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Optimizar la adaptación del cultivo de berenjena al cambio climático

Optimizar la adaptación del cultivo de berenjena al cambio climático

La empresa almeriense Agrointec es una de las compañías asociadas a uno de los proyectos internacionales del Crop Trust, una iniciativa fundada por la FAO y Bioversity International, con el objetivo de apoyar la supervivencia de los bancos genéticos mundiales. Su trabajo consiste en testear las condiciones reales de cultivo de materiales de berenjena para medir su eficiencia respecto a otras líneas de mejora.

La acción forma parte de Eggplant Prebreed, para la ‘Adaptación de la agricultura al cambio climático: recolección, protección y preparación de familiares silvestres de cultivos’, implementada junto a los bancos de genes e institutos de fitomejoramiento de plantas internacionales.

El fin que persigue es el desarrollo de berenjenas con unas características óptimas para su adaptación al cambio climático, en particular para aquellos territorios que tengan especiales dificultades para el desarrollo de este alimento por las condiciones físicas de su ecosistema, así como por la escasez de agua para riego, mediante el uso de la diversidad genética de los parientes silvestres.

Agrointec participa como stakeholder de este proyecto, que se inició en 2013, a través de Seeds For Innovation (Seeds4i), su división de negocio diseñada y desarrollada íntegramente en España para ofrecer al sector de las semillas un amplio abanico de servicios de mejora genética vegetal de alto valor tecnológico.

Seeds4i colabora en este proyecto del que forma parte el Instituto Universitario de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (Comav), desarrollando materiales de berenjena adaptados al cambio climático, junto con universidades y centros de investigación de Sri Lanka, Costa de Marfil, Egipto y el World Vegetable Center (Taiwan).

La mejora genética vegetal se erige como una herramienta fundamental a la hora de adaptar los cultivos a las nuevas condiciones derivadas de las consecuencias del cambio climático en el menor tiempo y con el menor coste económico y social posibles.

“En la actualidad, existe un cuello de botella genético en las variedades comerciales o consideradas ‘domesticadas’, un problema que el uso de las especies silvestres ayudará a resolver, incrementando la biodiversidad disponible, dando acceso a una innumerable lista de recursos genéticos con un enorme potencial para aportar resistencias, así como tolerancias a cualquier tipo de estrés, tanto biótico como abiótico”, explica Edgar García Fortea, investigador de la Universidad Politécnica de Valencia y colaborador de Seeds4i.

El trabajo de Seeds4i consiste en evaluar las condiciones reales de cultivo de las plantas de berenjena experimentales para medir su eficiencia frente a otras líneas de mejora, a través de métodos de hibridación con el uso de marcadores moleculares.

De esta forma se avanza en el proceso de mejora genética del cultivo para recuperar aquellas características que se han ido perdiendo en el proceso de ‘domesticación’, como son la productividad, las propiedades organolépticas (olor, color, sabor, textura), las tolerancias o las resistencias.

Los resultados de este proyecto los podrán utilizar las casas de semillas para sus programas de mejora, poniendo en valor estos años de investigación para acercar las características de las especies silvestres de berenjenas, evaluadas y recuperadas de forma ordenada, al desarrollo de nuevas variedades comerciales.

Esta iniciativa tiene además un importante componente social, pues uno de sus objetivos prioritarios pasa por aplicar sus resultados en países en vías de desarrollo donde las consecuencias del cambio climático están siendo especialmente severas para el manejo de cultivos como la berenjena, que suponen la base de gran parte de su alimentación (Costa de Marfil, Sri Lanka, Egipto y Taiwan).