios de F4G, para compartir aprendizajes clave, buenas prácticas y herramientas para los ganaderos y agricultores. Toda esta información está disponible para todos los agricultores y ganaderos, no solo los de Danone. http://regenerative-agriculture.danone.com