El proyecto Mosoex trata de impulsar un modelo innovador de gestión de suelos para los sistemas de producción de cultivos herbáceos extensivos en secano.
Este proyecto es un programa de protección y mejora de los suelos que lidera UPA y en el que también participan la Asociación Española de Agricultura de Conservación-Suelos Vivos AEAC.SV, la empresa Solid Forest, el CSIC-Aula-Dei, la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el instituto navarro INTIA.
Además, cuenta con el apoyo financiero del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y con el del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).
Su objetivo principal es impulsar un modelo innovador de gestión de suelos para los sistemas de producción de cultivos herbáceos extensivos de secano.
Para ello, estudian las medidas más efectivas para mejorar la materia orgánica de los suelos y reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Además de este análisis, Mosoex también tiene por objetivo la difusión de estos conocimientos entre los profesionales del campo. “La idea de este proyecto es ser un motor de cambio”, han declarado sus responsables.
Los agricultores y su lucha contra la desertificación
En el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, la organización agraria UPA advierte del grave problema que supone este fenómeno en España. “La erosión del suelo es el principal de problema de la mayoría de los agricultores en España”, han destacado desde la organización agraria.
Los expertos señalan que a finales de este siglo más del 77% de la superficie de la Península Ibérica será más árida de lo que es en la actualidad. Un dato que esclarece la vulnerabilidad de España ante este problema, puesto que supera con creces la media mundial, que es del 22%.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha señalado que esta “es y debe ser” la principal preocupación de los agricultores de nuestro país. Concretamente, del 56% de ellos, según un estudio que la organización está realizando y cuyas conclusiones definitivas se publicarán antes de fin de 2020. Según los datos de UPA, el 83% de los agricultores cree que la lucha contra la erosión del suelo es “muy necesaria”.
Y es que los profesionales del campo están muy concienciados, puesto que no se trata de un fenómeno nuevo en absoluto: ya en los años 90 el ICONA (el Instituto para la Conservación de la Naturaleza) apuntaba que el coste económico del proceso de erosión era de unos 280 millones de euros anuales. “Quienes trabajamos directamente la tierra somos los principales damnificados por este problema”, han explicado desde UPA.