Mallas antiinsector y el manejo eficiente del riego y la nutrición son las prácticas agronómicas avanzadas que se han propuesto en una jornada técnica celebrada por el Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Graduados de Valencia y Castellón (COITAVC) para evitar esta enfermedad.
Huanglongbing, también conocido como HLB o greening, es una enfermedad que, de no ser frenada, podría acabar con la producción citrícola mundial, según han explicado en el encuentro representantes del COITAVC.
Y es que, según coinciden muchos expertos, a día de hoy no hay solución para esta patología, la cual en solo una década ha provocado una merma del 70% de la producción citrícola en Florida.
Rhuanito Soranz Ferrarezi, investigador del Indian River Research and Education Center (Florida), tras más de 15 años de investigaciones y aplicaciones en campo ha explicado que «no se trata únicamente de contener el vector sino de que las plantas sigan siendo productivas. Esto lo estamos logrando con árboles de mayor calidad y con mejores nutrientes, que son más caros, pero que ofrecen buenos resultados. El riego más eficiente y la combinación de técnicas, como fertirriego y microaspersión, también nos están dando buenos resultados”, ha afirmado Ferrarezi.
Su trabajo hasta ahora se ha centrado esencialmente en actuar desde el riego, los nutrientes del suelo y las variedades más resistentes a la enfermedad.
Otra práctica que Ferrarezi afirma que está funcionando es el mallado de campos, algo que empezó siendo experimental pero que ya están adoptando varios productores.
“No hay ningún árbol enfermo con este sistema pero, obviamente, encarece la producción y, por ello, hay que optar a frutos de extrema calidad que permitan llegar a mercados gourmet y poder rentabilizar la inversión”, ha comentado el investigador.
El greening en la citricultura mediterránea
Desde el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) llevan años investigando con la avispilla Tamarixiadryi, depredador de la TriozaErytreae, insecto vector del HLB.
Enrique Moltó, director del IVIA, ha recordado que es primordial en este tipo de investigaciones la colaboración con otros países y centros de investigación y, en este sentido, el IVIA está dentro del proyecto TropicSafe, que recoge a 22 socios de 12 países diferentes.
Moltó también ha subrayado la importancia de la vigilancia en toda la cadena. “Esto es responsabilidad de todos, no solo de los investigadores. Hay que tener más ojos en el campo para evitar la entrada de material no certificado proveniente de otros países de riesgo, y también para detectar árboles sintomáticos, ya que estas son las primeras líneas de defensa”, ha apuntado Moltó.
Por su parte, la directora del Comité de Gestión de Cítricos, Inmaculada Sanfeliu, ha expresado la preocupación del sector por el avance del HLB.
“Estamos hablando de una industria cuyo valor de producción actual alcanza los 4.300 millones de euros y que genera varios cientos de miles de empleos directos e indirectos, desde las personas que trabajan en los campos, pasando por las plantas de transformación y llegando a toda la red de distribución nacional e internacional”, ha afirmado Sanfeliu, para ofrecer la magnitud económica del problema.
Alberto San Bautista, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural de la UPV, ha explicado que ya se están introduciendo este tipo de cuestiones en los programas formativos.
“El Plan Bolonia ayuda a que seamos más ágiles a la hora de introducir nuevos contenidos y a promover la movilidad y la colaboración con otras universidades. En este sentido, esperamos que esta línea de trabajo siga creciendo por los buenos resultados que reporta”, afirmó San Bautista.
Desde AVA Asaja, Óscar Martínez, director de la finca de experimentación Sinyent, donde llevan años desarrollando en campo experiencias de distinto tipo, también en el ámbito del HLB, también ha participado en la jornada con la intención de transferir los resultados a los agricultores de forma rápida, útil y eficaz, complementando así al trabajo que se hace desde las administraciones públicas.
Por su parte, Ferran Gregori, técnico de citricultura de La Unió, ha hecho un paralelismo entre la Xylella y el HLB, y ha animado a aprender de los errores cometidos para estar preparados ante el nuevo escenario.
“Con la Xylella algunos agricultores han creído que sabían más que los investigadores, y esto no es así, nosotros sabemos producir, tenemos que dejar a los científicos hacer su trabajo y acatar sus consejos. Por otra parte, el negarnos a arrancar plantas afectadas pero asintomáticas ha sido otro de los errores y esto no puede volver a suceder. Si hay que erradicar como medida de contención, hay que hacerlo sin plantearnos nada más”, ha comentado.
“Todo apunta a que el HLB llegará al Mediterráneo y tenemos que estar preparados. Los Ingenieros Agrícolas estamos en constante formación en materias de sanidad vegetal al tiempo que contribuimos a informar al sector productor y a implementar y transferir las prácticas agronómicas que contribuyan a la solución. Actualmente el HLB es la enfermedad más grave que hasta el momento ha amenazado nuestro sistema citrícola y desde el COITAVC trabajamos para contribuir a dar soluciones frente esta amenaza”, ha comentado Regina Monsalve, presidenta del Colegio Profesional.
El COITAVC prepara para el mes de octubre, en el marco de Iberflora, una nueva jornada centrada en la bioprotección, donde el HLB volverá a cobrar protagonismo.