El Grupo Operativo Innoquesar ha desarrollado una plataforma tecnológica para mejorar la competitividad del sector de los quesos artesanales asturianos.
En la región asturiana existen 42 variedades de quesos artesanales y cada año se elaboran unas 60.000 toneladas de este producto, lo que la convierte en la mayor productora de quesos de Europa.
Sin embargo, el sector subsiste con grandes dificultades que están mermando su competitividad en un mercado cada vez más complicado y exigente, según explican desde el grupo operativo.
Ante esto, la Fundación CTIC Centro Tecnológico, la Asociación de Investigación de Industrias Cárnicas del Principado de Asturias (Asincar), la Red Asturiana de Desarrollo Rural (Reader) y la Asociación para el Desarrollo Rural e Integral del Oriente de Asturias (Adrioa) han puesto en marcha, con el apoyo del “Programa autonómico de ayudas para la selección y puesta en marcha de proyectos de innovación de Grupos Operativos de la AEI, en el marco de Programa de Desarrollo rural de Asturias 2014-2020”, el Grupo Operativo Innoquesar para incorporar la Industria 4.0 al sector de los quesos artesanales asturianos.
Este equipo ha desarrollado un conjunto de herramientas tecnológicas que permitan recoger en una única plataforma todos los aspectos de trazabilidad demandados por los organismos oficiales de control.
De esta forma, se llevará a cabo un diagnóstico pormenorizado de la cadena de producción y distribución de los quesos asturianos. Concretamente, de los que pertenecen a las DOP Cabrales, Casín, Gamonéu y Afuega’l Pitu a la IGP de los Beyos y a los vinculados a la Asociación de Queseros Artesanos de Asturias.
El proyecto contempla facilidades para las pequeñas empresas en materia de trazabilidad agroalimentaria. Lo que se traduce en la instalación de sensores que controlen la lectura regular de las temperaturas, humedades y condiciones en las que el queso se produce, se madura o se almacena, de forma automática, incorporando esta información al programa informático, y pudiendo, incluso, alertar al artesano si se produce una variación de estos valores que pueda deteriorar el producto.
Estos avances permitirán lograr otros objetivos estratégicos como el de promover un sector de producción agroalimentario más eficiente, económicamente viable, productivo y competitivo.
Se reducirá, asimismo, la brecha digital existente entre las pymes y micropymes y las grandes compañías del sector, y permitirá a las empresas del medio rural mejorar su posición en el mercado autonómico, nacional e, incluso, internacional.